Gri?¨¢n, el hombre que se estaba yendo

Durante el a?o que dur¨® el juicio del caso de los ERE y los 11 meses de espera posterior por la sentencia, muchas veces se ha arrepentido Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n (Madrid, 1946) de haber aceptado la oferta de Manuel Chaves para sucederle en la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa. Ocurri¨® en un viaje Madrid-Sevilla en un tren AVE a finales de marzo de 2009. Chaves hab¨ªa asumido la oferta de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero para ocupar una vicepresidencia y la cartera de Administraci¨®n Territorial en el Gobierno. En su cabeza Chaves solo ten¨ªa un nombre como sustituto, el de Gri?¨¢n, porque lo consideraba el mejor para sortear la brutal crisis econ¨®mica y porque cre¨ªa que garantizaba el consenso interno frente a otras apuestas en el siempre complejo PSOE de Andaluc¨ªa. Con el tiempo, ese s¨ª a su amigo Chaves se lo ha reprochado muchas veces. ?l se estaba "yendo¡± de la pol¨ªtica, sol¨ªa decir, pero no pudo, no quiso o no supo decir que no.

Gri?¨¢n solo puso dos condiciones para asumir el cargo cuando acept¨® relevar a Chaves un a?o despu¨¦s de que este ganara en 2008 las elecciones andaluzas por mayor¨ªa absoluta: repetir como candidato en 2012 (no quer¨ªa que se le considerase un simple interino) y manos libres para cambiar su Gobierno.

Ya entonces, Gri?¨¢n no ocultaba su desagrado con las chapuzas en la Consejer¨ªa de Empleo para otorgar ayudas a las empresas y trabajadores en crisis, que derivaron en el mayor caso de corrupci¨®n de la autonom¨ªa andaluza. Aunque en el juicio mantuvo que ¡°el cr¨¦dito no delinque nunca¡± y que el problema estaba en c¨®mo gestionaba el gasto el departamento de Empleo, el tribunal ha dictaminado: ¡°El encausado era plenamente consciente de la palmaria ilegalidad de los actos en los que particip¨®¡±. Y las chapuzas eran m¨¢s que eso: ¡°Las subvenciones sociolaborales fueron concedidas por la Consejer¨ªa de Empleo al margen del presupuesto, imposibilitando as¨ª su fiscalizaci¨®n previa, lo que favoreci¨® un descontrol absoluto¡±, dice la sentencia.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla e inspector de Trabajo, Gri?¨¢n fue viceconsejero de Trabajo con Rafael Escuredo en el primer Gobierno andaluz, consejero de Salud con Chaves en 1990, ministro de Trabajo y de Sanidad con Felipe Gonz¨¢lez desde 1992 a 1996 y consejero de Econom¨ªa y Hacienda de 2004 a 2009. Es por su etapa en esta Consejer¨ªa por la que ha sido condenado a seis a?os de prisi¨®n por un delito de malversaci¨®n, que el Tribunal Supremo no estim¨® cuando fue a declarar en 2015. En su ¨¦poca de consejero y ministro, Gri?¨¢n siempre se aplic¨® una m¨¢xima que dej¨® atr¨¢s cuando fue elegido presidente de la Junta (2009-2013), secretario general del PSOE andaluz (2010-2013) y presidente federal del partido (2012-2014): ¡°No hables si no mejoras el silencio y no salgas si no mejoras el paisaje¡±.

En la consejer¨ªa, Gri?¨¢n se rode¨® de personas de su total confianza y con un perfil muy t¨¦cnico (¡°estos saben de n¨²meros, pero no de pol¨ªtica¡±, le criticaban internamente), que luego, al llegar a la presidencia, formaron parte de su mesa camilla. Entre ellos se encontraba Carmen Mart¨ªnez Aguayo, consejera de Hacienda, y Antonio Lozano, director general de Presupuestos y luego viceconsejero de Presidencia. La primera ha sido condenada a seis a?os de prisi¨®n por malversaci¨®n y el segundo, a nueve de inhabilitaci¨®n. Estas condenas le pesan tanto o m¨¢s que la suya, porque fue ¨¦l quien los embarc¨® en una aventura pol¨ªtica con final abrupto y amargo.

Cuando asumi¨® el liderazgo del PSOE andaluz, forzando un congreso para evitar tutelas del equipo de Chaves, a los que llamaba ¡°los del antiguo testamento¡±, Gri?¨¢n apost¨® por la renovaci¨®n. Se rode¨® de personas que hasta entonces formaban lo que un dirigente denomin¨® la selecci¨®n sub-21 del PSOE. All¨ª estaban Rafael Velasco, Mario Jim¨¦nez y Susana D¨ªaz. De este tr¨ªo, formado en la dureza de las Juventudes Socialistas de Andaluc¨ªa, solo queda en primera l¨ªnea la actual secretaria general del PSOE andaluz. Fue Gri?¨¢n quien apost¨® por D¨ªaz como sucesora ¡ªdecisi¨®n de la que a veces discrepa tambi¨¦n de s¨ª mismo¡ª para provocar un cambio generacional en la pol¨ªtica andaluza. Eso dijo en un primer momento, aunque m¨¢s tarde asegurase que lo hizo para ¡°preservar a la Junta de la erosi¨®n¡± del caso de los ERE. Fue un gran error de c¨¢lculo.