La exhumaci¨®n de Franco pondr¨¢ fin al ¨²ltimo gran s¨ªmbolo de la dictadura

El entierro, el 23 de noviembre de 1975, se hizo con toda la pompa y honores imaginables y en presencia del rey Juan Carlos. Este jueves todo ser¨¢ muy distinto, como lo es el pa¨ªs. ¡°Sobriedad, discreci¨®n y dignidad¡±, repite el Ejecutivo que proceder¨¢ al traslado de los restos del dictador, en funciones, tras la decimotercera legislatura de la democracia.

El dictador falleci¨® apenas dos meses despu¨¦s de haber firmado cinco condenas a muerte, pena que qued¨® abolida en la Constituci¨®n de 1978 (salvo ¡°para tiempos de guerra¡±) y por ley en 1995. Dej¨® un pa¨ªs sin partidos pol¨ªticos y hoy hay 13 con representaci¨®n parlamentaria, incluido uno, Vox, que ahora habla de ¡°profanaci¨®n¡±; que asegura que condenar el franquismo ¡°no tiene ning¨²n sentido¡± y que 40 a?os [de dictadura] ¡°no se pueden tirar a la basura¡±. Y el proceso para aprobar y finalmente ejecutar la exhumaci¨®n y traslado de Franco ¡ªde un monumento a una tumba; de un lugar donde comparte lecho con sus v¨ªctimas, a otro donde yacer¨¢ con su esposa¡ª, ha sido avalado por los tres poderes del Estado: el legislativo, el ejecutivo y el judicial, entonces confundidos en el r¨¦gimen dictatorial de los consejos sumar¨ªsimos.

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El camino, sin embargo, no ha sido f¨¢cil, como evidencian esas cuatro d¨¦cadas transcurridas desde el entierro, y los 16 meses que separan la exclusiva de este diario adelantando el plan para exhumar al dictador, el 17 de junio de 2018, del momento en que los operarios de una funeraria levantar¨¢n una losa de 1.500 kilos que parec¨ªa inamovible.

Fue el Gobierno de Adolfo Su¨¢rez el que inici¨® las medidas que actualmente conocemos como memoria hist¨®rica y activ¨® las reparaciones al bando de los vencidos en la Guerra Civil, el de los que fueron represaliados (encarcelados, depurados, arruinados) en la dictadura posterior. La tarea continu¨® en los Ejecutivos siguientes, pero el Valle de los Ca¨ªdos quedaba siempre fuera,?¡°desafiando al tiempo y al olvido¡±, como hab¨ªa expresado Franco en el decreto de 1940 en el que anunci¨® el inicio de las obras.?

Ram¨®n J¨¢uregui, ministro de la Presidencia con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, lo describe como ¡°la gran deuda pendiente¡±. Admite la enorme ¡°frustraci¨®n¡± que supuso entregar a la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa en diciembre de 2011 el informe del comit¨¦ de expertos que ¨¦l hab¨ªa conformado y que recomendaba la exhumaci¨®n de Franco sabiendo que lo iban a meter en un caj¨®n. ¡°Lo ten¨ªamos terminado desde antes de las elecciones, pero pensamos que no era oportuno presentarlo hasta despu¨¦s. Cuando perdimos fui el encargado de pasar al nuevo Gobierno todos nuestros documentos, entre ellos, el informe del Valle de los Ca¨ªdos. Le recomend¨¦ que lo hicieran ellos, que recuper¨¢ramos ese consenso del pacto reconciliatorio con Su¨¢rez, pero no hicieron nada¡±. Hoy J¨¢uregui celebra que vayan a cumplirse las recomendaciones de aquellos expertos, pero recuerda que ¡°la exhumaci¨®n de Franco es una condici¨®n necesaria, pero no suficiente para la resignificaci¨®n del Valle¡±.

La operaci¨®n ha costado casi 44 a?os y un m¨¢ximo de 63.000 euros, de los cuales casi 40.000 corresponden a la restauraci¨®n del pante¨®n de El Pardo donde Franco ser¨¢ enterrado junto a su esposa, Carmen Polo. El Gobierno ofreci¨® a la familia del dictador adquirir el espacio al precio tasado por metro cuadrado, pero esta se neg¨®, seg¨²n fuentes de La Moncloa. El mantenimiento del pante¨®n as¨ª como las medidas de seguridad necesarias (se han colocado nuevas rejas, una puerta blindada y detectores de movimiento) correr¨¢ a cargo del Ejecutivo, que tendr¨¢ una de las tres llaves del pante¨®n, en la Delegaci¨®n del Gobierno (otra estar¨¢ en Patrimonio del Estado y otra en el propio cementerio). ¡°No es la soluci¨®n ideal, pero es la posible. Lo prioritario era que el Valle de los Ca¨ªdos dejara de ser un monumento de parte en el que las v¨ªctimas ten¨ªan que compartir espacio con su verdugo¡±, afirma J¨¢uregui.

En la sede de Naciones Unidas de Nueva York, el organismo que recomend¨® varias veces a Espa?a intervenir en el Valle de los Ca¨ªdos, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro S¨¢nchez, insisti¨® en la ¡°inmoralidad¡± de que los restos de Franco hubieran permanecido todo este tiempo junto a sus v¨ªctimas. ¡°Cerramos un cap¨ªtulo oscuro de nuestra historia¡±, declar¨®, tras obtener el aval del Tribunal Supremo en el largo pulso con la familia del dictador. ¡°Ning¨²n enemigo de la democracia merece un lugar de culto. Es una gran victoria de la democracia espa?ola¡±, proclam¨®.

Fausto Canales, hijo y sobrino de dos republicanos enterrados en el mausoleo sin el consentimiento familiar, lleva a?os peleando para recuperar los restos. ¡°Me alegra mucho que Franco salga del Valle, creo que deber¨ªa haberse hecho mucho antes. Pero ahora toca que nos devuelvan los restos. Es una cuesti¨®n de humanidad. Todo el mundo quiere tener a sus muertos en un lugar digno, con sus nombres y apellidos. Que no compartan espacio con el dictador es un alivio temporal, pero el Estado sigue teniendo esa deuda pendiente con nosotros¡±.

Hace apenas unas semanas, tras el fallo del Supremo, el historiador Santos Juli¨¢, fallecido este mi¨¦rcoles, celebraba el traslado de los restos de Franco. ¡°Est¨¢ ah¨ª de manera espuria, no es un ca¨ªdo y debe salir, y los familiares de las v¨ªctimas, recuperar los restos, si es posible. Pero el mejor destino de ese monumento es su ruina, dejar que el tiempo cumpla su funci¨®n y que no se vuelva a invertir un solo euro de los Presupuestos del Estado en su mantenimiento¡±. La democracia decidir¨¢ a partir de ahora.