S¨¢nchez tantea con Torra una fecha para abrir la mesa de di¨¢logo pol¨ªtica

Desde los dos lados se han rebajado las expectativas, y se ha tratado la reuni¨®n entre Pedro S¨¢nchez y Quim Torra de hoy casi como un tr¨¢mite, pero no es un paso menor. La cita servir¨¢ para dar paso a la mesa de di¨¢logo entre los dos Gobiernos. El mi¨¦rcoles por la noche segu¨ªan las negociaciones, pero es posible que se fije hoy una fecha de comienzo para finales de febrero. Esa mesa, en la que no estar¨¢n ni S¨¢nchez ni Torra pero si representantes del PSOE, ERC, Junts y Podemos, marcar¨¢ el paso de toda la legislatura y la posibilidad de que los republicanos, el apoyo clave, permitan que S¨¢nchez apruebe sus primeros Presupuestos.

Todos los caminos del Gobierno de S¨¢nchez conducen a Catalu?a. De la capacidad del Ejecutivo para gestionar la crisis independentista depende su estabilidad y sobre todo sus primeros Presupuestos, la prueba de fuego para comprobar si, como transmiten incesantemente el PSOE y Unidas Podemos (UP), este es un Gobierno que ha venido para desarrollar muchas medidas progresistas durante cuatro a?os.

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As¨ª que S¨¢nchez ha decidido organizar un viaje de dos d¨ªas a Barcelona en el que no solo ver¨¢ a Torra, sino tambi¨¦n a representantes de la patronal, empresarios, sindicatos, la alcaldesa, la presidenta de la Diputaci¨®n de Barcelona y el partido hermano del PSOE, el PSC, un grupo que siempre le apoy¨® en las batallas internas y que tiene al frente a Miquel Iceta, muy influyente a la hora de dise?ar la pol¨ªtica sobre Catalu?a.

El viaje servir¨¢ para tomar la temperatura a la pol¨ªtica catalana, en plena ebullici¨®n por la inminencia de unas elecciones anticipadas que Torra dice que convocar¨¢ tras aprobar sus cuentas, y para abrir paso a la mesa de di¨¢logo pactada con ERC, a la que incorporar¨¢n representantes de Junts. Ni el Gobierno central ni el catal¨¢n tienen cerrados sus enviados a esa mesa, aunque el nivel ser¨¢ similar al del grupo que negoci¨® el documento que sirvi¨® para que hubiera investidura. Es importante saber a qui¨¦n elige Junts, porque este grupo est¨¢ en pleno debate interno para ver qui¨¦n domina la formaci¨®n y qui¨¦n ser¨¢ el candidato. Algunos de sus consejeros, de hecho, figuran entre los favoritos para encabezar la lista. Por parte del Gobierno central, adem¨¢s de los ministros del PSOE que pueda designar S¨¢nchez, UP tambi¨¦n reclamar¨¢ tener voz en esa mesa.

Fuentes del Gobierno admiten que, pese a que esta cita est¨¢ muy trabajada previamente para que resulte tranquila, Torra es imprevisible y adem¨¢s est¨¢ en un momento pol¨ªtico delicado, pr¨¢cticamente con la vista puesta ya en el final de su mandato. Por eso nadie descarta que todo se complique a ¨²ltima hora, pero lo previsto es una cita muy institucional en la que no habr¨¢ negociaci¨®n pol¨ªtica ¡ªesa la conduce ERC con el PSOE y tendr¨¢ efectos sobre la mesa de di¨¢logo¡ª y solo se marcar¨¢ la fecha para que empiecen a reunirse los negociadores, presumiblemente a finales de febrero.

Las fuentes consultadas en el Ejecutivo, el PSOE y ERC coinciden en que, aunque no ha empezado la negociaci¨®n real sobre los Presupuestos, si la mesa de di¨¢logo se empieza a reunir y se ven algunos avances, por peque?os que sean, los republicanos se muestran dispuestos a consolidar la decisi¨®n que tomaron en enero y permitir que el Gobierno avance con las cuentas. De todos modos, el calendario electoral catal¨¢n complica el escenario y lo hace m¨¢s imprevisible.

Las expectativas sobre el encuentro entre presidentes tampoco son muy grandes en la Generalitat. Fuentes de Esquerra dicen que quedar¨ªan satisfechos con que al menos se pusiera fecha para la primera reuni¨®n. ¡°Y que Torra no lo reviente todo¡±, agrega una voz autorizada entre las filas republicanas. Para ERC ya es todo un ¨¦xito que se lleve a cabo el encuentro entre Torra y S¨¢nchez, algo por lo que han abogado desde que se abri¨® el di¨¢logo con los socialistas. El president, explican en su entorno, llegar¨¢ con ¡°esp¨ªritu constructivo¡± al encuentro. ¡°No vamos a bloquear¡±, agrega una fuente del Palau de la Generalitat. Pese a que habr¨¢ mensajes subrayando la distancia entre las posiciones, la idea es facilitar el acercamiento. ¡°Vamos a ver c¨®mo de real es la voluntad de di¨¢logo. Es hora de pasar de las palabras a los hechos¡±, agregan esas voces.

Moderar las exigencias

La formaci¨®n de Torra no quiere quedar con el sambenito de ser la parte que se levante de la mesa de negociaci¨®n. Eso s¨ª, las fuentes consultadas tampoco descartan, llegado el momento, confrontar con el Gobierno cuando se debatan los puntos m¨¢s complicados. S¨¢nchez ya sabe que Torra propondr¨¢ un refer¨¦ndum de independencia y una amnist¨ªa a los condenados por el proc¨¦s (como se acord¨® en la reuni¨®n entre partidos y entidades secesionistas) pero la reuni¨®n de hoy no es el momento de poner esas exigencias sobre la mesa para llevar el di¨¢logo a un punto muerto. Si Torra recupera esas posiciones, S¨¢nchez las rechazar¨¢ de plano por inconstitucionales.

ERC ha asumido con naturalidad que Torra quiera ahora influir en las condiciones de la mesa de di¨¢logo entre Gobiernos, m¨¢s all¨¢ de las que acordaron el PSOE y los republicanos. Aparte del calendario, Junts per Catalunya sigue insistiendo en la necesidad de un relator, pero el Govern no ha logrado consensuar una posici¨®n al respecto. S¨¢nchez descarta por completo recuperar la figura de un mediador, algo que provoc¨® una gran tensi¨®n interna en el PSOE cuando se plante¨® la pasada primavera y que no est¨¢ en el documento pactado con ERC.

En el Palau de la Generalitat creen que el Gobierno intenta diluir su visita a Torra con otros encuentros sectoriales con empresarios y sindicatos. La reuni¨®n entre ambos presidentes se puso sobre la mesa en plenas negociaciones entre el PSOE y Esquerra para la investidura de S¨¢nchez. El pasado 17 de diciembre, el entonces presidente en funciones llam¨® a Torra, poniendo as¨ª fin al aislamiento al que le hab¨ªa sometido por su gesti¨®n de los disturbios durante las protestas tras la condena a los l¨ªderes del proc¨¦s. S¨¢nchez lleg¨® a negarse en varias ocasiones a cogerle el tel¨¦fono al president.