Puigdemont pugna por salir en la foto de la nueva Catalu?a
El expresidente busca mantener la tensi¨®n desde el exterior ante la hegemon¨ªa electoral de ERC
La tercera muerte pol¨ªtica de Carles Puigdemont lleg¨® para algunos la noche del pasado domingo con los resultados de las generales. Resucitado tras los vaticinios que certificaban su defunci¨®n de la vida p¨²blica despu¨¦s de sendos arrestos, en B¨¦lgica primero y en Alemania m¨¢s tarde, el expresidente catal¨¢n, relegado a la cuarta plaza con la mitad de votos que ERC e irrelevante para la configuraci¨®n del nuevo Gobierno, se encontr¨® con que los votantes hab¨ªan escrito, en su ausencia, el primer p¨¢rrafo de un obituario pol¨ªtico que todav¨ªa conf¨ªa en borrar.
La sentencia de las urnas, una de las m¨¢s duras para un pol¨ªtico habituado a erigirse en int¨¦rprete y portavoz de los deseos del pueblo catal¨¢n desde su atalaya belga, no fue recibida con aires de funeral. Lleg¨® sonriente a la comparecencia en el club de la prensa de Bruselas, hizo su lectura de los resultados: buenos para su partido, mejores para ERC y excelentes para Catalu?a, y evoc¨® retador el fracaso de las encuestas m¨¢s agoreras, que predec¨ªan el hundimiento de su lista.
¡°Muchos quieren enterrarle¡±, acusan en su entorno m¨¢s pr¨®ximo. La decisi¨®n de ERC de rechazar una lista unitaria para los comicios europeos, con Oriol Junqueras de n¨²mero uno y Puigdemont de dos, ha generado malestar y desconfianza. Uno de los colaboradores m¨¢s cercanos a Puigdemont cree que el objetivo de ambos en Europa deb¨ªa ser denunciar la represi¨®n del Estado. ¡°Quieren quedarse con la hegemon¨ªa y, si eso sucede, puede volver a ser una vuelta al autonomismo, un Pujol bis¡±, lamenta.
"Ese comentario me hace sonre¨ªr, somos el partido con m¨¢s historia del independentismo y el m¨¢s represaliado. No vamos a renunciar nunca a nuestros objetivos. Si alguien cree que vamos a practicar autonomismo no nos conoce", replica Jordi Sol¨¦, eurodiputado de ERC que este viernes visit¨® a Oriol Junqueras y Ra¨¹l Romeva en la prisi¨®n madrile?a de Soto del Real.
Toni Com¨ªn, que ha transitado de diputado del PSC a consejero de ERC, y de ah¨ª a mano derecha de Puigdemont y candidato de Junts per Catalunya, comparte la idea de que su antigua formaci¨®n est¨¢ rectificando. Y no le gusta. ¡°Hay quien piensa que no hay que mantener el pulso ahora. Nosotros pensamos que s¨ª. ERC empuj¨® como la que m¨¢s a favor de la declaraci¨®n de independencia. No acaba de ser compatible con el discurso de que hay que esperar unos a?os¡±, alega el actual vicepresidente del Consell de la Rep¨²blica, tambi¨¦n huido en B¨¦lgica.
Fuentes de ERC se?alan que no reniegan de los pasos dados hasta ahora, y celebran que Catalu?a es un sujeto pol¨ªtico internacional m¨¢s reconocido, pero estiman llegado el momento de bajar una marcha y aparcar el unilateralismo, y sit¨²an a Puigdemont en un discurso m¨¢s radical, a veces indistinguible del de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), a la que achacan una deriva poco afortunada.
El temor de Puigdemont a que su gran socio deje de secundarle y se mueva en una longitud de onda m¨¢s pragm¨¢tica se ha amplificado tras el ¨¦xito electoral de los republicanos. Entre el nacionalismo moderado, desorientado y carente de estructura ahora mismo, hay quien ve en el partido de Junqueras a un lobo con piel de cordero. Puigdemont y los suyos, sin embargo, solo ven la metamorfosis hacia el cordero mientras ellos libran una cruenta batalla pol¨ªtica y judicial contra el Estado espa?ol repleta de demandas, contrademandas e iniciativas para denunciar ante el mundo la supuesta falta de libertades. La ¨²ltima, presentada esta misma semana, una campa?a para que la Comisi¨®n Europea sancione a Espa?a aplicando el art¨ªculo 7 como a Hungr¨ªa y Polonia.
Justificar los costes
Este tipo de iniciativas, condenadas al fracaso de antemano, permiten a Puigdemont justificar la costosa estructura exterior, sostenida en parte gracias a donaciones de particulares, y mantener cierta tensi¨®n y visibilidad medi¨¢tica. Pero si Bruselas ha cerrado filas con Espa?a desde el inicio de la crisis catalana, el resultado electoral blinda ese apoyo, m¨¢s a¨²n con Italia en manos nacional populistas. "Pedro S¨¢nchez sale muy reforzado. Se erige como gran interlocutor del sur de Europa y de la socialdemocracia europea. Llega con las credenciales de derrotar a la extrema derecha al frente de uno de los gobiernos m¨¢s europe¨ªstas de los pa¨ªses grandes", destaca el eurodiputado socialista Javi L¨®pez.
Las fuentes consultadas coinciden en algo. El 26-M ser¨¢ un plebiscito sobre el liderazgo de Puigdemont. Poco importa si no puede sentarse en su esca?o. De no resultar elegido, un escenario que el expresident no contempla, el fracaso sin paliativos abrir¨ªa la puerta a una contestaci¨®n interna hasta ahora aplacada con mano de hierro. Pero incluso obtener el esca?o puede resultar amargo para el hombre que lleg¨® a Bruselas como president. ¡°Va a poner toda la carne en el asador. Todo lo que no sea ganar en Catalu?a ser¨ªa un golpe para ¨¦l¡±, alegan fuentes independentistas. La extensa red de concejales y alcaldes del partido en Catalu?a le otorgan, a priori, un suelo electoral muy alto que puede mantenerle a flote. Pero el auge de ERC y su posible entendimiento puntual con Pedro S¨¢nchez han elevado el riesgo de dejarle descolocado a 1.300 kil¨®metros de Barcelona. "Siempre tendr¨¢ masa cr¨ªtica para mantener la casa de Waterloo, pero puede quedarse solo pegando gritos mientras el pa¨ªs va en otra direcci¨®n", afirma un parlamentario constitucionalista catal¨¢n.
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