El nacionalismo como brecha entre vecinos ib¨¦ricos

Espa?a y Portugal recuperaron la democracia casi al mismo tiempo y sus respectivos partidos comunistas desempe?aron un importante papel en ese proceso. Las similitudes pol¨ªticas entre los dos vecinos ib¨¦ricos son numerosas y no acaban en esa primera ¨¦poca posterior a la dictadura. Aunque con mucha distancia en las formas, t¨¦cnicamente la f¨®rmula que llev¨® al Gobierno tanto a Ant¨®nio Costa como a Pedro S¨¢nchez fue la moci¨®n de censura. En el caso del l¨ªder portugu¨¦s, tras un breve mandato conservador que comenz¨® a finales de octubre de 2015 y que culmin¨® 11 d¨ªas despu¨¦s por el voto de las fuerzas de izquierda. Como Costa y sus aliados, tambi¨¦n Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias firmaron un documento con medidas para los Presupuestos. Esa es precisamente una de las fallas que esgrime Iglesias para reclamar la entrada en el Gobierno: que algunos de los acuerdos no se han cumplido. En Portugal se ha aplicado pr¨¢cticamente todo lo pactado.

Las fuentes consultadas exhiben una enorme cautela al hablar de una posible r¨¦plica del esquema portugu¨¦s en Espa?a. En general observan un obst¨¢culo, inexistente en Portugal, al hablar de constelaciones electorales: el nacionalismo y la relevancia en el c¨¢lculo parlamentario de partidos que defienden los intereses de un territorio.

El an¨¢lisis m¨¢s rotundo lo ofrece Pilar del R¨ªo, presidenta de la Fundaci¨®n Jos¨¦ Saramago. Del R¨ªo argumenta que en el fondo Espa?a ya ha transitado la senda portuguesa, con la experiencia de S¨¢nchez: ¡°No es la v¨ªa portuguesa, es la v¨ªa ib¨¦rica; exist¨ªa tanto en Portugal como en Espa?a, era nuestra aportaci¨®n a la gobernaci¨®n europea y no solo eso¡±. En octubre del a?o pasado, la periodista recibi¨® en su casa de Lanzarote a los dos primeros ministros que personifican el renacer de la socialdemocracia europea tras muchos a?os de crisis. S¨¢nchez y Costa exhiben buena sinton¨ªa, confirman fuentes gubernamentales, que se acrecent¨® con el t¨¢ndem que formaron en junio en Bruselas para promover perfiles socialistas al frente de las instituciones comunitarias.

Otras voces consideran este primer a?o en Espa?a como un ensayo cuya continuidad depender¨¢ de encajes m¨¢s complejos. ¡°Es dif¨ªcil mirar a Espa?a con los ojos de Portugal. Aqu¨ª no tenemos los problemas nacionales de all¨ª. Para nosotros, la principal emergencia nacional era subir los salarios¡±, explica Jo?o Fraz?o, del comit¨¦ central del Partido Comunista de Portugal. El pol¨ªtico a?ade: ¡°El rompecabezas de Espa?a tiene m¨¢s piezas; a lo mejor no es m¨¢s complejo, pero tiene m¨¢s piezas¡±.

Tanto Fraz?o como otros consultados destacan como diferencia que el PSOE haya sido la lista m¨¢s votada en Espa?a, mientras que en Portugal lo fue la coalici¨®n de derechas y el Partido Socialista estaba en una posici¨®n m¨¢s d¨¦bil para superar la l¨®gica del partido m¨¢s votado. ¡°En Espa?a el PSOE est¨¢ en una posici¨®n de fuerza y Podemos de debilidad. Es un doble problema¡±, sintetiza Ricardo Costa, director de informaci¨®n de la cadena de televisi¨®n SIC y exdirector del diario Expresso.

Tambi¨¦n Porf¨ªrio Silva, diputado socialista curtido en negociaciones parlamentarias, cita las condiciones diferentes que se dan en Espa?a ¡ª¡°las autonom¨ªas, la historia¡±¡ª para descartar una traslaci¨®n exacta del modelo. Silva urge, pese a todo, al entendimiento: ¡°Muchas izquierdas en muchos pa¨ªses ya entienden que ya no hay un partido de izquierdas que tenga toda la hegemon¨ªa. Hay que aprovechar lo que cada uno tiene que aportar¡±. Respecto a la situaci¨®n portuguesa, Silva defendi¨® en su momento que los partidos minoritarios progresistas entraran en el Gobierno socialista para que fueran m¨¢s conscientes de la tarea. ¡°Pero se entendi¨® que era m¨¢s f¨¢cil para Europa si no entraban¡±, alega, en referencia al temor ¡ªm¨¢s tarde disipado¡ª que se extendi¨® en Bruselas a que un liderazgo muy orientado a la izquierda descabalgara el gasto en un pa¨ªs reci¨¦n rescatado de la quiebra financiera.

Sin querer dar f¨®rmulas concretas, Francisco Lou??, autor de algunos art¨ªculos que comparan la v¨ªa espa?ola con la portuguesa, insta a la cooperaci¨®n ¡°para cerrar la puerta a la austeridad y a las estrategias liberales; la forma de hacerlo depende de cada uno¡±, razona. Ayuda, seg¨²n Lou??, contar con compromisos program¨¢ticos concretos, como la subida del salario m¨ªnimo a 600 euros en Portugal. En Espa?a, el aumento a 900 euros ha sido el fruto m¨¢s tangible de la hasta ahora breve cooperaci¨®n entre S¨¢nchez e Iglesias.