Abascal, un tigre con piel de cordero
El l¨ªder de Vox equipara inmigraci¨®n a delincuencia e intenta situarla en el centro del debate pol¨ªtico
Abascal anunci¨® que actuar¨ªa en el debate de los cinco candidatos a La Moncloa como un tigre, en contraposici¨®n al perro Lucas de la propaganda del presidente de Ciudadanos, pero se present¨® como un felino con piel de cordero, para no ahuyentar al electorado. El l¨ªder de Vox tuvo que buscar su propio espacio al abordar la crisis catalana, para no confundirse con el discurso de Casado y? Rivera, y se remont¨® a las concesiones que el PSOE de Felipe Gonz¨¢lez y el PP de Aznar hicieron al nacionalismo catal¨¢n de Jordi Pujol. "De aquellos polvos estos lodos", sentenci¨®.
Abascal, que nunca hab¨ªa participado en un debate de esta clase, empez¨® mirando fijo a la pantalla, siguiendo los consejos de sus asesores, pero poco a poco se fue relajando y adoptando un tono m¨¢s natural. Fue entonces cuando empez¨® a introducir los temas m¨¢s espinosos, como la inmigraci¨®n irregular, que se empe?¨® una y otra vez en poner sobre la mesa, o la exhumaci¨®n de Franco, al que se refer¨ªa habitualmente sin citarlo por su nombre.
Realiz¨® algunas afirmaciones incompatibles con la realidad, como que a la polic¨ªa no se le permiti¨® usar material antidisturbios en los primeros d¨ªas de protestas contra la sentencia del proc¨¦s en Catalu?a; o que se archivan el 86% de las denuncias por violencia de g¨¦nero, cuando no llegan al 2%. Vincul¨® la inmigraci¨®n irregular a la delincuencia y asegur¨®, sin citar la fuente de ese dato, que el 70% de los imputados por formar parte de manadas --es decir, violadores en grupo-- son extranjeros. En el distrito madrile?o de Fuencarral, asegur¨®, las vecinas tienen miedo a ser asaltadas por los residentes en el centro de menores extranjeros no acompa?ados (menas) que hay en el barrio.
A pesar de que el presidente en funciones, Pedro S¨¢nchez, le record¨® que la entrada de inmigrantes irregulares se ha reducido dr¨¢sticamente este a?o, insisti¨® en hablar de "inmigraci¨®n masiva", procedente en su mayor parte de "culturas no asimilables e incompatibles de nuestros valores" (un eufemismo para referirse a los pa¨ªses musulmanes) y defendi¨® la "preferencia" de los espa?oles frente a los extranjeros a la hora de acceder a viviendas de protecci¨®n social o ayudas sociales. Pregunt¨® repetidamente a S¨¢nchez cu¨¢l es el coste de la atenci¨®n sanitaria a los inmigrantes irregulares, especulando con que debe sumar miles de millones.
Casado prefiri¨® ignorarle y S¨¢nchez se dirig¨ªa al primero y a Rivera para confrontarles con las propuestas de su socio pol¨ªtico en las comunidades de Andaluc¨ªa o Madrid. Fue Rivera quien entr¨® al cuerpo a cuerpo con Abascal, acus¨¢ndole de haber cobrado m¨¢s de 80.000 euros anuales de un chiringuito auton¨®mico, como los que tanto critica, cuando Esperanza Aguirre le nombr¨® a dedo en? Madrid; o de tener como socio al italiano Matteo Salvini, aliado de los separatistas catalanes. Al final, tambi¨¦n Pablo Iglesias se encar¨® con ¨¦l, despu¨¦s de que el l¨ªder ultra presumiera de ser el ¨²nico de los aspirantes a La Moncloa que hab¨ªa estado amenazado por ETA. Iglesias le replic¨® que su candidata al Senado Rosa Lluch es hija del exministro socialista Ernest Lluch, asesinado por la banda, y no alardea de ello.
Pese a su agresividad en el fondo, que no en las formas, Abascal suaviz¨® algunas de sus propuestas m¨¢s pol¨¦micas. Por ejemplo, pas¨® por alto su idea de privatizar parcialmente el sistema de pensiones, alegando que se trata de un "debate t¨¦cnico complejo". Y, en su minuto de oro, habl¨® de la "transformaci¨®n del Estado auton¨®mico", y no de su simple y llana eliminaci¨®n, como defiende el programa de Vox. Por vez primera, concluy¨® satisfecho, pod¨ªa presentar sus propuestas "sin manipulaciones"; es decir, sin la mediaci¨®n inquisitiva de la prensa.
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