Fortalezas y debilidades de los candidatos ante el debate

PABLO CASADO (PP)

Fortalezas. Es el ¨²nico de los otros candidatos con opciones de liderar gobierno. Esta es su gran baza: mostrar al otro presidente posible. Es audaz y tiene una gran autoestima y seguridad. Su fortaleza opositora est¨¢ demostrada y deber¨¢ transformarla en potencialidad presidencial. Es un contrincante rocoso, duro y con una actitud pugil¨ªstica incansable. Tiene buena memoria y capacidad oratoria, aunque a veces sus palabras arrollan a sus ideas hasta desfigurarlas. Buscar¨¢ concentrar el voto de las derechas y para ello deber¨¢ mostrar capacidad de representarlas en el voto ¨²til y en la oferta pol¨ªtica. Tiene mucho que ganar y... perder.

Debilidades. Es agresivo. Siempre va al ataque. Gan¨® las primarias con una gran determinaci¨®n y valent¨ªa. En sus ofensivas verbales y pol¨ªticas tiende a la exageraci¨®n y la hip¨¦rbole con un uso de los datos forzado cuando no claramente distorsionado. El exceso puede ser su gran debilidad al mostrarle m¨¢s como un permanente opositor que como un presidenciable. La ansiedad puede jugarle malas pasadas si su vehemencia le arrastra a la insolencia o la agresividad gratuita. En su arrojo puede ser incoherente y hasta contradictorio, aunque no parece que le preocupe.

PEDRO S?NCHEZ (PSOE)

Fortalezas. El ¨¦xito, basado en su determinaci¨®n, es su marca personal y pol¨ªtica. La capacidad de resistencia, en un debate previsiblemente duro y ¨¢spero, pondr¨¢ a prueba su disciplina estrat¨¦gica. ?Mantendr¨¢ la moderaci¨®n y el perfil bajo de su campa?a, o devolver¨¢ los golpes embarr¨¢ndose en el cuerpo a cuerpo? Su fortaleza es y ser¨¢ mostrar que es el actual presidente, el favorito en las encuestas y el que tiene m¨¢s probabilidad de sumar mayor¨ªas. Ha sido efectivo compitiendo en las primarias, en la moci¨®n de censura y ahora en el proceso electoral. Un debate sin errores ya le servir¨ªa.

Debilidades. La sobreactuaci¨®n estrat¨¦gica puede ser la principal. El enredo previo a la celebraci¨®n de estos dos debates ha mostrado una cierta irritaci¨®n y torpeza. Deber¨¢ ser consciente de que en un debate se gana ¡ªy se pierde¡ª cuando se habla y cuando se escucha. Los planos televisivos mostrar¨¢n su rostro mientras le cuestionan y ese momento es clave. Tiende a mostrar emociones con sus reacciones corporales y faciales, y los espectadores pueden sacar conclusiones en funci¨®n de su respuesta no verbal. La iron¨ªa o la sonrisa displicente son un arma de doble filo. El desd¨¦n, aunque los ataques sean desmedidos, es peligroso.

PABLO IGLESIAS (UP)

Fortalezas. Es un gran competidor electoral. Las campa?as le sientan y le vienen bien. Conserva, en parte, una imagen esencialista y val¨®rica que le conecta con los electores m¨¢s ideologizados y comprometidos socialmente. Es inteligente y puede aceptar que una ¡°competici¨®n virtuosa¡± con los socialistas es mejor que parecer que son sus adversarios principales. Su fortaleza puede ser m¨¢s relevante incluso desde la debilidad parlamentaria. ?Podr¨¢ aceptarlo? Iglesias puede ofrecer la utilidad de su voto si representa a las realidades pol¨ªticas invisibilizadas o subestimadas. La amenaza del PACMA es una oportunidad para ampliar sus registros y sensibilidades.

Debilidades. La pasi¨®n pol¨ªtica es su identidad, a veces percibida como superioridad moral. El exceso de vehemencia le puede arrinconar en una imagen inc¨®moda para posibles pactos. Mostrar sobriedad y pragmatismo es necesario para atraer a indecisos progresistas. Pero si radicaliza posiciones puede parecer m¨¢s un problema que una garant¨ªa de un Gobierno de izquierdas y alimentar el voto socialista. S¨¢nchez ha abrazado la moderaci¨®n para competir; Iglesias puede estar tentado de atrincherarse en la indignaci¨®n para resistir.

ALBERT RIVERA (Cs)

Fortalezas. Es un orador pol¨ªtico eficaz y muy vers¨¢til. El CIS confirma que 800.000 votantes dudan entre Ciudadanos y PSOE. Tiene la capacidad y la gran oportunidad para atraer a esos votantes o para expulsarlos con su dureza pol¨ªtica contra Pedro S¨¢nchez. Deber¨¢ competir en la defensa de su espacio electoral hoy acechado por el PP, Vox y los socialistas. Si el duelo entre S¨¢nchez y Casado es especialmente ¨¢cido y corrosivo puede emerger la fortaleza de su alternativa. Hay muchos indecisos inc¨®modos con el espect¨¢culo de la lucha pol¨ªtica sin l¨ªmites. Su fortaleza es su flexibilidad estrat¨¦gica, aunque tambi¨¦n es, parad¨®jicamente, su debilidad.

Debilidades. Su adaptabilidad pol¨ªtica es camale¨®nica: socio de S¨¢nchez en la investidura frustrada, palad¨ªn del centro pol¨ªtico, hasta pugnar duramente por el liderazgo de las derechas. Los electores pueden desconfiar de este tacticismo constante. Deber¨¢ reconstruir la confianza mermada. Rivera es buen parlamentario, pero en los debates no ha deslumbrado con la misma eficacia. Los ritmos y normas de estos formatos le generan una indisimulada ansiedad. Su espacio electoral est¨¢ muy amenazado y esto puede llevarle a una actitud defensiva que le perjudique en forma y fondo.