Los seis delitos que acechan a Esperanza Aguirre

El ¡°hombre que est¨¢ detr¨¢s¡± es, seg¨²n lo expresan algunos magistrados en sus sentencias, la persona que, aunque materialmente no interviene en los delitos, ¡°inspira y sostiene la acci¨®n de los ejecutores materiales y tiene dominio del hecho en todo momento¡±.

Manuel Garc¨ªa Castell¨®n, juez de la Audiencia Nacional que instruye el caso P¨²nica, busca al hombre o a la mujer que est¨¢n detr¨¢s de una d¨¦cada de corrupci¨®n en el PP de Madrid y en el Gobierno de la Comunidad de Madrid.

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La expresidenta Esperanza Aguirre acude a declarar ante Garc¨ªa Castell¨®n como investigada por seis supuestos delitos ¡ªcohecho, malversaci¨®n de fondos p¨²blicos, falsificaci¨®n de documentos, tr¨¢fico de influencias, prevaricaci¨®n y falsedad electoral¡ª cometidos durante su mandato al frente del Gobierno regional y del PP de Madrid.

Cinco a?os de investigaci¨®n judicial en el caso P¨²nica ¡ªque se inici¨® tras descubrir por la Fiscal¨ªa suiza la existencia de una cuenta en ese pa¨ªs a nombre del que fue secretario general del PP madrile?o, Francisco Granados¡ª han permitido acumular numerosas pruebas de la corrupci¨®n en los tres organismos que dirigi¨® Aguirre.

El PP de Madrid, que presidi¨® Aguirre entre 2004 y 2016, se financi¨® supuestamente de manera ilegal durante su mandato mediante aportaciones en dinero negro de diversos empresarios.

Fundescam, fundaci¨®n del PP que presidi¨® Aguirre entre 2004 y 2010, dedic¨® ilegalmente a actos electorales dinero que recib¨ªa de donaciones de empresarios, muchos de ellos contratistas de la Administraci¨®n auton¨®mica.

El Gobierno regional, que presidi¨® Aguirre entre 2003 y 2012, desvi¨® supuestamente fondos p¨²blicos para el PP de Madrid a trav¨¦s de empresarios adjudicatarios de contratos millonarios.

El juez Garc¨ªa Castell¨®n sostiene en el auto de imputaci¨®n de Esperanza Aguirre que ¡°no es veros¨ªmil¡± que todos esos actos supuestamente ilegales de los que tiene pruebas se produjeran ¡°sin el conocimiento y consentimiento¡± de quien era entonces presidenta auton¨®mica y del PP de Madrid.

¡°El impulso para poner en marcha el entramado [corrupto]¡±, escribe el juez, ¡°debe vincularse a Esperanza Aguirre, en quien concurr¨ªa la condici¨®n de presidenta del partido, candidata de las campa?as investigadas, cotitular de las cuentas que satisfac¨ªan los gastos omitidos en la contabilidad sometida a fiscalizaci¨®n p¨²blica, presidenta y patrona de la fundaci¨®n Fundescam y, sobre todo, presidenta del Gobierno regional, desde donde se tomaron las decisiones instrumentales¡±.

Pero Aguirre sostiene, desde que conoci¨® los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n destapados en el caso P¨²nica, que ella ni vio, ni orden¨®, ni vigil¨® lo que deb¨ªa para impedir esos actos.

De todos los testimonios recabados en la causa y de la documentaci¨®n requisada en los diversos registros judiciales no se puede sacar hasta ahora una prueba definitiva que implique a la expresidenta en los entramados corruptos que salpican al PP de Madrid, a la fundaci¨®n Fundescam y al Gobierno regional. Su nombre no aparece en las declaraciones de quienes admiten las irregularidades, pero se las imputan a otros.

Aguirre era la jefa de los tres organismos donde anid¨® la corrupci¨®n pero, seg¨²n cuenta, ni orden¨®, ni supo, ni vigil¨®.