Caleidoscopio electoral

Si el caleidoscopio fuera un instrumento electoral ver¨ªamos con s¨®lo girar el tubo hacia la derecha o la izquierda no una sino muchas campa?as. Lo que los cristales de colores de la demoscopia no muestran todav¨ªa es c¨®mo se mueven los indecisos, ese 41% que no contesta a lo que le preguntan los encuestadores del CIS. S¨®lo falta una semana para saber el resultado. Entonces se ver¨¢ si los c¨¢lculos sobre los que han trabajado los estrategas de los partidos estaban basados en hip¨®tesis acertadas o si, por el contrario, faltaban en los an¨¢lisis variables que no vieron o no quisieron ver. Ya pas¨® en las elecciones andaluzas del 2 de diciembre.

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C¨®mo son los nuevos indecisos

El nivel r¨¦cord de indecisos empuja hacia una campa?a feroz

Los socialistas, por ejemplo, han dise?ado una campa?a para su candidato, Pedro S¨¢nchez, sin riesgo alguno, como ese capataz que ordena a los costaleros: "?No mover el paso, no vaya a caerse la Virgen!". Hasta ahora confiaban en los errores no forzados de los adversarios, pero a las primeras de cambio han terminado enredados en sus propios pies a cuenta del debate en televisi¨®n. No hay error m¨¢s tontucio que el de atarse el zapato derecho con los cordones del izquierdo. Y viceversa.

S¨¢nchez quer¨ªa debatir ante las c¨¢maras de Atresmedia porque le garantizaba la presencia del aspirante de Vox, al contrario que la p¨²blica de RTVE, constre?ida por una legislaci¨®n que ahora todos critican pero que nadie ha cambiado. La Junta Electoral Central atendi¨® a los recursos presentados por ERC, Coalici¨®n Canaria y PNV y record¨® que ya en 2011 dictamin¨® que lo que vale para los medios p¨²blicos tambi¨¦n vale para los privados.

?Nadie se hab¨ªa estudiado la doctrina del ¨¢rbitro electoral? Y otra pregunta: ?no hay una l¨ªnea segura de comunicaci¨®n entre los partidos pese a la campa?a? En las elecciones de 1993, el debate en Antena 3 y Telecinco entre Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar estuvo precedido por m¨¢s de 30 horas de negociaci¨®n entre los socialistas Jos¨¦ Mar¨ªa Benegas y Eduardo Mart¨ªn Toval, y los populares Rodolfo Mart¨ªn Villa y Javier Arenas.

Despu¨¦s de la rectificaci¨®n de los socialistas, ahora en vez de un debate habr¨¢ dos en 24 horas, en escenarios distintos (RTVE y Atresmedia), con los mismos cuatro protagonistas (Pedro S¨¢nchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera) y varios ausentes (los nacionalistas y Vox). Todo apunta a que ser¨¢ un debate entre los tradicionales bloques de izquierda y derecha, en el que adem¨¢s las cartas est¨¢n boca arriba.

Casado, como ya hizo el PP en Andaluc¨ªa, da por perdidas las elecciones, pero aspira a gobernar con la suma de Ciudadanos y la extrema derecha de Vox. S¨¢nchez, con la de Podemos y otros grupos minoritarios, pero sin los independentistas catalanes, contra los que ha intensificado las cr¨ªticas en sus ¨²ltimas entrevistas y actos. En esos rincones del ring televisivo se juega el debate, salvo que alguien se ate el zapato izquierdo con los cordones del derecho. O viceversa.