Bastien Sachet, asesor medioambiental: ¡°Muchas empresas no saben de d¨®nde viene su materia prima¡±
El ingeniero agr¨®nomo dirige Earthworm, una fundaci¨®n que asesora a multinacionales como Nestl¨¦, el Grupo Bimbo o Johnson & Johnson para reducir el impacto de su actividad en el lugar del que obtienen los productos
Al otro lado de la pantalla, Bastien Sachet (Sainte Adresse, Francia, 47 a?os) levanta la pierna por encima de la mesa y ense?a un tobillo hinchado y rodeado de hielos. Se lo ha torcido una hora antes de la entrevista, mientras daba de comer a las gallinas en su casa, en un pueblo de Suiza. ¡°Quiero hacer demasiadas cosas y me acabo haciendo da?o¡±, dice. Sachet es franc¨¦s, ingeniero agr¨ªcola y presidente de la Fundaci¨®n Earthworm, una organizaci¨®n con m¨¢s de 25 a?os de historia que siempre se ha movido en un terreno un tanto resbaladizo. Ayudan a multinacionales como Nestl¨¦ o Johnson & Johnson a colaborar con los agricultores y empresas locales ¨Drepartidas por el mundo¨D de las que obtienen las materias primas y les asesoran para reducir el impacto que tiene su actividad extractiva.
Pregunta: ?C¨®mo distingue a las empresas que van en serio de las que solo quieren un lavado de cara cuando trabaja con ellas?
Respuesta: Es un proceso de prueba y error. Hay otras organizacionesque ven a todas las empresas como enemigas. Nosotros las vemos como monstruos con mucha capacidad de influencia, para bien y para mal. Nestl¨¦, por ejemplo, est¨¢ conectada con un mont¨®n de agricultores en Francia y las instrucciones que les mandan pueden cambiar las cosas. Sabemos que estas multinacionales no se han preocupado por el medio ambiente durante mucho tiempo, pero nosotros intentamos llevarlas a nuestro terreno para que tengan un impacto positivo.
P: ?Y qu¨¦ pasa cuando no quieren?
R: Las dejamos marchar. Somos una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro, no somos una empresa, no estamos trabajando para nadie y tomamos las decisiones libremente. Al principio, hablamos con ellos para ver qu¨¦ es lo que quieren y si encaja con nuestra misi¨®n. Si quieren trabajar para regenerar el suelo y vemos que tienen ambici¨®n y voluntad de cambiar las cosas, empezamos a trabajar con ellas. Lo primero que hacemos es conectar los puntos de la cadena de suministro hasta encontrar el lugar del que extraen la materia prima.
P: ?Las empresas no lo saben de antemano?
R: No, muchas veces no saben de d¨®nde viene su materia prima. Durante los ¨²ltimos treinta a?os, las empresas se han centrado en el marketing, en contar una historia bonita y optimizar al m¨¢ximo los costes. No saben de d¨®nde viene el producto que compran al proveedor. El director de una empresa, cuando empezamos a trabajar con ellos, nos dijo que nunca encontrar¨ªamos el origen del aceite de palma que utilizaban. Dec¨ªa que la cadena de suministros globales era demasiado compleja.
P: ?Qu¨¦ pas¨®?
R: Que nos pusimos a investigar hasta encontrar el origen.
P: ?C¨®mo es trabajar con los agricultores en esos lugares?
R: L¨ªpidos Santiga, por ejemplo, es una empresa espa?ola que refina aceites vegetales. Estamos trabajando con ellos. Tiene proveedores en Malasia, Indonesia, Per¨² o Brasil. Nuestra tarea es asegurarnos, con im¨¢genes satelitales y otros m¨¦todos, que la extracci¨®n de la materia prima no est¨¢ conectada con procesos de deforestaci¨®n. Si eso sucede en alg¨²n lugar, hablamos con los proveedores y agricultores y vemos si est¨¢n dispuestos a cambiar su forma de trabajar. Si no quieren, les decimos: ¡°Mira, si no paras esto vamos a dejar de trabajar contigo¡±. Cuando no est¨¢n dispuestas a hacer los cambios, le pedimos a L¨ªpidos que cambie de proveedor.
P: ?Y los agricultores con los que trabajan en Espa?a?
R: Aqu¨ª primero les preguntamos por el estado de su tierra, hablamos con ellos de la econom¨ªa de sus cultivos (que es algo que evidentemente les preocupa mucho) y tratamos de convencerles. Les decimos: ¡®Oye, quiz¨¢ si la tierra no estuviera tan deteriorada, no necesitar¨ªas tanto fertilizante ni tanto pesticida¡¯, que es la verdad. A los que nos escuchan les ayudamos a reconstruir el modelo de negocio, para que las empresas ayuden financieramente a los agricultores mientras prueban esas nuevas pr¨¢cticas m¨¢s ecol¨®gicas.
P: Est¨¢ en la junta asesora de fondos de inversi¨®n que hacen inversi¨®n de impacto [la que se realiza con la intenci¨®n espec¨ªfica de tener un impacto social o medioambiental positivo]. ?C¨®mo va eso?
R: Las grandes empresas tiene muy claro la necesidad de descarbonizar, pero siento que los inversores est¨¢n pidiendo que lo hagan con los mismos m¨¢rgenes de beneficios que el resto, y eso es imposible. Para que haya sostenibilidad, tiene que volverse a invertir en los agricultores. Tenemos que poner dinero en las manos de los agricultores, que han sido descapitalizados por las grandes empresas que han hecho dinero gracias a extraer capital natural y social de ellos. Si queremos revertir el proceso, si queremos que nuestras tierras est¨¦n saludables, tenemos que reducir la intensidad con la que explotamos el suelo.
P: Eso implica menos beneficios.
R: S¨ª, y es terrible ver c¨®mo funciona ahora la inversi¨®n de impacto. Sostenibilidad, sostenibilidad, bajos costes, bajos costes, beneficio. En alg¨²n punto tenemos que dejar atr¨¢s el beneficio, porque no puedes tener ecosistemas sanos y conseguir un 15% de beneficio. Es lo que est¨¢ pasando en la inversi¨®n de impacto. Muchos se est¨¢n echando atr¨¢s porque dicen que no funciona. Claro que no funciona, porque le est¨¢s pidiendo a empresas que toman riesgos enormes al reinvertir en la naturaleza, que tengan los mismos beneficios que aquellas que no est¨¢n haciendo nada.
P: Tras el resultado de las elecciones europeas se est¨¢ hablando de ralentizar la implantaci¨®n del Pacto Verde. ?Cu¨¢l es su diagn¨®stico de la situaci¨®n?
R: El tema del calentamiento clim¨¢tico no se va a disipar. La regeneraci¨®n de la tierra agr¨ªcola, especialmente en Europa, es un tema de ingresos y beneficios para los agricultores. Ahora mismo se gasta mucho dinero en m¨¢quinas y gasolina para remover la tierra, un trabajo que podr¨ªan hacer las lombrices [en ingl¨¦s, earthworm] mucho mejor. Yo creo que el movimiento de regeneraci¨®n de los suelos no va a parar.
P: ?Y no ir¨¢ mucho m¨¢s lento que hasta ahora?
R: El problema es que, hasta ahora, las medidas verdes han llegado a los agricultores por obligaci¨®n, a trav¨¦s de mandatos y restricciones. ?Y c¨®mo ha terminado eso? Con tractores en Bruselas y con los agricultores diciendo ¡®acabemos con todo esto¡¯. Hemos dado un paso adelante y dos atr¨¢s. Yo estoy a favor de una ecolog¨ªa que sea menos punitiva y dise?ada en conjunto con los que gestionan las tierras. Creo que el cambio clim¨¢tico va a estar en lo alto de la agenda pol¨ªtica simplemente porque el impacto que est¨¢ teniendo en la agricultura ya es ineludible.
P: ?Y los agricultores son conscientes de ello?
R: Lo estamos viendo en el norte de Francia, por ejemplo. Hace unos meses hubo all¨ª unas inundaciones terribles. Los agricultores vieron desaparecer sus hect¨¢reas de patatas, con las patatas flotando por encima de la tierra. Antes de eso, cuando ten¨ªamos reuniones sobre agroecolog¨ªa, no ven¨ªa nadie de la parte pol¨ªtica. Ahora los dirigentes de las provincias saben que tienen que estar ah¨ª. El gobierno local es cada vez m¨¢s consciente del problema. Estoy convencido de que, pese a los grandes cambios pol¨ªticos, el movimiento de protecci¨®n del medio ambiente va a seguir, aunque sea de una forma diferente, menos regulatoria y m¨¢s de incentivaci¨®n.
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