Dos formas distantes de entender las fronteras
La derecha quiere vincular las llegadas al mercado laboral, mientras la izquierda promete proteger derechos
La inmigraci¨®n sigue siendo un campo de minas. Su gesti¨®n se complica en las fronteras, derrapa en la concesi¨®n de asilo, falla en la protecci¨®n de los menores y aspira a un modelo de integraci¨®n que Espa?a a¨²n no tiene claro. El a?o pasado, casi 65.000 inmigrantes entraron de forma irregular, una cifra in¨¦dita que empuj¨® el asunto a la contienda pol¨ªtica. Pese a las cifras, a las hay que sumar las miles de personas que llegaron como turistas y que acaban qued¨¢ndose de forma irregular, la inmigraci¨®n era en febrero la s¨¦ptima preocupaci¨®n de los espa?oles, seg¨²n el CIS. La mencion¨® apenas un 8,8% de los encuestados, lejos de otros asuntos como el paro o la clase pol¨ªtica. Pero el tema inflama discursos y decide votos.
En el ¨²ltimo debate, el candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, pidi¨® un pacto de Estado para abordar la inmigraci¨®n, una promesa electoral de los socialistas. El consenso, con los programas en la mano, parece dif¨ªcil de alcanzar. La derecha asume la inmigraci¨®n como un problema de seguridad. El PP, que quiere vincular las llegadas a un contrato de trabajo y al respeto de las costumbres espa?olas, asocia la inmigraci¨®n ordenada con ¡°ciudades seguras¡±. Las propuestas de Ciudadanos, aunque incluyen un ¡°visado de puntos¡± para atraer talento extranjero, se encuadran en el apartado de seguridad y defensa. Vox, sin rodeos, propone medidas imposibles: desde levantar un muro en Ceuta y Melilla a expulsar a cualquiera que ponga un pie en Espa?a sin todos los papeles en regla.
En el centroizquierda, PSOE y Podemos se acercan al asumir el respeto a los derechos humanos y flexibilizar las v¨ªas para regularizarse y migrar. Coinciden en reducir los plazos para adquirir la nacionalidad espa?ola y plantean, como tambi¨¦n lo hace Ciudadanos, una ley para luchar contra la discriminaci¨®n. En el programa del PSOE se apuesta por modernizar y reforzar fronteras y, al mismo tiempo, se presenta la inmigraci¨®n como ¡°un proceso absolutamente necesario¡± para sostener el sistema p¨²blico de pensiones y el mercado laboral. Podemos quiere cerrar los CIE, reforzar la labor de Salvamento Mar¨ªtimo y proteger a las ONG de rescate para llevar a cero las muertes en el Mediterr¨¢neo, la fosa de cerca de 2.300 migrantes el a?o pasado, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones.
La lucha contra las mafias es la bandera m¨¢s agitada por la derecha cuando asegura que quiere proteger a los migrantes y frenar la inmigraci¨®n irregular. Pero faltan en sus programas alternativas para migrar sin la ayuda de delincuentes. El PP quiere ampliar los acuerdos internacionales para expulsar m¨¢s, pero no abre una sola rendija a la inmigraci¨®n legal m¨¢s all¨¢ de la contrataci¨®n en origen que ya existe. Ciudadanos quiere endurecer las penas a los traficantes, pero solo ofrece ¡°visados autom¨¢ticos¡± a investigadores, inversores y profesionales altamente cualificados que no dependen de una patera para buscar un futuro mejor. Vox quiere cuotas que respondan al mercado de trabajo y privilegien a los que hablan espa?ol.
El aumento de las llegadas, regulares e irregulares, ha expuesto los fallos del sistema en Espa?a. El atasco en la gesti¨®n del asilo es uno de los mejores ejemplos. Empujados por la crisis en Venezuela, la guerra en Siria o la persecuci¨®n de las maras en Centroam¨¦rica, miles de personas han pedido en Espa?a protecci¨®n internacional. La Oficina de Asilo enfrenta cerca de 20 veces m¨¢s solicitudes que en 2012, pero cuenta con el mismo personal fijo, apenas 60 personas, desde 1992. Hay casi 70.000 expedientes pendientes de resoluci¨®n que tardan hasta dos a?os en resolverse, cuando no deber¨ªa exceder los tres meses. Como est¨¢, el sistema no protege a los m¨¢s vulnerables.
El PP promete agilizar los procedimientos y apoyar a las ONG que atienden a los refugiados, pero no detalla con qu¨¦ medidas. El PSOE propone reforzar la oficina, una medida que hab¨ªa incluido en sus Presupuestos frustrados, y facilitar las peticiones de refugio en los pa¨ªses de origen, lo que permitir¨ªa a los refugiados entrar en Espa?a de forma segura. Podemos quiere reconocer a los refugiados clim¨¢ticos y desarrollar de manera urgente el reglamento de la ley de asilo que est¨¢ pendiente desde 2010. Ni Vox ni Ciudadanos entran en el tema de los refugiados, aunque la formaci¨®n naranja y el PP coinciden en otorgar un estatuto especial a los venezolanos, que les permita vivir y trabajar legalmente, un reconocimiento que ya ha asumido el PSOE.
Otro de los retos es la acogida de los menores que migran solos. Ning¨²n partido parece saber qu¨¦ hacer con ellos. El PP promete un gen¨¦rico plan de choque para atenderlos y priorizar¨¢ su deportaci¨®n. El PSOE, que tambi¨¦n apoya su repatriaci¨®n, habla apenas de ¡°mejorar la protecci¨®n¡± y solo se compromete a hacer fiable el registro oficial que a d¨ªa de hoy contabiliza la abultada cifra de 13.000 ni?os. Podemos promete prohibir la repatriaci¨®n de los j¨®venes contra su voluntad.
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