La campa?a se juega ya en todos los frentes con resultado impredecible

La pol¨ªtica espa?ola la hace gente de letras que cada cuatro a?os se vuelven ingenieros. Quedan tres semanas para las elecciones y en cuanto los micr¨®fonos desaparecen, los pol¨ªticos solo hablan de n¨²meros. Esta vez son de nivel experto. El tercer diputado de Cuenca, el cuarto y quinto de Castell¨®n, los ¨²ltimos dos de Huelva y Ja¨¦n, el tercero de Palencia, el cuarto de Cantabria, el quinto de Valladolid. Hasta 100 esca?os de 350 est¨¢n en el aire por unas d¨¦cimas. Y no da igual qui¨¦n lo pierda y qui¨¦n lo gane. PSOE y PP ya no dependen solo de s¨ª mismos, sino del orden en que caigan en cada provincia los tres de la segunda fila: Ciudadanos, Podemos y Vox. Tampoco se juega en los grandes escenarios de Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla. La partida de verdad se libra en segunda divisi¨®n. Y cambia cada d¨ªa. Los pol¨ªticos est¨¢n desquiciados, con mapas enormes de provincias y esca?os que tienen que modificar a diario.

Tambi¨¦n los expertos est¨¢n descolocados. "Est¨¢ muy zizagueante¡±, explica Bel¨¦n Barreiro, directora de 40dB. ¡°El baile de votos es sobre todo entre Vox y el PP. Vox parece frenado y el PSOE sigue subiendo. Pero cada d¨ªa pasan cosas. Est¨¢n ocurriendo muchos errores que pueden mover votos. La ¨²ltima semana decide todo¡±, se?ala.

Algunas cosas s¨ª est¨¢n claras. La consultora Kreab ha realizado un estudio con datos hist¨®ricos y medias de encuestas que concluye que 250 de los 350 esca?os ya son pr¨¢cticamente seguros. Y el PSOE lleva una clara ventaja: se lleva 96 de estos fijos frente a 70 del PP, 30 de Ciudadanos, 22 de Podemos y 10 de Vox. Un 45% de esos puestos casi seguros son mujeres y un 58% de ellos diputados por primera vez, una prueba m¨¢s de la revoluci¨®n completa que supondr¨¢n estos comicios. Pero el Gobierno se juega en los otros 100.

El par¨®n de Vox tambi¨¦n lo detecta Narciso Michavila, presidente de GAD3. ¡°Es muy f¨¢cil estimar el PSOE porque tiene voto trasversal por edades y territorios. El gran problema son los peque?os. Parece que Ciudadanos recupera y Vox ha tocado techo. Y el PP podr¨ªa aguantar gracias a las provincias menos pobladas y m¨¢s envejecidas. Ciudadanos puede ser una sorpresa porque la divisi¨®n le favorece: con un PP m¨¢s bajo puede disputar esca?os con el PSOE, como en Guadalajara o Coru?a¡±. Michavila mantiene que es pr¨¢cticamente imposible que la derecha dividida en tres sume mayor¨ªa absoluta de esca?os, aunque logre m¨¢s votos que el bloque de centro izquierda, pero los socialistas y Podemos no se f¨ªan.

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Todo es tan confuso que los partidos ya no juegan solo a conseguir votos propios, sino a que les vaya bien a sus potenciales aliados. El PSOE respira al ver que Podemos est¨¢ recuperando aire con el regreso de Pablo Iglesias y el esc¨¢ndalo por el espionaje que sufri¨® en 2016. Si los morados se hundieran hasta la quinta posici¨®n podr¨ªan entregar varios esca?os a un Vox que es el gran fantasma de la campa?a. ¡°Hay mucho voto oculto a Vox¡±, repiten asustados los estrategas del PSOE. Los populares, en privado, quieren que Ciudadanos no se desplome si muchos de sus votos no vuelven al PP, como se temen. Con Vox es diferente, porque todo lo que tiene se lo quita al PP. Y ah¨ª la guerra es brutal. Porque es entre hermanos. Santiago Abascal carga contra Albert Rivera, lo desprecia, pero su batalla m¨¢s dura es con el PP, que fue su partido. Otros juegan a ayudar a sus socios potenciales. Hasta una maniobra pol¨¦mica como la de Jos¨¦ Luis ?balos diciendo que ¨¦l preferir¨ªa gobernar con Ciudadanos antes que con los independentistas se interpret¨® en el PSOE como una ayuda nada casual a Podemos, que tiene as¨ª m¨¢s espacio para defender la utilidad de su voto.

Todo se mide, y a la vez se improvisa a diario. La precampa?a est¨¢ rota y solo el PSOE intenta controlarla. Pero no siempre puede. Su lema, Haz que pase, surgido de un grupo de creativos del que se ha rodeado en La Moncloa Iv¨¢n Redondo, se hab¨ªa estudiado durante semanas. Pero la portavoz, Isabel Cela¨¢, decidi¨® vincularlo a la pel¨ªcula Titanic y provoc¨® todo tipo de burlas. ¡°Ladran, luego cabalgamos¡±, contestan desde el Gobierno. ¡°Si todo el mundo habla de nuestro lema es que vamos bien¡±, resume un ministro que admite sus dudas con el eslogan elegido.

Pero todo sigue a favor del PSOE. Incluso un debate inesperado, como el de la eutanasia, tras el drama de Mar¨ªa Jos¨¦ Carrasco, la enferma de esclerosis que se suicid¨® ante las c¨¢maras con la ayuda de su marido, ?ngel Hern¨¢ndez, complica la campa?a del PP, que se opone a esta reforma, y facilita la de los socialistas, que la impulsaron hasta el ¨²ltimo momento.

¡°Vamos tan bien que da miedo. El terror es la desmovilizaci¨®n andaluza. Pero no parece. La gente ha aprendido la lecci¨®n¡±, se conjura otro ministro. Mientras, en el PP los agraviados por la renovaci¨®n de Pablo Casado, que son muchos, velan armas para el d¨ªa siguiente. Algunos dirigentes asumen que ser¨¢ muy dif¨ªcil que la derecha sume y esperan que el PSOE gobierne con Ciudadanos. ¡°Si tienen que venir los socialistas que sea con algo estable. La econom¨ªa espa?ola no est¨¢ para bromas¡±, sentencia uno.

Los nacionalistas est¨¢n aterrados ante esa posibilidad. El PNV presiona cada d¨ªa al PDeCAT, pero sobre todo ERC, que ser¨¢ clave, para que no lancen al PSOE en manos de Ciudadanos, su gran enemigo, que habla de ¡°cuponazo¡± vasco. Ese era el tema en los corrillos entre nacionalistas en el Congreso esta semana.

Se acerca el voto y la incertidumbre es total. Los votantes decisivos, los de la Espa?a vac¨ªa, no saben qu¨¦ apuesta ser¨¢ m¨¢s eficaz. ¡°Estamos estrenando un nuevo sistema de partidos. Todos vamos a votar a ciegas. No sabemos qu¨¦ partidos son viables y cu¨¢les no en estas provincias. ?Podemos dejar¨¢ de serlo? ?Vox lo ser¨¢? Lo que hab¨ªamos aprendido en dos elecciones no nos sirven para nada¡±, explica el polit¨®logo Llu¨ªs Orriols.

Hay muchas inc¨®gnitas, incluso miedos. Pero hay visiones menos pesimistas. Uno de los expertos en esa Espa?a vac¨ªa, el turolense Ignacio Urquizu, soci¨®logo y exdiputado del PSOE, acaba de sacar un libro, ?C¨®mo somos? Un retrato robot de la gente corriente (Deusto), en el que llega a una conclusi¨®n: ¡°Esa gente com¨²n, que en EE UU trajo a [Donald] Trump, en el Reino Unido al Brexit y en Francia genera los chalecos amarillos, en Espa?a sigue mayoritariamente en la izquierda. Por eso Vox est¨¢ como m¨¢ximo en el 12%. En el corto plazo esa gente corriente en Espa?a no va a decantarse por el populismo¡±, sentencia.

Vox est¨¢ listo para desmentir todos estos an¨¢lisis. Pero los dem¨¢s tambi¨¦n juegan, y tratar¨¢n de frenarlo. Esta semana la gran discusi¨®n interna en el PSOE es si vale la pena permitir que Pedro S¨¢nchez vaya a un debate a cinco con Abascal. Algunos creen que podr¨ªa ser ¨²til para el electorado de izquierda que se vea el llamado ¡°bloque de Col¨®n¡±. Otros consideran que es indigno para la democracia poner al presidente y otros l¨ªderes al mismo nivel que Abascal, a¨²n extraparlamentario. ?Qu¨¦ es mejor, ignorar a Vox o atacarlo? Se empieza a imponer la idea de que el principal enemigo de Vox son ellos mismos, as¨ª que algunos apuestan por dejarlos solos con sus errores. Pero nadie tiene garant¨ªas de nada en esta campa?a enloquecida.