Los fugados, en espera de otra petici¨®n de busca y captura
Los l¨ªderes nacionalistas aguardan en B¨¦lgica, Suiza y Escocia la reactivaci¨®n de la euroorden tras la sentencia
Los l¨ªderes independentistas huidos en el extranjero se han acostumbrado a esquivar el avi¨®n de regreso. Dos euro¨®rdenes y casi dos a?os despu¨¦s de que abandonaran Catalu?a, la justicia espa?ola ha visto impotente c¨®mo les denegaban su entrega cada vez que los reclamaba. La sentencia del proc¨¦s supone el fin del camino judicial para los exmiembros del Govern encarcelados, pero todo hace indicar que ser¨¢ su reactivaci¨®n para los fugados. Y conforme se acerca la hora de volver a rendir cuentas, desde el cuartel general de Waterloo insisten en ocultar toda preocupaci¨®n: la condena del Tribunal Supremo no cambiar¨¢ nada cuando una nueva euroorden vuele de Madrid a Bruselas, Ginebra y Edimburgo, insisten. "La sentencia ser¨¢ un instrumento muy ¨²til a la hora de defender a los exiliados", dice desafiante Gonzalo Boye, el abogado que lidera la defensa.
Carles Puigdemont, Toni Com¨ªn, Llu¨ªs Puig y Meritxell Serret (B¨¦lgica), Marta Rovira (Suiza) y Clara Ponsat¨ª (Escocia, Reino Unido) dan por hecho que m¨¢s pronto que tarde volver¨¢ a haber un intento por juzgarles en Espa?a. Y la batalla se augura compleja. B¨¦lgica ya rechaz¨® su entrega el a?o pasado alegando defectos de forma en la euroorden ¡ªnunca se ha pronunciado sobre el fondo del asunto¡ª, y fue condenada recientemente por el Tribunal de Estrasburgo por no colaborar con Espa?a en la entrega de la etarra Natividad J¨¢uregui.
No est¨¢ claro que la predisposici¨®n de sus jueces vaya a ser distinta esta vez. "La diferencia es que ahora los hechos est¨¢n fijados con mayor precisi¨®n y declarados por una sentencia. Pero desde el punto de vista de la aplicaci¨®n de la doble incriminaci¨®n, en B¨¦lgica no habr¨¢ muchas diferencias. Si la sentencia recoge que hubo violencia pueden cambiar las cosas, pero honestamente, creo que si aceptan la entrega ser¨¢ solo por malversaci¨®n", afirman fuentes jur¨ªdicas que participaron en la concepci¨®n de la euroorden. De ser as¨ª, Espa?a tendr¨ªa tres opciones: aceptar la entrega por un delito menor al del resto, retirar de nuevo la euroorden o acudir al Tribunal de Justicia de la UE.
La sentencia evidencia a¨²n m¨¢s el coste dispar que est¨¢ teniendo para sus responsables la convocatoria del refer¨¦ndum ilegal del 1-O: Puigdemont y Com¨ªn intervienen con frecuencia en charlas y conceden entrevistas asiduamente. Ponsat¨ª imparte clases en la Universidad de Saint Andrews. Otros cumplir¨¢n penas de entre 9 y 13 a?os.
Desde Lovaina (B¨¦lgica), el exconsejero de Salud Toni Com¨ªn, que vive con su hija y recibe ocasionalmente la visita de su pareja, residente en Catalu?a, dice aguardar la llegada de la sentencia "indignado y sereno", un c¨®ctel emocional aparentemente contrapuesto que explica por la convicci¨®n de que est¨¢n preparados para afrontar el envite judicial y la "verg¨¹enza ajena" que le genera la actitud de la justicia espa?ola.
La mano derecha de Carles Puigdemont rechaza los rumores de una posible evasi¨®n a un pa¨ªs donde no rija la euroorden, y ha asumido el papel de trasladar los mensajes m¨¢s radicales a las bases independentistas. "Si despu¨¦s de la sentencia no pasa nada, el Estado interpretar¨¢ que la partida ya se ha acabado y ha ganado", advierte.
Su ¨²ltima tesis para obligar a Espa?a a dialogar es la llamada al boicot econ¨®mico a trav¨¦s de movilizaciones con potencial de provocar un frenazo de la actividad, como largas huelgas. "La carta del choque institucional no ha servido para abrir una negociaci¨®n. Tampoco la del desgaste moral y reputacional del Estado, que hay que seguir empleando. Dudo de que la soluci¨®n sea ampliar la base electoral. Por eso digo que hay que apuntar directamente al desgaste econ¨®mico. Si Catalu?a genera problemas econ¨®micos a Europa se la tendr¨¢ en cuenta", vaticina.
Com¨ªn reconoce que esa v¨ªa provocar¨¢ sufrimiento a los catalanes. "Una estrategia de desgaste econ¨®mico no es corta. Hay que buscar la manera de minimizar los efectos para la sociedad catalana. El tema es saber si la gente que quiere la rep¨²blica est¨¢ dispuesta a asumir ese coste".
A 800 kil¨®metros de Lovaina, Ginebra luce estos d¨ªas en paredes y farolas los rostros y lemas propios de la campa?a electoral. El pr¨®ximo domingo, Suiza elige a sus representantes federales en medio de un oto?o de temperaturas templadas que llena las terrazas en torno al ic¨®nico chorro del lago Lem¨¢n. Entre sus vecinas, m¨¢s preocupada de la sentencia que de la cita local con las urnas, est¨¢ la l¨ªder de ERC Marta Rovira. En su nueva vida en una de las ciudades m¨¢s caras de Europa no suele prodigarse demasiado m¨¢s all¨¢ de peque?as protestas puntuales, pero ha recibido varias visitas de Puigdemont y Torra, y mantiene el contacto con Anna Gabriel, la exdiputada de la CUP, que cursa un doctorado en Ginebra y no ser¨¢ reclamada por la justicia espa?ola.
El ¨²ltimo acto p¨²blico de Rovira fue hace solo una semana, cuando acudi¨® acompa?ada de su familia a la celebraci¨®n del 50 aniversario del Centro Catal¨¢n de Lausana-Ginebra, una entidad que se autodefine como "apol¨ªtica". All¨ª, rodeada de emigrantes y expatriados, pudo volver a sentirse en casa por unas horas: bailaron sardanas, comieron platos t¨ªpicos y escucharon al cantautor Miquel Pujad¨®.?
El acto no trascendi¨® a la prensa local. En el plano medi¨¢tico, el impacto de la cuesti¨®n catalana se ha enfriado notablemente en los pa¨ªses de destino. Y con Suiza en campa?a electoral, B¨¦lgica acerc¨¢ndose a los 300 d¨ªas sin Gobierno y Escocia embarcada en la b¨²squeda de su propio refer¨¦ndum de independencia ante la inminencia del Brexit, las cuestiones internas copan la actualidad.
Rovira, representada por el letrado suizo Jean-Marc Carnic¨¦, cuenta con el apoyo del llamado Grupo de Amistad Suiza-Catalu?a, integrado por diputados de varias formaciones. El democristiano Yannick Buttet, que integr¨® el colectivo en su etapa de parlamentario, exalta la supuesta tradici¨®n democr¨¢tica suiza frente a la posici¨®n espa?ola. "Me sorprende que un pueblo no pueda expresarse sobre su futuro. Si en nuestro pa¨ªs una regi¨®n quisiera ser independiente se respetar¨ªa, como ha ocurrido en algunos cantones", explica.
Si Espa?a demanda al pa¨ªs helv¨¦tico la extradici¨®n de Rovira, las perspectivas no se presentan a priori mucho m¨¢s favorables que en B¨¦lgica. "Es un pa¨ªs poco colaborativo con la extradici¨®n, y tenemos con ellos nuestra particular batalla por la lista Falciani, al que hemos denegado la entrega a Suiza", recuerdan fuentes jur¨ªdicas en referencia al exbanquero de HSBC que filtr¨® a la Hacienda espa?ola datos bancarios de 120.000 clientes.
La capacidad de aprovechar las diferencias en los c¨®digos penales europeos se ha demostrado hasta ahora fundamental en la estrategia independentista. Eso ha otorgado un valor renovado a la lista elaborada por Boye cuando Puigdemont analizaba la huida. B¨¦lgica, Holanda, Reino Unido, Irlanda y Alemania fueron los cinco nombres que figuraban en ella ordenados de m¨¢s a menos recomendables. "Claro que nos dar¨¢n la raz¨®n. Sea cual sea la calificaci¨®n jur¨ªdica que se le d¨¦ a los hechos, el aut¨¦ntico problema son los propios hechos, que no son constitutivos de delito... Al menos, no en Europa", afirma Boye tajante.
Diana Riba: "Romeva nos pide encontrar puentes de di¨¢logo"
La eurodiputada de ERC Diana Riba, la ¨²nica con la que cuenta actualmente el independentismo en la C¨¢mara comunitaria tras la exclusi¨®n de Puigdemont, Com¨ªn y Junqueras, se muestra partidaria de encontrar una salida dialogada al problema, una postura que choca con la llamada a la confrontaci¨®n de Puigdemont desde Waterloo. Riba, casada con el dirigente de ERC encarcelado Ra¨¹l Romeva, explica que su marido no es favorable a una reacci¨®n en caliente. "Nos pide -o m¨¢s bien nos exige- serenidad e inteligencia. Que trabajemos por encontrar puentes de di¨¢logo para resolver un conflicto que, como siempre ha defendido, no se solucionar¨¢ en los tribunales sino en una mesa de negociaci¨®n".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Carles Puigdemont
- Declaraci¨®n Unilateral Independencia
- Antoni Com¨ªn
- Marta Rovira
- Proc¨¦s Independentista Catal¨¢n
- Ley Refer¨¦ndum Catalu?a
- Extradiciones
- Legislaci¨®n auton¨®mica
- Independentismo
- Juicio al Proc¨¦s
- B¨¦lgica
- Refer¨¦ndum 1 de Octubre
- Autodeterminaci¨®n
- Refer¨¦ndum
- Catalu?a
- Generalitat Catalu?a
- Conflictos pol¨ªticos
- Gobierno auton¨®mico
- Europa
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Comunidades aut¨®nomas
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Espa?a
- Pol¨ªtica
- Legislaci¨®n