Apocalipsis pero ya
El optimismo sin grandes motivos de S¨¢nchez chocaba con una profec¨ªa catastr¨®fica de la oposici¨®n que parec¨ªa que se llevar¨¢n un chasco si no se cumple
El ¨²ltimo Gobierno de coalici¨®n en Espa?a fue en 1939, el republicano de Negr¨ªn antes de la derrota, con PSOE, PCE, ERC y PNV. La tentaci¨®n de subirse a la monta?a rusa de la historia era demasiado grande; las emociones a la mano, demasiado fuertes; los adversarios, demasiado excitados. Ninguno se resisti¨®, para eso somos espa?oles. Con la gravedad nadie se aligera, sino que carga la suerte. El mundo se iba a acabar incluso antes de terminar la investidura. En el pleno hubo m¨¢s historia de la que se pod¨ªa digerir, como dec¨ªa Churchill de los Balcanes, porque todo el mundo iba y ven¨ªa de los siglos, desde los 500 a?os de historia de Espa?a que nos contemplan y cit¨® Casado, hasta la matanza de Paracuellos que mencion¨® Abascal. Era inevitable citar a Gald¨®s, a los 100 a?os de su muerte. Hab¨ªa cierto ambiente de Episodios nacionales, pero un poco forzado, y repasar la historia de Espa?a siempre le vuelve a uno tr¨¢gico. Hubo palabras muy gruesas y mucha mala leche.
Esta primera sesi¨®n dibuj¨® el nuevo mosaico parlamentario. Arrimadas sub¨ªa la escalera y nada, a¨²n no pod¨ªa sentarse, se equivocaba de fila: Ciudadanos ya empieza en la cuarta. Cuando sali¨® S¨¢nchez, todo Unidas Podemos se puso en pie a aplaudir. Tambi¨¦n cuando se fue. Paisaj¨ªsticamente, por las pintas ya se mimetizan m¨¢s en los esca?os con los socialistas: muchas chaquetas, alguna corbata, aunque sea con la camisa por fuera.
¡°Buenos d¨ªas, no se va a romper Espa?a¡±, comenz¨® el presidente en funciones. Parec¨ªa decir, como la canci¨®n de Serrat: "Hoy va a ser un gran d¨ªa, plant¨¦atelo as¨ª". Hab¨ªa que cre¨¦rselo, aunque dio pocos motivos para pensarlo, tampoco dio muchas explicaciones de su pacto con ERC y contagi¨® poco su optimismo. En la bancada del PP enseguida se activaron los diputados m¨¢s vocingleros, que hac¨ªan comentarios sin levantar la cabeza del m¨®vil, como en el sal¨®n de casa con la tele puesta. S¨¢nchez tard¨® media hora en hablar de Catalu?a, y parec¨ªa que en realidad era para lo que estaban todos all¨ª, se impacientaban. Luego ley¨® pr¨¢cticamente las 49 p¨¢ginas del programa pactado con Unidas Podemos, y como ya se conoc¨ªa result¨® muy pesado. Aunque algunos se sorprend¨ªan con ciertas medidas y se notaba que no se lo hab¨ªan le¨ªdo. S¨¢nchez hablaba de cosas como una ley de pl¨¢sticos de un solo uso y medio hemiciclo se aburr¨ªa, no hab¨ªan ido all¨ª para eso. Ortega Smith se larg¨®, quiz¨¢ a limar los ¨²ltimos detalles de la Reconquista, y se perdi¨® lo m¨¢s progre del discurso. Un programa socialdem¨®crata normalito que luego fue pintado como si fuera quinquenal sovi¨¦tico. Hasta cuando S¨¢nchez reivindic¨® la exhumaci¨®n de Franco les pill¨® a todos distra¨ªdos con los m¨®viles y no hubo murmullos.
Se hizo un descanso de hora y media que sirvi¨® para hacerse una idea del variopinto Congreso que ha salido: no bast¨® para que a los 19 partidos presentes les diera tiempo, uno detr¨¢s de otro, a su rueda de prensa de valoraci¨®n. Son¨® la llamada y a¨²n estaba hablando Joan Baldov¨ª, de Comprom¨ªs.
Al reanudarse la sesi¨®n Pablo Casado arranc¨® su turno desatado. Con las primeras andanadas S¨¢nchez ya empez¨® a re¨ªrse, y as¨ª todo el rato. Hasta cuando le advirti¨® de que le podr¨ªan denunciar por prevaricaci¨®n si Torra no dejaba su cargo. ¡°Ooooh¡±, dijo el l¨ªder socialista, y en el subt¨ªtulo se pod¨ªa leer ¡°mira c¨®mo tiemblo¡±. S¨¢nchez y Casado son dos l¨ªderes que ya no se escuchan ni se toman en serio, un problema para el futuro. Al l¨ªder del PP solo le falt¨® llamarle chulo de playa. Lleg¨® incluso a ser malhablado, cosa rara en ¨¦l: ¡°?Cu¨¢ndo se jodi¨® el PSOE constitucionalista?¡± (parafraseando Conversaci¨®n en La Catedral), o ¡°?Qu¨¦ narices es eso de conflicto pol¨ªtico?¡±. S¨¢nchez cabeceaba como si Casado fuera un caso perdido mientras hablaba de los socialistas que hab¨ªa asesinado ETA. Pint¨® tal panorama que daban ganas de irse inmediatamente al aeropuerto y salir del pa¨ªs. Tal apocalipsis que casi parec¨ªa que se llevar¨ªa un chasco si al final no se produc¨ªa. Que si luego no se romp¨ªa Espa?a sentir¨ªan una decepci¨®n, m¨¢s que una alegr¨ªa. Era el apocalipsis pero ya, cuesti¨®n de minutos. En una ocasi¨®n, S¨¢nchez intercambi¨® una mirada y una sonrisa c¨®mplice con Rufi¨¢n, como diciendo mira lo que tenemos que aguantar. El l¨ªder del PP fue implacable en repasar todas las contradicciones de S¨¢nchez, ejercicio fatigoso que efectivamente puede llevar muchos minutos, y adem¨¢s es que Casado enumera muy bien. Fue una aniquilaci¨®n verbal total del contrincante pol¨ªtico, para negarle cualquier val¨ªa moral.
Ante esta tunda, S¨¢nchez estuvo flojo, sali¨® con el discurso escrito y cuando improvisa se desliza hacia la broma poco conseguida. En la bancada del PP ya llov¨ªan las imprecaciones y las taqu¨ªgrafas casi miraban m¨¢s para all¨¢ que al estrado. En los esca?os azules del Gobierno, Mar¨ªa Jes¨²s Montero se tom¨® como misi¨®n responderles con caras y aspavientos. Fue un espect¨¢culo desalentador, pensando que son dos fuerzas que impepinablemente tendr¨¢n que ponerse de acuerdo para cualquier pacto de calado. Fue un rifirrafe interminable, y esto es solo el principio. El PP no es que se haya echado al monte, es que ya est¨¢ orde?ando yaks en el Himalaya. Cuando Casado termin¨® no dej¨® pr¨¢cticamente nada para Vox, y esa era la idea. Pero Santiago Abascal lo intent¨®, con su porte y su barba de Hern¨¢n Cort¨¦s subi¨® al palco con un libro de la conquista de M¨¦xico: ¡°Quim Torra debe ser detenido¡± fueron sus primeras palabras. Casado hab¨ªa agotado todas las met¨¢foras y adjetivos del mal con S¨¢nchez, pero el l¨ªder de Vox hizo un esfuerzo y le llam¨® ¡°villano de c¨®mic¡±. Pero aun as¨ª parec¨ªa ¨¦l la copia y Casado el original, de hecho, ni utiliz¨® todo su tiempo. Ser de ultraderecha en estos tiempos se est¨¢ haciendo dif¨ªcil, hay mucha competencia. Abascal, con todo, abronc¨® incluso al diputado de Teruel Existe y le llam¨® ¡°traidor a Espa?a¡±. Ser de Teruel y existir por fin para eso.
Pero si Abascal pensaba que el se?or de Teruel se iba a callar, estaba equivocado. Tom¨¢s Guitarte se estren¨® con un discurso excelente: ¡°Somos gente normal y de la calle, y estoy avergonzado del lenguaje que se ha usado aqu¨ª". En los nuevos suele estar la verdad del espa?ol corriente que entra en el Congreso y alucina con las inercias, el cabreo incorporado de f¨¢brica y la falta de naturalidad que para los dem¨¢s diputados son normales. M¨¢s a¨²n cuando asegur¨® que le han llenado los pueblos de pintadas por su apoyo al PSOE. ¡°Seamos capaces de dejar a un lado la preponderancia masiva de las ideolog¨ªas y pong¨¢monos a trabajar en los problemas de la gente¡±, rog¨®. Era de Teruel pero pod¨ªa haber sido de cualquier provincia.
S¨¢nchez, en todo caso, estuvo c¨®modo con Vox, porque por primera vez hizo algo que ya debi¨® hacer en los debates electorales: responder con datos demoledores y hechos a sus mistificaciones. ¡°?Nosotros no les hemos insultado para nada, solo les hemos descrito!¡±, protest¨® Abascal. Luego a?adi¨® que el PSOE es responsable de los muertos en el Mediterr¨¢neo y de las violaciones de mujeres. Despu¨¦s sac¨® un folio y repas¨® acusaciones contra el PSOE desde 1910. Sali¨® hasta el oro de Mosc¨².
Pablo Iglesias habl¨® poco, elogi¨® a S¨¢nchez, y pareci¨® que le defend¨ªa como a su primo en el patio del colegio, como el de Zumosol. Sac¨® su cara de cabreo, con los ojos muy cerrados, para sacudir a la derecha. S¨¢nchez luego le dio otro abrazo, el buen rollo ya es casi empalagoso. Ana Oramas, de Coalici¨®n Canaria, anunci¨® por sorpresa que votar¨¢ que no, y eso que su partido dijo que se absten¨ªa, ¡°para no traicionar a los canarios¡±. Ser traidor, al contrario que ser de ultraderecha, cada vez se est¨¢ volviendo m¨¢s f¨¢cil. La aritm¨¦tica est¨¢ tan justa que a ver qu¨¦ pasa en la votaci¨®n del martes como alguien se ponga malo o se equivoque. Laura Borr¨¤s, de Junts per Catalunya, dijo: ¡°Vi¨¦ndoles aqu¨ª me parece que el problema de convivencia lo tienen ustedes¡±. Con ella S¨¢nchez empez¨® el debate de fondo sobre la cuesti¨®n de Catalu?a. Sigui¨® con Gabriel Rufi¨¢n, de ERC, que habl¨® con su tranquilidad tensa, parece que en cualquier momento se va a poner a rapear. Asegur¨® a la oposici¨®n que el pacto con el PSOE est¨¢ escrito en el folio que divulgaron y no hay m¨¢s misterio. M¨¢s o menos esto: "Si no hay mesa no hay legislatura". Hizo algunos gui?os. como esta frase: "Espa?a nos roba es el peor lema de la historia". Y, sobre todo: "No renuncio a Alejandro Sanz". A¨²n hay esperanza. Para terminar de arreglar todo, se fue gritando, entre otras cosas, "Viva Andaluc¨ªa libre". En este ambiente de bronca se ech¨® de menos a Albert Rivera, pod¨ªan haberse alcanzado cotas memorables, pero In¨¦s Arrimadas tampoco fue manca. Sigui¨® llamando evang¨¦licamente a la conversi¨®n de posibles socialistas arrepentidos, pero sufri¨® su condici¨®n de interina en el cargo y superviviente de un desastre electoral. Daba impresi¨®n cuando la aplaud¨ªan los suyos y eran cuatro gatos, diez concretamente.
En su turno, Baldov¨ª lleg¨® a agitar una bolsita de tila, para pedir que se calmaran los ¨¢nimos. Fue una jornada entra?able m¨¢s de la pol¨ªtica espa?ola, en una situaci¨®n tan endiablada no dejaba de tener algo saludable ver volar de un lado a otro opiniones tan dispares, este es el pa¨ªs complejo y entretenido que tenemos. Mientras la gente estaba con las compras de los regalos, esperando a ver si por fin los Reyes les tra¨ªan un Gobierno o carb¨®n otra vez, elecciones.
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