El oto?o de la anarqu¨ªa

Barcelona despert¨® calurosa y con sol. A las nueve de la ma?ana se ve¨ªan en las calles escolares rezagados, tiendas que abr¨ªan sus puertas, gentes desayunando en los caf¨¦s y circulaci¨®n de hora punta. A trav¨¦s de la ventanilla del bus 59 se percib¨ªa una normalidad que se rompi¨® cuando el conductor dijo que el trayecto Ramblas abajo se suprim¨ªa al estar cortado el tr¨¢fico. Al llegar a la plaza de la Universidad el oyente visualiz¨® que el centro de la ciudad estaba cortado en muchas calles por coches de la Guardia Urbana.

A lo largo de su itinerario, el oyente se encontr¨® con una manifestaci¨®n de Marea con sus chalecos granates y el lema de que Gobierne quien gobierne las pensiones se defienden; vio protegidas con vallas las puertas del Ayuntamiento y de la Generalitat, ante la que un grupo reducido de estudiantes del sindicato Izquierda Revolucionaria coreaba consignas que le¨ªan en un papel previamente repartido, y vio a una mujer que buscando la foto se dirig¨ªa a los turistas con una pancarta en la que se le¨ªa Free all politics prisoners. Vio empezar en la V¨ªa Layetana, la Jefatura Superior de Polic¨ªa dos calles m¨¢s arriba, la manifestaci¨®n de Tsunami Democr¨¤tic bajo el lema Volvemos a ocupar las calles, aunque en este caso no la ocupaban mucho; el oyente vio tambi¨¦n c¨®mo un hombre colocaba rectangulares banderas de Espa?a en los balcones de Capitan¨ªa General.

Las entradas a la estaci¨®n de Sants estaban controladas por los Mossos y la Polic¨ªa Nacional. Una alta valla met¨¢lica cerraba el acceso al AVE salvo que presentases billete en una estrecha apertura vigilada por seguridad privada. Estaban cerrados los accesos a las l¨ªneas 3 y 5 de metro y en las estaciones exteriores de esas l¨ªneas advert¨ªan de que estaba cerrados los accesos a Renfe en Sants. En el and¨¦n el oyente escuch¨® a un hombre, esperando el metro hacia la Ciudad Universitaria, mandar a la mierda a unos y a otros.

El oyente descans¨® en un banco esperando el obligado corte estudiantil de la Diagonal. Hubo gente, pero fue un corte breve. Los cortes estudiantiles ya carecen de poes¨ªa. Mirando la sentada estaba el oyente cuando le son¨® el m¨®vil: un amigo le explicaba desde el aeropuerto que la polic¨ªa cascaba y que varios despistados hab¨ªan recibido le?a. Nada de qu¨¦ sorprenderse porque hace a?os ya nos dej¨® dicho dijo Mart¨ªn Villa, siendo gobernador civil, que si los antidisturbios supiesen distinguir entre manifestantes y despistados no ser¨ªan antidisturbios: ser¨ªan otra cosa.

D¨¦cadas atr¨¢s, el escritor alem¨¢n Hans Magnus Enzensberger recre¨® lo que fue el corto verano de la anarqu¨ªa en la Barcelona de los a?os treinta. Este lunes, Barcelona vivi¨® lo que puede ser el proleg¨®meno de un largo oto?o de anarqu¨ªa callejera. En el momento de cerrar esta cr¨®nica al oyente le llega el ulular de coches de la polic¨ªa. Van camino de Sants. Tiempo de rauxa m¨¢s que de seny. Como en toda anarqu¨ªa.