Errej¨®n guarda M¨¢s Pa¨ªs en un caj¨®n

Hab¨ªa tanto hast¨ªo en Espa?a despu¨¦s del verano pasado, que parec¨ªa el mejor momento para dar un golpe perfecto. Si ??igo Errej¨®n hab¨ªa sobrevivido pol¨ªticamente tras su salida por las bravas de Podemos a principios de a?o, si con una marca nueva como M¨¢s Madrid ¡ªde la mano de la alcaldesa Manuela Carmena¡ª hab¨ªa logrado triplicar los resultados de su antiguo partido en las auton¨®micas de mayo, ?por qu¨¦ no iba a suceder otra vez? Los espa?oles se preparaban inc¨®modos para volver a las urnas por la falta de acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos. Y despu¨¦s de decir muchas veces que no, Errej¨®n dijo s¨ª. Se present¨® como candidato a presidente del Gobierno. Era septiembre y acababa de nacer M¨¢s Pa¨ªs.

Cinco meses despu¨¦s el partido sigue siendo un embri¨®n. Desde su despacho de diputado en los edificios del Congreso, Errej¨®n desdibuja por ahora la idea de una fuerza nacional. ¡°M¨¢s Pa¨ªs fue solo por una urgencia electoral¡±, reconoce. La apuesta se qued¨® lejos de sus objetivos. Uno, entrar con grupo propio y hasta 15 diputados en el Congreso. Y dos, ser clave para el desbloqueo pol¨ªtico. Con sus tres esca?os ¡ªuno de ellos por parte de Comprom¨ªs¡ª, Errej¨®n comparte grupo pol¨ªtico y minutos de intervenci¨®n con otras fuerzas minoritarias. Hay una frase suya que resume el golpe de realidad que supusieron los resultados del 10-N: ¡°No conseguimos que toda nuestra simpat¨ªa se convirtiera en votos¡±.

Errej¨®n siempre habla en primera persona del plural, pero sin estatutos ni organizaci¨®n, ¨¦l es la ¨²nica cara visible de M¨¢s Pa¨ªs. La idea de lanzar la candidatura no fue suya, pero se vio empujado por la gente que lo rodeaba. ¡°Le hicieron creer que pod¨ªa convertirse en el [Pablo] Iglesias ¨²til, cometi¨® el error de pensar que Espa?a iba a ver las cosas como las presentaba el PSOE¡±, dice una persona que lo conoci¨® en sus inicios.

Tras los resultados se instal¨® bastante desconcierto entre las bases, dice el diputado de M¨¢s Madrid en la Asamblea de Madrid, Hugo Mart¨ªnez Abarca, que asegura que ahora s¨ª hay un horizonte. ¡°Empezaremos por la construcci¨®n de M¨¢s Madrid. M¨¢s all¨¢ no s¨¦ qu¨¦ pasar¨¢ en otros territorios, ni lo voy a decidir yo¡±, explica Errej¨®n. La plataforma lanzada por Carmena ¡ªde la que esta se desvincul¨® tras perder la alcald¨ªa y de la que esta semana dijo que quiz¨¢s se hab¨ªa equivocado al crearla¡ª tiene previsto celebrar su primer congreso antes del 2 de mayo. Lo que vaya a pasar en otras comunidades y el modelo de organizaci¨®n futura es una inc¨®gnita. Errej¨®n dice que, sin prisas, le gustar¨ªa llegar a un modelo federal y descentralizado. ¡°Creo que no tiene que haber un secretario general. No creo que haya que construir un modelo cesarista, hay que repartir el poder¡±, dice quien hasta ahora es due?o de su acci¨®n pol¨ªtica sin rendir cuentas con nadie.

Frente a quienes le dan por muerto pol¨ªticamente, principalmente entre las filas de Podemos, Errej¨®n sostiene que tiene una oportunidad ¨²nica. ¡°Antes estaba en un grupo grande pero no participaba, ahora marco posici¨®n pol¨ªtica propia¡±. Su estrategia es la de robarle apoyos a Podemos buscando la mayor exposici¨®n posible. Con Pablo Iglesias y todos los miembros de peso de su expartido en responsabilidades de Gobierno, Errej¨®n busca un equilibrio entre su apoyo al Ejecutivo de coalici¨®n, del que dice que es ¡°una gran oportunidad para Espa?a¡±, y la ¡°autonom¨ªa ideol¨®gica¡± frente a lo que considera un Podemos diluido en el Gobierno liderado por el PSOE. Ya est¨¢ empezando a probar su estrategia.

Esta semana se desmarc¨® de la idea de los socios de Gobierno de incluir en la reforma del C¨®digo Penal el delito de exaltaci¨®n del franquismo. Errej¨®n defendi¨® que podr¨ªa tratarse de un ¡°arma de doble filo¡± contra la libertad de expresi¨®n. Su posici¨®n le dio titulares y minutos de televisi¨®n. Fue una decisi¨®n suya, pero asegura que detr¨¢s ¡°hay espacio de debate con compa?eros¡±.

¡°??igo consulta un huevo, pero no hay organizaci¨®n y las decisiones se toman de manera informal. No hay procedimientos, pero s¨ª actitud de debates participativos¡±, coincide Mart¨ªnez Abarca. El tema de posicionarse en contra del delito de enaltecimiento del franquismo, por ejemplo, se debati¨® durante tres horas en un grupo de Telegram ¡ªla red social que utilizan¡ª llamado M¨¢s Memoria.

Errej¨®n es M¨¢s Pa¨ªs, pero ahora trata de mostrar cierta distancia con la toma de decisiones. ¡°Llevo un tiempo en clave personal¡± y centrado en el trabajo en el Congreso, "que me gusta mucho". Con varias citas electorales a la vista en Galicia, Pa¨ªs Vasco y Catalu?a, el pol¨ªtico se desvincula de la decisi¨®n que puedan tomar sus compa?eros en cada territorio sobre presentar o no candidatura, aunque todo apunta a que no concurrir¨¢n por lo inmaduro del proyecto.

Sobre la situaci¨®n econ¨®mica, fuentes del partido aseguran que tanto M¨¢s Madrid como M¨¢s Pa¨ªs est¨¢n al d¨ªa en el pago a proveedores y que los microcr¨¦ditos de simpatizantes recaudados para las campa?as se devolver¨¢n en un plazo de un a?o, tal y como se comprometieron.

El camino de Errej¨®n empez¨® en el Congreso hace cinco a?os sentado en primera fila, al lado de Iglesias. Tras los primeros encontronazos entre los dos amigos, pas¨® a la segunda. Ahora se sienta en la quinta. M¨¢s atr¨¢s, pero m¨¢s alto. Donde la mayor¨ªa ve un retroceso, ¨¦l ve un camino ascendente. Antes era ??igo, el inc¨®modo de Podemos, y ahora simplemente es ¨¦l.