Exteriores acepta ahora que se reabran las ¡®embajadas¡¯ catalanas

El Gobierno cambia de estrategia en uno de los principales contenciosos que manten¨ªa con la Generalitat en el ¨¢mbito exterior: la labor de las llamadas embajadas catalanas. El Ministerio de Exteriores ha dado su visto bueno a la reapertura de tres de esas delegaciones, impugnadas por el Gobierno y posteriormente paralizadas por la justicia. Despu¨¦s de que la Generalitat haya reformulado sus objetivos para reactivarlas, el ministerio no ve ya riesgo de que esos centros auton¨®micos entorpezcan la labor exterior de Espa?a.

Lo que parec¨ªa un nuevo desplante de la Generalitat al Gobierno espa?ol en el conflicto por las competencias exteriores ha acabado siendo la primera se?al de un cambio de era. La Generalitat aprob¨® el pasado martes tres decretos para reabrir las tres embajadas suspendidas cautelarmente por el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (las de Argentina, M¨¦xico y T¨²nez). Pero lejos de ser un nuevo desaf¨ªo al Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez, la maniobra contaba con el visto bueno de Exteriores, que hab¨ªa revisado previamente los textos y hab¨ªa logrado introducir algunas modificaciones, seg¨²n explican fuentes de ese ministerio. La v¨ªa libre a la reapertura se dio el pasado 10 de enero, tres d¨ªas antes de que tomara posesi¨®n la nueva ministra, Arancha Gonz¨¢lez Laya, cuando dirig¨ªa el ministerio de manera interina la titular de Defensa, Margarita Robles.

Esa interlocuci¨®n entre las dos administraciones supone un giro respecto a las tensiones mantenidas hasta ahora. Y coincide con la nueva fase de di¨¢logo que S¨¢nchez pretende impulsar en el conflicto catal¨¢n. Con Josep Borrell al mando, Exteriores mantuvo una l¨ªnea muy firme para demostrar que esas oficinas de promoci¨®n de Catalu?a en el extranjero resultaban lesivas para los intereses del Estado. ¡°Est¨¢n siendo un instrumento fundamental para promover las tesis del secesionismo y denigrar la imagen internacional de Espa?a¡±, argumentaba entonces el ministerio.

Ahora, sin embargo, tanto el Gobierno como la Generalitat se muestran mucho m¨¢s conciliadores. Para empezar, el Govern ha mandado a Exteriores los decretos antes de adoptarlos, como marca la ley. La primera vez que la Generalitat legisl¨® para abrir esas embajadas no esper¨® a recibir el informe de Exteriores, que no es vinculante pero s¨ª obligatorio. Ahora, en cambio, ha habido ¡°una serie de correcciones que la Generalitat acept¨® e incorpor¨® a los nuevos decretos aprobados¡±, explican esas fuentes del ministerio. El resultado es que el Gobierno ¡°no tiene objeciones a la literalidad de los decretos¡±, aunque se reserva el derecho de volver a la v¨ªa judicial si percibe que esas delegaciones incumplen la ley.

Fin de la v¨ªa judicial

Esa nueva v¨ªa de entendimiento anula ¡ªal menos de momento¡ª la vertiente judicial de este caso. Al reescribir los decretos para abrir de nuevo las tres delegaciones, tanto el recurso presentado como las medidas cautelares adoptadas por el tribunal, que consist¨ªan en suspender la reapertura de las embajadas, pierden sentido, seg¨²n la interpretaci¨®n de Exteriores. El acuerdo entre el PSOE y Esquerra para que prosperara la investidura de S¨¢nchez alud¨ªa precisamente a "superar la judicializaci¨®n" del conflicto.

Una de las grandes objeciones del ministerio consist¨ªa en el t¨¦rmino que empleaba la Generalitat para referirse a sus contactos con los Estados donde abre oficinas. El departamento de Acci¨®n Exterior hablaba de ¡°relaciones bilaterales¡±, una expresi¨®n que puede interferir en las competencias exclusivas que tiene el Gobierno central en este terreno.

La portavoz del Govern, Meritxell Bud¨®, no aclar¨® el pasado martes cu¨¢l hab¨ªa sido el cambio en el texto de los nuevos decretos y simplemente se refiri¨® a una ¡°actualizaci¨®n en las funciones¡±. El Diario Oficial de la Generalitat no public¨® este jueves el texto pero desde Acci¨®n Exterior, en manos de Esquerra, dicen que se har¨¢ posiblemente hoy.

Las fuentes consultadas no aclaran si la expresi¨®n ¡°bilateral¡± se hab¨ªa utilizado de nuevo, pero dan a entender que los cambios sugeridos en los decretos catalanes iban en esa l¨ªnea. Se trataba de ¡°deslindar las competencias del Estado en materia de relaciones internacionales de la proyecci¨®n exterior que pueda hacer Catalu?a de sus competencias estatutarias¡±, explican. Acci¨®n Exterior de la Generalitat declin¨® hacer comentarios.