Prisas y muchas dudas en el supermercado
En un establecimiento 24 horas, los vecinos de una zona popular de Madrid que no se han podido ir de vacaciones siguen indecisos con su voto
Es Semana Santa y en Madrid se respiran las vacaciones. El mal tiempo y la lluvia ayudan a mantener las calles vac¨ªas y en el barrio de Pueblo Nuevo, en el noreste de la ciudad, casi todos los establecimientos est¨¢n cerrados y apenas circulan coches. Sin embargo, por la ma?ana, en el Carrefour 24 horas de la calle Alcal¨¢, parece un d¨ªa laborable. Vecinos de todo tipo y condici¨®n entran y salen de la ¨²nica tienda abierta en varias manzanas. Entre prisas, carritos de la compra y c¨®digos de barras, una duda importante sobrevuela las mentes de muchos compradores: ?A qui¨¦n votar las elecciones de la pr¨®xima semana?
La mayor¨ªa tiene claro qu¨¦ le preocupa: problemas sociales como la precariedad laboral o la mejora del sistema de pensiones son citados recurrentemente. Sin embargo, pocos conf¨ªan en la capacidad de los pol¨ªticos hacerles frente. ¡°Si voto a alguien, voy a votar por descarte, por la ineptitud del resto¡±, asegura Jes¨²s L¨¢zaro, de 28 a?os, que compagina la carrera de Farmacia con seis horas diarias de telecomercial. ¡°Tienen que hacer pol¨ªticas laborales que ayuden a todos, sigue habiendo mucha precariedad. Sobre todo en los j¨®venes¡±, opina este madrile?o, que cree que cuando acabe la carrera tendr¨¢ que irse al extranjero para poder labrarse un futuro.
Una realidad que conoce de cerca Carmen Laborda, soci¨®loga en paro. Su hija est¨¢ en Inglaterra desde hace a?os por falta de oportunidades en Espa?a y ella no consigue volver al mercado de trabajo. ¡°Las personas de m¨¢s de 50 a?os somos invisibles. Nos intentan echar del sistema¡±, confiesa preocupada. Laborda tiene muy claro que votar¨¢ el domingo, pero reconoce que no decidir¨¢ el voto hasta ¡°¨²ltima hora¡± y asegura que le asusta ¡°el voto del desinformado¡±, porque ¡°nos estamos jugando d¨¦cadas de progreso en cuanto a libertades, sobre todo de la mujer¡±.
El ¨²ltimo CIS publicado este mes de abril mostraba que un 41,6% de la gente que quiere votar dice que no tiene decidido su voto. Este porcentaje de indecisos es diez puntos superior al de 2016 y suma tanta gente como en 2015, que fue una cifra r¨¦cord desde los noventa. Hay dudas entre partidos semejantes pero tambi¨¦n entre bloques, y esta situaci¨®n puede ser determinante en los resultados del 28-A. Pilar Laredo tiene 90 a?os y ha bajado en pantuflas a la calle a comprar dos botellas de leche. ¡°Lo ¨²nico que s¨¦ es que voy a votar, eso es sagrado, pero no me preguntes a qui¨¦n, porque no lo se. A uno de los dos de siempre¡±, afirma mientras lamenta haberse quedado en Madrid en Semana Santa por problemas de salud. Rosana Mart¨ªn, 65, tambi¨¦n duda entre dos partidos que se han declarado incompatibles: Ciudadanos y PSOE. ¡°Un d¨ªa me levanto pensando que uno y otro que otro. El que m¨¢s se preocupe de las pensiones¡±, explica nerviosa mientras se apresura porque llega tarde ¡°a una cita¡±.
A las 9 de la noche, el traj¨ªn en el supermercado es similar al de por la ma?ana y contin¨²an las prisas en una cola que nunca acaba de reducirse, pero el p¨²blico cambia. Los jubilados han dejado paso a j¨®venes y familias de inmigrantes, sobre todo latinoamericanos. Mario Merino (25) y Eugenia Navarro (29) son venezolanos de origen, pero nacionalizados y con derecho a voto en Espa?a. Ambos no tienen muy claro a qui¨¦n votar y reconocen que siguen m¨¢s la actualidad del pa¨ªs latinoamericano que la espa?ola. A¨²n as¨ª, participar¨¢n en los comicios del domingo. ¡°Escogeremos un partido de centro, porque sabemos los peligros que representan los extremos¡±, aventura Merino, que como muchos compatriotas pasa las vacaciones en Madrid porque es donde est¨¢ casi toda su familia.
Eso s¨ª, tambi¨¦n hay alg¨²n comprador que lo tiene muy claro. Martina Ruiz, 85 a?os, sale a la calle con una botella de vino reci¨¦n comprada. ¡°Para cocinar¡±, aclara con suspicacia. ¡°Yo siempre he votado al PP y no veo porque voy a cambiar ahora. Nos ha fallado un poco con la corrupci¨®n, pero todos los pol¨ªticos cojean del mismo pie¡±, zanja, antes de disculparse por las prisas porque tiene cena familiar y ¡°la carne en el horno¡±.
A las 2 de la madrugada, el supermercado parece haberse por fin adaptado al ritmo del resto de la ciudad y el zumbido de los refrigeradores apenas es perturbado por un par de compradores. Uno de ellos es Diego Jim¨¦nez, que busca chocolate blanco, un antojo de su mujer embarazada de siete meses, una gestaci¨®n que les ha obligado a quedarse en Madrid en vacaciones. ¡°Uf, yo no se ni que voy a comer ma?ana, casi ni me acordaba que hab¨ªa elecciones la semana que viene¡±, explica con una sonrisa nerviosa, mientras observa las decenas de variedades de chocolatinas y se decide por una. El d¨ªa 28 habr¨¢ menos variedad de pol¨ªticos para elegir, pero las dudas parecen mucho mayores.
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