Una herramienta llamada violencia
El comisario Ferran L¨®pez admite que el 'expresident' valor¨® declarar la independencia si hab¨ªa altercados
Nadie va a misa esperando que el cura admita, siquiera en un descuido, que Dios no existe. La leal infanter¨ªa del independentismo que casi todos los d¨ªas llena los bancos destinados al p¨²blico en el Sal¨®n de Plenos del Tribunal Supremo espera, desde hace ya 25 jornadas, que su fe se vea recompensada. Que la declaraci¨®n de un testigo privilegiado ¡ªpongamos por caso el comisario de los Mossos d¡¯Esquadra Ferran L¨®pez¡ª deje claro de una vez por todas que aquel sue?o de una rep¨²blica independiente fue, ante todo, un sue?o pac¨ªfico, festivo incluso, y que solo se torci¨® porque miles de polic¨ªas espa?oles se dedicaron a golpear a gente indefensa un domingo por la ma?ana.
¡ªSe?or L¨®pez, ?jura o promete decir la verdad?
¡ªJuro.
Lo que pueda decir el testigo estrella del d¨ªa tiene mucha importancia y despierta una expectaci¨®n acorde. En septiembre de 2017, el comisario Ferran L¨®pez era el segundo del entonces major de los Mossos, Josep Llu¨ªs Trapero, y cuando ¨¦ste y el coronel Diego P¨¦rez de los Cobos decidieron odiarse a primera vista, ¨¦l se encarg¨® de templar gaitas con el coordinador del operativo policial del 1 de octubre. La diplomacia no debi¨® irle mal, porque cuando pas¨® lo que pas¨® y el Gobierno de Mariano Rajoy aplic¨® el art¨ªculo 155, L¨®pez fue nombrado por el ministro Juan Ignacio Zoido jefe de la polic¨ªa auton¨®mica en sustituci¨®n de Trapero. Tiene por tanto el comisario, que se presenta en la sala con traje gris, malet¨ªn marr¨®n y zapatos a juego, un cierto aire de agente doble, pero no de traidor, o no todav¨ªa a las diez de la ma?ana.
Como la declaraci¨®n de L¨®pez como testigo la solicit¨® en primer lugar la acusaci¨®n popular, el juez Manuel Marchena da la palabra al abogado de Vox Pedro Fern¨¢ndez. Llegar¨¢ el d¨ªa en que las defensas pedir¨¢n que todos los interrogatorios los hagan los abogados de Vox. Durante una hora, el abogado Fern¨¢ndez va poniendo en bandeja al comisario L¨®pez una declaraci¨®n que, si no se la hab¨ªa tra¨ªdo preparada de casa punto por punto, poco le faltaba. El polic¨ªa se siente c¨®modo y cuenta m¨¢s o menos lo que ya cont¨® su exjefe Trapero. Que siempre fueron respetuosos con los mandatos judiciales, que durante las v¨ªsperas al 1 de octubre y el domingo mismo hicieron lo que estaba pactado con P¨¦rez de los Cobos, que quienes incumplieron su parte fueron los otros y que, como ya era sabido, los d¨ªas 26 y 28 de septiembre, Trapero y ¨¦l se reunieron con Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Joaquim Forn para pedirles que desconvocaran al refer¨¦ndum.
Cuando se llega a este punto, el m¨¢s caliente de toda la declaraci¨®n, el abogado Fern¨¢ndez, como si fuera un padre que no quiere que su hijo se signifique, se olvida del tema y pasa a otra pregunta. Intrascendente, como casi todas. A su lado, al fiscal Javier Zaragoza se lo llevan los diablos. As¨ª que cuando le llega el turno, decide ir a deg¨¹ello. Desde los bancos del p¨²blico ¡ªotro mal d¨ªa para conservar la fe¡ª, se nota que Zaragoza sabe o intuye algo de aquella reuni¨®n que no se ha contado todav¨ªa. Pregunta y repregunta en c¨ªrculo, llev¨¢ndose incluso una amonestaci¨®n del juez Marchena, hasta que al final lo consigue. El comisario Ferran L¨®pez, bajo juramento, declara:
¡ªHacia el final de la reuni¨®n les hablamos de violencia o altercados, y recuerdo que Puigdemont dijo que si se produc¨ªa ese escenario que nosotros preve¨ªamos, en ese momento declaraba la independencia. Recuerdo perfectamente que lo dijo. Creo que es una frase que todos recordamos perfectamente porque es dif¨ªcil de olvidar.
La sala se queda muda. Estos hombres y mujeres que cada d¨ªa acuden, AVE va y AVE viene, al Sal¨®n de Plenos acaban de escuchar a un oficial de los Mossos, a uno de aquellos h¨¦roes de los atentados de agosto, decir que Puigdemont pens¨® ¡ªno se sabe si en serio, pero no eran d¨ªas para gastar bromas¡ª que una espiral de violencia pod¨ªa ser la espoleta de la declaraci¨®n de independencia. Justo lo que el fiscal necesita para sostener la acusaci¨®n de rebeli¨®n.
Tal vez por la decepci¨®n, la mayor¨ªa de los visitantes de la ma?ana no repite por la tarde. Y no saben de lo que se libran. De asistir al espect¨¢culo bochornoso de un abogado de la defensa, Jordi Pina, haciendo trampas para confundir a un guardia civil que hab¨ªa alegado lesiones durante la actuaci¨®n del 1 de octubre.
¡ª?Recuerda que la doctora puso en el parte, atenci¨®n a esto, que no tuvo usted ning¨²n hematoma ni tumefacci¨®n visible?
¡ª?Puede continuar leyendo, caballero?¡ªpide el agente.
¡ªS¨ª, ¡°pero refiere dolor a la palpaci¨®n¡±.
¡ª?Y puede seguir leyendo?
¡ª¡°Y presenta hematomas en ambos brazos y piernas¡±.
¡ªEs que si leemos parcialmente las cosas.
El juez Marchena, visiblemente molesto, llama la atenci¨®n a Pina:
¡ªSe?or letrado, se?or letrado¡ Si leemos un documento, lo leemos ¨ªntegro.
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