Maroto, el activo desactivado
El PP le retira del equipo electoral que dirigir¨¢ las auton¨®micas, municipales y europeas del 26 de mayo
Hubo un tiempo en el que lo ganaba todo y su figura crec¨ªa. Un tiempo en el que Javier Maroto (Vitoria, 1972) surfeaba las pol¨¦micas con aplomo, sin perder los nervios, y aportaba votos y esca?os a su partido. Ese tiempo se ha detenido. El vicesecretario de Organizaci¨®n del PP y responsable nacional de la campa?a electoral?ha sido la primera cabeza en rodar tras el desplome de su partido en el conjunto de Espa?a. Aunque estaba previsto que dirigiera tambi¨¦n las elecciones del pr¨®ximo 26 de mayo, el PP le ha retirado la confianza. Seguir¨¢ como n¨²mero tres de Pablo Casado, pero la estrategia de las elecciones auton¨®micas y municipales la coordinar¨¢ la alcaldesa de Logro?o, Cuca Gamarra, y de las europeas se encargar¨¢ Isabel Garc¨ªa Tejerina, exministra de Agricultura con Rajoy.?
Han pasado dos d¨¦cadas de imparable progresi¨®n desde que en 1999 se presentara en la candidatura del que luego ser¨ªa ministro de Sanidad con Mariano Rajoy, Alfonso Alonso, al Ayuntamiento de Vitoria. Cuando en 2010, despu¨¦s de dos legislaturas como concejal, tom¨® la alternativa al frente de la instituci¨®n, logr¨® 32.000 votos. Su imagen ya era la de un hombre de hierro, convincente e inflexible si ten¨ªa que gobernar en solitario, pero pragm¨¢tico cuando necesitaba llegar a pactos, incluso con la izquierda abertzale. Con EH Bildu cerr¨® acuerdos para subir los impuestos en Vitoria, construir la estaci¨®n de autobuses y cambiar el nombre de algunas calles, entre otros, y lo hizo orgulloso y reclamando que cundiera su ejemplo en otras instituciones.
Pero algo se torci¨® en 2015. Volvi¨® a ganar en los comicios municipales vitorianos ese a?o, pero centr¨® su discurso en las ayudas sociales. Lleg¨® a asegurar en una emisora de radio que los ¡°marroqu¨ªes y argelinos¡± llegaban a Euskadi para beneficiarse de las ayudas sociales y no ten¨ªan ninguna intenci¨®n ni de trabajar ni de integrarse.
El licenciado en Ciencias Econ¨®micas y Empresariales por la Universidad de Deusto, con experiencia profesional en varias empresas del sector inform¨¢tico y con idiomas, no aprendi¨®, sin embargo, que en los tiempos del multipartidismo, tan importante es ganar en votos como tener posibles socios con los que sumar mayor¨ªas despu¨¦s. En Vitoria todos los partidos de la oposici¨®n se unieron contra ¨¦l por enfrentar a los pobres en funci¨®n de su procedencia.
Tampoco escuch¨® a varios compa?eros del PP vasco que le aconsejaron que tomara distancia cuando el 19 de febrero le vieron intentando pasar a codazos a la primera fila, durante la quedada del PP, Vox y Ciudadanos en la plaza de Colon. Leal a sus amigos y a sus jefes, pero quiz¨¢s reh¨¦n de la estrategia de crispar la contienda electoral para evitar la fuga de votos por la derecha, la ¨²ltima semana de la campa?a se tir¨® a la yugular del cabeza de lista al congreso de EH Bildu por ?lava, I?aki Ruiz de Pinedo.
Sus insultos a Ruiz de Pinedo en un debate organizado por un medio local se hicieron virales. Una semana despu¨¦s, el 28A, perdi¨® su esca?o en ?lava. Fue la primera vez en la historia que el PP se quedaba sin representaci¨®n en la provincia. EH Bildu le arrebat¨® el esca?o por 384 votos, a falta del recuento del voto extranjero.
El hombre calculador, culto y trabajador incansable, exconcejal, exalcalde, exparlamentario vasco, diputado en el Congreso y n¨²mero 3 del PP, el que acert¨® al apostar por Casado cuando Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa ten¨ªa mejor cartel, se ha equivocado, sin embargo, esta campa?a y con ¨¦l todo el partido. Puso la luz larga cuando la niebla cubr¨ªa la carretera.
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