Los problemas de Casado que los pactos no tapan
El partido se plantea un ERE por el batacazo electoral y no descarta vender la sede de G¨¦nova. El sector moderado teme que ?lvarez de Toledo movilice a la izquierda
¡°En esto, el PP funciona igual que el PSOE: los problemas se solucionan con poder. Nuestro resultado en las generales fue desastroso, pero los pactos de las auton¨®micas y municipales nos han permitido gobernar y repartir poder y eso da una apariencia de ¨¦xito, act¨²a como una especie de b¨¢lsamo, aunque los problemas sigan ah¨ª. Hay mucha gente inc¨®moda con la actual direcci¨®n, pero adem¨¢s, tiene miedo a hablar porque ha visto lo que pasa: si hablas, te cortan la cabeza o te arrinconan¡±.
As¨ª resume un veterano pol¨ªtico popular el estado de ¨¢nimo del partido un a?o despu¨¦s de que Pablo Casado se pusiera al frente tras imponerse a Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa en las primarias. El l¨ªder del PP ha dado la vuelta a la formaci¨®n como un calcet¨ªn y, como ya hicieran antes Pedro S¨¢nchez y Albert Rivera, ha dise?ado una ejecutiva de fieles para que no haya fisuras.
Los pactos poselectorales han permitido a Casado conservar poder territorial, repartirlo y aplacar las cr¨ªticas. Pero el batacazo electoral de abril, cuando el PP toc¨® suelo con 66 diputados, ha dejado otro problema que persiste: el econ¨®mico. Fuentes del partido aseguran que est¨¢ sobre la mesa la posibilidad de hacer un ERE, como hizo el PSOE cuando perdi¨® 59 esca?os en las elecciones de 2011. ¡°Pides prestado [para la campa?a] en funci¨®n de lo que crees que vas a tener. Nosotros preve¨ªamos ingresos por hasta 110 esca?os ¡ªtodos los partidos reciben una subvenci¨®n por diputado¡ª y nos quedamos en 66. Eso ha generado un agujero terrible¡±, se?ala un cargo popular. Responsables de distintas ¨¢reas del partido no descartan, incluso, que el PP ponga en venta su sede de la calle G¨¦nova, en Madrid.
¡°?Qu¨¦ ha hecho bien Casado este a?o? Los pactos, pero ha sido casi m¨¢s por dem¨¦rito de Ciudadanos, que nos lo puso en bandeja al definirnos como socio preferente en lugar de negociar a dos bandas con el PSOE y el PP¡±, afirma un cargo popular. Javier Maroto, que acaba de abandonar la vicesecretar¨ªa de Organizaci¨®n ¡ªel tercer puesto de poder en el organigrama¡ª para ser portavoz en el Senado exhibe ¡°la capacidad de negociaci¨®n¡± como uno de los grandes hitos del nuevo PP. El otro, apunta, ha sido la comunicaci¨®n. ¡°Del PP se dec¨ªa que sab¨ªa gestionar mucho mejor que comunicar. Uno de los cambios con Casado ha sido precisamente incrementar su presencia y atenci¨®n a los medios¡±, afirma. De los gestores a los comunicadores. Dos de sus fichajes estrella, Cayetana ?lvarez de Toledo y Pablo Montesinos, son periodistas.
Fuentes del mermado sector cr¨ªtico ¡ªen n¨²mero y poder org¨¢nico¡ª aseguran que el partido se ha descapitalizado. Tradicionalmente, el PP agrupaba a dirigentes de distintas sensibilidades, como las de sus votantes, que llegaron a ser 10,83 millones en 2011 ¡ªel pasado abril fueron 4,35 millones¡ª. No ten¨ªan competencia en su electorado: Ciudadanos no le disputaba el centro y a¨²n no hab¨ªa irrumpido Vox por la derecha. En el partido conviv¨ªan Jaime Mayor Oreja y Borja S¨¦mper; Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre. Con la llegada de Casado, el partido se ha uniformado.
¡°Nunca hab¨ªa sido as¨ª. Ni en la etapa de Aznar ni en la de Rajoy¡±, recuerda un sorayista. ¡°Cuando Rajoy nombra vicesecretarios a Andrea Levy, Maroto y al propio Casado ninguno era un gran marianista, ideol¨®gicamente no ten¨ªan tanto que ver, pero se incorporaba a gente de distintos sectores, buscando un equilibrio¡±.
¡°Hemos perdido referentes pol¨ªticos, la gente con m¨¢s trayectoria¡±, afirma otro sorayista refiri¨¦ndose a los exministros y ex secretarios de Estado que han abandonado el barco descontentos por lo que consideran un giro a la derecha de su presidente, o que han sido desplazados en las listas electorales y cargos org¨¢nicos (??igo de la Serna, F¨¢tima B¨¢?ez, ??igo M¨¦ndez de Vigo, Crist¨®bal Montoro, los hermanos Nadal, Jos¨¦ Luis Ayll¨®n...). ¡°El poder en el PP ahora es un poder absoluto. Siempre hab¨ªa habido una entente con las organizaciones territoriales: era un partido construido de abajo a arriba, descentralizado. Casado ha cambiado esa cultura¡±, lamenta un cargo popular.
Fuentes de la direcci¨®n del PP niegan la ¡°purga¡±. ¡°Las salidas son normales despu¨¦s de unas primarias. Y hemos defendido a sorayistas como Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco cuando Ciudadanos sugiri¨® que si entreg¨¢bamos su cabeza en Castilla y Le¨®n nos facilitar¨ªan las cosas en Madrid¡±.
La nueva c¨²pula popular niega la derechizaci¨®n del partido y cita los focus groups (entrevistas a ciudadanos) tras el batacazo electoral para justificar que los malos resultados no tuvieron que ver con la ideolog¨ªa. ¡°La gente se?alaba la corrupci¨®n y la gesti¨®n de la crisis en Catalu?a, que se explic¨® mal. No hablaba de giro a la derecha¡±. Otro cargo popular discrepa: ¡°Los cuadros medios, los alcaldes, los que est¨¢n m¨¢s en contacto con la calle, saben que esa percepci¨®n est¨¢ ah¨ª: el partido se ha escorado¡±. Fuentes de la direcci¨®n intentan zanjar el debate: ¡°Este es un partido pol¨ªtico, de ideas, que adem¨¢s se aprobaron en una convenci¨®n ideol¨®gica a la que asisti¨® todo el mundo. Cuando se llega al poder es cuando se encarga a gestores que apliquen las ideas, no al rev¨¦s¡±.
El cambio de tono de Casado, que aprovech¨® la crisis de Ciudadanos y el discurso bronco de Albert Rivera para intentar trasladar la imagen de oposici¨®n de Estado, gener¨® algunas esperanzas en ese sector cr¨ªtico del PP. ¡°Pero los nombramientos profundizan en los mismos problemas. Hay mucha preocupaci¨®n por la elecci¨®n de ?lvarez de Toledo, y las ausencias en la junta directiva nacional no fueron casuales¡±, se?ala uno de los asistentes. Ni Alberto N¨²?ez Feij¨®o, ni Juan Manuel Moreno, ni Alfonso Alonso, quienes m¨¢s han defendido la necesidad de cuidar el centro, acudieron a la cita. Fuentes del entorno del presidente gallego se?alan que la relaci¨®n con Casado se ha deteriorado. Con los nombramientos, adem¨¢s de dise?ar una c¨²pula a su medida, el l¨ªder hizo una demostraci¨®n de fuerza, desoyendo a los barones.
La direcci¨®n adoptar¨¢ la estrategia de poli bueno, poli malo. Casado lo explic¨® casi con esas palabras cuando le preguntaron por ?lvarez de Toledo: ¡°Los portavoces tienen que tener un tono firme, entre otras cosas, para que no tenga que tenerlo yo¡±.
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