El reto clim¨¢tico cambiar¨¢ el paisaje y es ¨²til imaginarlo: ocurrir¨¢ tanto si fracasamos como si tenemos ¨¦xito
Es necesario visibilizar las cat¨¢strofes que vienen si no hacemos lo suficiente, pero tambi¨¦n futuros alternativos, buenos y a nuestro alcance
?Buenos d¨ªas! Hoy escribo de paisajes. Recuerda que puedes apuntarte aqu¨ª para recibir la newsletter cada semana, gratis en tu correo ?.
El recambio favorito para los combustibles f¨®siles son la energ¨ªa solar y la e¨®lica, pero esa transici¨®n necesaria no saldr¨¢ gratis. Un precio a pagar es su impacto en el paisaje, como contaba Manuel Planelles en este reportaje: los molinos y los paneles necesitan mucho espacio y su multiplicaci¨®n ya choca con el rechazo de algunas zonas rurales.
Entiendo el dilema ¡ªsiempre hay dilemas¡ª, aunque mi impulso es simpatizar con la opini¨®n de Pedro Fresco, el responsable de transici¨®n ecol¨®gica de la Comunidad Valenciana: ¡°La transici¨®n energ¨¦tica tiene un peaje y tiene que haber una ocupaci¨®n del territorio¡±, le explicaba a Planelles. ¡°El paisaje va a cambiar, pero no es la primera vez que ocurre y poco a poco se ir¨¢ normalizando la presencia de las renovables¡±. Se refiere a cosas como los bancales, las tierras de pastos o los kil¨®metros de invernaderos que los humanos hemos ido sembrando con el pasar de los siglos.
No creo que podamos impedir el impacto de los molinos y los paneles solares. Esta semana arranca la Cumbre del Clima y es f¨¢cil predecir un mensaje que traer¨¢n los cient¨ªficos: nos dir¨¢n que vamos tarde. La situaci¨®n es de emergencia, como tambi¨¦n subraya Fresco: ¡°Vamos tan ajustados de tiempo en la transici¨®n que hay que instalar renovables de forma masiva. No hay vuelta de hoja¡±.
El paisaje va a cambiar, y para ir imagin¨¢ndolo, son fant¨¢sticas las fotos del parque solar de Talayuela, del fot¨®grafo Daniel Ochoa de Olza, que acompa?an el reportaje de El Pa¨ªs Semanal.
Como esta:
O esta:
Actuar contra el cambio clim¨¢tico pasa por usar fuentes de energ¨ªa extensivas en superficie. Eso cambiar¨¢ el campo, las tierras vac¨ªas y los suburbios. Pero tambi¨¦n cambiar¨¢n nuestras ciudades, sus conexiones y qui¨¦n sabe qu¨¦ m¨¢s. Ser¨¢ as¨ª tanto si fracasamos como si tenemos ¨¦xito.
?Qu¨¦ aspecto tendr¨¢ el paisaje del futuro? Pensarlo sirve para hacer m¨¢s tangible el dilema clim¨¢tico, que es resbaladizo porque sus consecuencias llegan poco a poco. Las cat¨¢strofes las hemos visto en muchas pel¨ªculas, desde Blade Runner a Interstellar, con lluvias permanentes y tierras bald¨ªas. Pero me interesan los paisajes del ¨¦xito. Si somos ingeniosos y cabales luchando contra el calentamiento, ?c¨®mo ser¨¢ el mundo de 2050? ?Es posible fantasear con ciudades que se envuelven en bosques y con bandadas de aves que guiamos para evitar los enjambres de molinos?
Estos d¨ªas le¨ªa sobre algunas propuestas optimistas. Hay cient¨ªficos dedicados a estudiar innovaciones ¡°agrovoltaicas¡±, que busquen sinergias entre la agricultura y la producci¨®n el¨¦ctrica. Una de sus ideas es usar paneles solares que den sombra a los cultivos, como una especie de invernaderos rudimentarios, que en lugar de reflejar la luz de vuelta al espacio, la absorban. ¡°Es un caso raro de win-win-win,¡± dec¨ªa Greg Barron-Gafford, un cient¨ªfico de la Universidad de Arizona, en un reportaje de Wired: ¡°Cultivando a la sombra de los paneles, reducimos la luz solar que evapora el agua y que estresa a la planta¡±.
Pensar en el paisaje tiene un poder: hace m¨¢s s¨®lidos los futuros clim¨¢ticos que tenemos delante, como alternativas entre las que vamos a elegir. Hasta ahora hemos puesto ¨¦nfasis en imaginar las cat¨¢strofes que vienen si no hacemos lo suficiente, que me parece ¨²til. Pero tambi¨¦n hay valor en hacer tangibles las alternativas positivas, para ver nuestro dilema como una elecci¨®n con dos opciones cre¨ªbles: a un lado, la amenaza de un mundo peor, al otro, un mundo bueno al alcance.
M¨¢s historias
? 1. Atasco global
Me fue muy ¨²til este resumen de la crisis de suministros, sobre obras paradas, videoconsolas agotadas y nueve meses para recibir un coche. Estas complicaciones, adem¨¢s de problem¨¢ticas, me parecen fascinantes porque no tienen una causa ni evidente, ni sencilla. No es que se haya disparado la demanda de productos o que falten grandes barcos; ni se explica solo por la escasez de ciertas materias. El atasco es un desajuste. Antes de la pandemia hab¨ªa un equilibrio, con rutas estables y flujos predecibles, pero ese equilibrio se alter¨® y el desorden es ineficiente.
En esta web se publica un ¨ªndice con el precio de enviar un contenedor en una ruta mar¨ªtima: A principio de 2020 costaba unos 1.500 d¨®lares, pero desde agosto cuesta 10.000 d¨®lares, seis veces m¨¢s.
? 2. Por donde pasa internet
El 65% de los datos en Espa?a y Portugal circulan por un pol¨ªgono madrile?o, Juli¨¢n Camarillo, donde se alojan los servidores de Facebook, Google o Netflix. Me interes¨® esta historia de Fernando Peinado sobre unos edificios que tambi¨¦n parecen tra¨ªdos del futuro: ¡°una gran nevera para ordenadores, guardados bajo siete llaves y protegidos contra cat¨¢strofes¡±. Con la relevancia de internet, son cada vez m¨¢s importantes los edificios que aseguran su funcionamiento.
?? 3. Los datos de Benzema
El futbolista franc¨¦s est¨¢ superacertado esta temporada, l¨ªder de las grandes ligas en suma de goles y asistencias. Pero sus virtudes siempre empezaron m¨¢s atr¨¢s, antes del ¨²ltimo pase, y nuevas estad¨ªsticas las est¨¢n sacando a la luz. Lo contaba esta semana con David ?lvarez, en un art¨ªculo donde desplegamos un mont¨®n de gr¨¢ficos.
Benzema destaca lejos del gol. Mirad esta tabla, con nueve m¨¦tricas para los mejores goleadores de 20-21 y 20-22, que me cedieron de Driblab. Benzema no est¨¢ entre los cinco mejores marcando, pero destaca asistiendo y en labores que ocurren antes en la jugada. Pone casi todo en verde.
La pieza tiene un mont¨®n de datos que no puedo repasar ahora, pero si os interesan los n¨²meros del f¨²tbol, dadle un vistazo aqu¨ª.
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