Espa?a defiende que la ONU se implique en Venezuela para evitar el conflicto armado
La posible mediaci¨®n espa?ola es vista con buenos ojos por la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini
Espa?a defiende con ah¨ªnco la opci¨®n m¨¢s s¨®lida que promueve la UE para evitar un desastre en Venezuela: la intervenci¨®n de la ONU. El ministro de Exteriores, Josep Borrell, abog¨® la semana pasada ante sus socios europeos por instar a Naciones Unidas a que adopte un papel m¨¢s activo frente al riesgo de que este conflicto acabe en un enfrentamiento armado. La posibilidad de una mediaci¨®n, que Espa?a abandera, a¨²n no est¨¢ madura, aunque es vista con buenos ojos por la propia jefa de la diplomacia europea.
La alta representante para la Pol¨ªtica Exterior Europea, Federica Mogherini, ya mantiene contactos con el secretario general de la ONU, Ant¨®nio Guterres, para desbloquear el aspecto menos controvertido de esta iniciativa: la entrega de ayuda humanitaria con el aval del organismo internacional.
La Uni¨®n Europea (UE) actu¨® siguiendo a Estados Unidos al reconocer a Juan Guaid¨® como presidente interino y ahora intenta retomar el liderazgo para desencallar la an¨®mala coyuntura en que ha quedado el pa¨ªs. ¡°La situaci¨®n se ha bloqueado; estamos en un escenario que no era el que se previ¨®¡±, se?al¨® Josep Borrell tras la reuni¨®n de ministros de Exteriores que se celebr¨® hace una semana en Bruselas. Dentro de la sala, el representante espa?ol insisti¨® en que hab¨ªa que seguir apelando a Naciones Unidas para que se implicara en esta crisis, seg¨²n fuentes conocedoras del contenido de esas conversaciones.
En el fondo, ese bloqueo deriva del malabarismo diplom¨¢tico que tuvo que hacer la UE (con Espa?a a la cabeza) al avalar como presidente ¡ªcon el encargo, eso s¨ª, de convocar elecciones¡ª a quien no ostentaba el poder real en el pa¨ªs. La medida alteraba la posici¨®n inicial del titular de Exteriores, pero el presidente, Pedro S¨¢nchez, opt¨® por ese reconocimiento singular tras observar el grave deterioro del pa¨ªs latinoamericano y la oleada internacional partidaria de aislar a Nicol¨¢s Maduro por la emergencia humana que afronta el pa¨ªs. Esa bicefalia en la posici¨®n del Gobierno se ha evidenciado tambi¨¦n en un reciente episodio que demuestra el alto voltaje de la cuesti¨®n venezolana en pol¨ªtica interna: el viaje del expresidente socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero a Caracas. La Moncloa mostr¨® sorpresa al saber que Zapatero hab¨ªa aterrizado all¨ª. Josep Borrell estaba al corriente, aunque no participaba de esos esfuerzos.
Con Zapatero y otros interlocutores relativamente amortizados, el grupo de contacto, formado por la Uni¨®n Europea y ocho de sus Estados ¡ªEspa?a, Portugal, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Holanda, Suecia¡ª y por tres latinoamericanos ¡ªCosta Rica, Ecuador y Uruguay¡ª se ha convertido en el ¨²nico con capacidad para acceder a las dos partes implicadas en el conflicto, seg¨²n explican fuentes cercanas a la alta representante. Borrell acudir¨¢ este jueves a la reuni¨®n que el grupo de contacto celebra en Ecuador junto con sus hom¨®logos del resto de pa¨ªses y bajo la presidencia de Federica Mogherini.
Los ministros tratar¨¢n de adoptar decisiones relativas a la entrega de ayuda humanitaria. Ese grupo de contacto ha pasado la semana desarrollando este aspecto y tambi¨¦n explorando la posibilidad de convocar elecciones r¨¢pidas en el pa¨ªs, un aspecto mucho m¨¢s incierto.
Pese a discrepar en los tiempos y en algunos m¨¦todos, el principal objetivo de Espa?a y de los pa¨ªses europeos implicados en este grupo es evitar un derramamiento de sangre en Venezuela. En esa estrategia, han decidido empezar por lo m¨¢s factible, la entrega de ayuda humanitaria, que qued¨® bloqueada el pasado 23 de febrero por el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro al identificarla como un pulso que le planteaba Juan Guaid¨®. Si eso se logra, el grupo de contacto podr¨ªa promover un proceso m¨¢s ambicioso para la convocatoria de elecciones. Espa?a intenta que sea cuanto antes; el ministro Josep Borrell considera que el margen para evitar el peor escenario es cada vez m¨¢s limitado.
La oposici¨®n aprovecha la ambig¨¹edad
Espa?a siempre se ha atribuido un liderazgo en la cuesti¨®n venezolana en Bruselas. Pero la necesidad de proyectar una imagen homog¨¦nea en el exterior choca con los enredos que provoca el tema en la pol¨ªtica interna. Exteriores acept¨® recibir a la persona que el presidente interino envi¨® como embajador, Antonio Ecarri, pero no le concedi¨® estatus diplom¨¢tico ¡ªsolo la ambigua menci¨®n de representante personal de Guaid¨®¡ª. Ecarri se muestra agradecido por el trato, pero no oculta cierta frustraci¨®n por no haber recibido ese estatus, que de momento no le ha dado ning¨²n pa¨ªs, salvo Costa Rica y Panam¨¢.
Los partidos que se erigen como alternativa a S¨¢nchez aprovechan esta ambig¨¹edad. Tanto el presidente del PP, Pablo Casado, como el de Ciudadanos, Albert Rivera, solicitaron verse con Ecarri. El 11 de marzo, Casado se entrevist¨® con ¨¦l. Dos d¨ªas despu¨¦s lo hizo Rivera. Ambos le prometieron el estatus de embajador si llegaban al poder, seg¨²n dice el representante de Guaid¨®: ¡°Les expresamos nuestra gratitud por el apoyo al pueblo venezolano en todos estos a?os. Ellos nos confirmaron que somos los representantes leg¨ªtimos del pueblo de Venezuela¡±.
Por parte del Ejecutivo, Ecarri se ha reunido varias veces con el secretario de Estado para Iberoam¨¦rica, con quien aborda asuntos de ¨ªndole pr¨¢ctica, como la gesti¨®n de prestaciones de los venezolanos residentes en Espa?a y la b¨²squeda de una categor¨ªa que d¨¦ cobertura a los ciudadanos que huyen del r¨¦gimen pero sin un claro perfil de refugiados. M¨¢s all¨¢ del Gobierno, en el PSOE Ecarri se ha entrevistado con el secretario de Pol¨ªtica Internacional. El resto de formaciones no ha solicitado un encuentro con Ecarri, asegura este representante.
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