El juez que se rebel¨® contra los centros de reclusi¨®n de extranjeros: ¡°Son espacios de sufrimiento e impunidad¡±
El magistrado Garc¨ªa de Dios, encargado de vigilar el CIE de Madrid durante casi una d¨¦cada, apuesta por su cierre
El magistrado Ramiro Garc¨ªa de Dios (Palma de Mallorca, 1946) relata que, en treinta a?os de carrera, nunca se granje¨® tantos enemigos como cuando ejerci¨® de juez de vigilancia del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche (Madrid), donde cada a?o se recluyen a cientos de inmigrantes sobre los que pende una orden de expulsi¨®n. Unas instalaciones "opacas" en las que no se permite entrar a la prensa, que acumulan denuncias de las ONG por vulneraci¨®n de derechos humanos y controladas por la polic¨ªa. "Yo los defino como centros de sufrimiento", afirma Garc¨ªa de Dios, que durante sus casi 10 a?os de supervisi¨®n critic¨® duramente, en intervenciones p¨²blicas y en autos, este "s¨¢dico sistema administrativo-gubernativo" que empuja a encerrar a los sin papeles en estos complejos. Personas que se ven privadas de su libertad hasta dos meses por su "mera estancia irregular" en Espa?a.
"Desgraciadamente, los CIE son peor que la c¨¢rcel. Es un espacio de opacidad, pero tambi¨¦n de impunidad. Desde que entran en funcionamiento en 1986 son espacios sin derecho", sentencia el magistrado, que se jubil¨® hace apenas un a?o. En la sede de la asociaci¨®n Juezas y Jueces por la Democracia, a la que pertenece, Garc¨ªa de Dios enumera las deficiencias que detect¨® durante su labor: mujeres encerradas en celdas durante horas sin un cuarto de ba?o y "que no ten¨ªan como lavarse si ten¨ªan la menstruaci¨®n de noche"; menores o mujeres v¨ªctimas de trata internados; agentes sin placa de identificaci¨®n; agresiones que no pudieron investigarse porque los testigos o las v¨ªctimas fueron expulsados r¨¢pidamente; o la falta de asistencia m¨¦dica, que provoc¨®, por ejemplo, la muerte de Samba Martine, que falleci¨® en 2011 tras una agon¨ªa de 40 horas sin que se le ofreciese un tratamiento adecuado.
Su actividad lo situ¨® en el punto de mira de las asociaciones policiales, que lo llegaron a denunciar ante el Consejo General del Poder Judicial. "Tanta paz lleves¡ como descanso dejas", celebr¨® en Twitter el Sindicato Unificado de Pol¨ªcia cuando se jubil¨®. "Esa funci¨®n de control era la que m¨¢s les molestaba", comenta quien pidi¨® investigar al director del CIE de Madrid por desobediencia. Al fin y al cabo, era un magistrado dedicado a vigilar el sistema. Y detectar sus excesos. "Y ten¨ªa la sensaci¨®n de ser una especie de mosquito al que pod¨ªan aplastar. Notaba c¨®mo el aparato, a pesar de que eres juez y formas parte de un poder del Estado, se volcaba sobre m¨ª. Por ser simplemente garantista¡".
Contrario a mantener abiertos los CIE ¡ª"no deben existir: somos muchos los que creemos que la mera irregularidad administrativa no puede aparejar la privaci¨®n de libertad, por mas que el Tribunal Constitucional haya dicho que s¨ª"¡ª, Garc¨ªa de Dios describe la existencia en Espa?a de un sistema pol¨ªtico, policial y jur¨ªdico que "criminaliza" a los inmigrantes irregulares: "Si t¨² hablas de avalancha, de entradas masivas...". "No he visto ninguna diferencia en los CIE dependiendo de quien gobierne", a?ade. Pero sus cr¨ªticas van mucho m¨¢s all¨¢.
El magistrado subraya que estos complejos se han convertido en espacios donde reina la "arbitrariedad" y "un subsistema policial al que el propio poder ejecutivo deja funcionar de manera aut¨®noma". "Y, al funcionar sin control durante tantos a?os, se crea una sensaci¨®n de poder de facto en el que incluso el juez es visto como un elemento que viene a perturbar".?
Garc¨ªa de Dios tambi¨¦n cuestiona el papel de los fiscales. "La Fiscal¨ªa, en vez de tener un papel de garante de la legalidad, muestra una complacencia enorme con este subsistema policial". "A m¨ª una fiscal me ha llegado a decir que no pod¨ªan actuar contra el aparato policial porque, entonces, este no les auxiliar¨ªa [en sus investigaciones]. Hay una especie de chantaje". "La Fiscal¨ªa es una instituci¨®n muy apegada al ordeno del poder ejecutivo. Si el conjunto de la carrera judicial lo podemos definir como mayoritariamente conservador, en la carrera fiscal yo me atrever¨ªa a decir que no solo es mayoritariamente conservador, sino que hay un sector importante dentro de los conservadores que son neofascistas. Muy autoritarios", apostilla el magistrado jubilado.
A eso se suma, seg¨²n Garc¨ªa de Dios, el "automatismo" de muchos jueces para ordenar el encierro de extranjeros en los CIE. Una disfunci¨®n que "se refleja despu¨¦s en el escaso n¨²mero de expulsiones que se materializan desde estos centros" [un 60% en 2018, la cifra m¨¢s alta de los ¨²ltimos nueve a?os]. He visto barbaridades, como el caso de un padre colombiano con un hijo menor de nacionalidad espa?ola en el que me dec¨ªa 'c¨®mo es posible que el juez haya autorizado ese internamiento".
El magistrado ha pasado la ¨²ltima d¨¦cada cuestion¨¢ndose su rol en ese engranaje. "Eres un juez de garant¨ªas y est¨¢s viendo que el propio sistema te impide garantizar eficazmente los derechos. Te lo hace pasar mal. Por ejemplo, el propio sistema mat¨® a Samba y en ese sistema tambi¨¦n estoy yo".
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