La movilidad urbana tiene futuro y es comunitario
El predominio del transporte p¨²blico sobre el privado es vital para unas ciudades cada vez m¨¢s pobladas
El mundo se urbaniza a una velocidad de v¨¦rtigo. M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n mundial vive hoy en grandes ciudades, y se espera que esta proporci¨®n aumente a dos tercios para 2050. Este crecimiento se debe al atractivo econ¨®mico de las metr¨®polis, que concentran oportunidades laborales, acceso a redes de comercio e innovaci¨®n, y una mejor calidad de vida. La migraci¨®n desde ¨¢reas rurales y el crecimiento poblacional impulsar¨¢n un flujo estimado de 2.500 millones de nuevos urbanitas para mediados de siglo. Todos ellos necesitar¨¢n servicios y medios de transporte eficientes, din¨¢micos y, sobre todo, amables con el medio ambiente.
El reto es tit¨¢nico. Y requerir¨¢ esfuerzos coordinados y planificaci¨®n a largo plazo para garantizar que la infraestructura pueda mantenerse al ritmo de la expansi¨®n de la poblaci¨®n. Este ha sido uno de los grandes temas en el foro Tendencias 2024, un encuentro organizado por EL PA?S con el patrocinio de Abertis, Enag¨¢s, EY, GroupM, Iberdrola, Iberia, Mapfre, la Organizaci¨®n de Estados Iberoam¨¦rica (OEI), Redeia, Santander y Telef¨®nica. Ana Ari?o, ex CEO de Iberia Bird y ex EVP del Ayuntamiento de Nueva York, destac¨® c¨®mo la pandemia impuls¨® a las ciudades a repensar sus modelos. ¡°El confinamiento nos permiti¨® imaginar ciudades centradas en las personas, no en los coches. Con menos tr¨¢fico, vimos c¨®mo ciertos espacios se transformaban, redefiniendo la experiencia urbana¡±, explic¨® Ari?o. Desde su perspectiva, la covid-19 actu¨® como catalizador de un debate profundo sobre la movilidad de proximidad y el concepto de la ciudad de 15 minutos. Sin embargo, estos cambios avanzaban con lentitud.
¡°A pesar de las iniciativas, solo el 3% de los desplazamientos hoy se hace mediante modos alternativos. No basta con aumentar la oferta de alternativas, hay que incentivar su uso¡±, reclam¨® Ari?o en el encuentro celebrado en el Real Teatro de Retiro, en Madrid. Por su parte, Jorge Mu?oz Riesco, responsable de Smart Mobility en Iberdrola, profundiz¨® en los efectos de la contaminaci¨®n derivada del transporte, responsable de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero. ¡°Estas emisiones no solo contribuyen al cambio clim¨¢tico, sino que afectan directamente la salud en las ciudades. Debemos redise?ar los espacios urbanos para que permitan una movilidad m¨¢s sostenible¡±. Mu?oz destac¨® que la electrificaci¨®n de los veh¨ªculos es fundamental, pero reconoci¨® que a¨²n existen retos, como el alto costo de los coches el¨¦ctricos y una infraestructura de recarga m¨¢s robusta. ¡°El transporte p¨²blico y la infraestructura de carga deben planificarse estrat¨¦gicamente para ofrecer alternativas viables. No se trata solo de introducir nuevas tecnolog¨ªas, sino de cambiar la forma en que concebimos la movilidad en las ciudades¡±, argument¨®.
Mucho trabajo por hacer
En este sentido, Mu?oz Riesco consider¨® que los gestores urbanos deben priorizar el transporte colectivo sobre el individual. Aunque reconoci¨® que ciertos servicios, como la distribuci¨®n de mercanc¨ªas y el uso de veh¨ªculos compartidos, seguir¨¢n requiriendo autom¨®viles particulares. ¡°El transporte colectivo es fundamental para reducir la cantidad de coches en las ciudades y tiene un gran potencial para transformar la movilidad urbana¡±. Ana Beatriz Jordao, jefa de ONU Habitat en Espa?a, afirm¨® que a¨²n queda mucho por hacer en este ¨¢mbito, ya que solo el 51,6% de la poblaci¨®n urbana mundial cuenta con acceso adecuado al transporte p¨²blico. La urgencia de actuar frente al cambio clim¨¢tico es clara. ¡°Los fen¨®menos extremos ya son una realidad que debemos enfrentar¡±, advirti¨® Jordao, quien describi¨® la imagen de coches apilados por las inundaciones causadas por la dana en Valencia como un s¨ªmbolo de la vulnerabilidad urbana ante estos eventos. ¡°Esa imagen ser¨¢ un recordatorio por a?os¡±, sentenci¨®.
Desde una perspectiva de desarrollo urbano, Bruno Sauer, director general de Green Building Council Espa?a, analiz¨® las fallas estructurales que, seg¨²n ¨¦l, subyacen en los problemas de movilidad urbana. ¡°M¨¢s all¨¢ de los da?os materiales, hay una sensaci¨®n de frustraci¨®n. Los recientes episodios de inundaciones en Valencia fueron un claro ejemplo de nuestra falta de preparaci¨®n¡±, dijo Sauer, quien se refiri¨® al concepto de ciudad de 15 minutos como una idea prometedora, pero a¨²n lejana en su aplicaci¨®n real. Para Sauer, el modelo de ciudad debe reorientarse hacia el bienestar y no solo hacia la eficiencia. ¡°Es momento de pensar en una ciudad menos dependiente del coche, en la que el bienestar humano est¨¦ en el centro de las decisiones. Debemos aprender de estos errores y actuar con visi¨®n a largo plazo¡±, reflexion¨®.
Por su parte, Miguel Melchor, jefe de Urban Mobility en Abertis, puso ¨¦nfasis en la importancia de la peatonalizaci¨®n como un pilar para la movilidad urbana sostenible. ¡°El objetivo no es eliminar el coche privado, sino restarle protagonismo y devolverle la ciudad a sus habitantes¡±, afirm¨® Melchor, quien subray¨® c¨®mo la ampliaci¨®n de espacios peatonales contribuye a una ciudad m¨¢s habitable y segura. ¡°Al ensanchar las aceras no solo mejoramos la experiencia del peat¨®n, sino que creamos espacios para instalar cargadores de veh¨ªculos el¨¦ctricos, luminarias y bancos, elementos que aumentan la seguridad y la comodidad¡±, explic¨®. Tambi¨¦n destac¨® el papel de las zonas de bajas emisiones, que en muchas ciudades han reducido la contaminaci¨®n. ¡°Aunque estas zonas son vistas como algo restrictivo, en realidad deben evolucionar hacia un enfoque de control ambiental. Esto implica que los nuevos conductores asuman estas restricciones como algo habitual, promoviendo una movilidad m¨¢s limpia y sostenible¡±, se?al¨®.
Estas reflexiones deber¨¢n reflejar un acuerdo acerca de la urgencia de reconsiderar los lugares que habitamos. Como expres¨® Ari?o: ¡°El compromiso con el cambio debe ser real y consensuado. La transformaci¨®n de las ciudades hacia modelos sostenibles no solo requiere infraestructura, sino un cambio profundo en la cultura¡±, concluy¨®.
Paisaje arquitect¨®nico en (re)construcci¨®n
Carlo Ratti, profesor del MIT y director de la Bienal de Arquitectura de Venecia, lleva años revolucionando la idea de las ciudades inteligentes y su eficiencia. Para él, el concepto de construcción urbana está en pleno cambio. “Las ciudades tienen solo 10.000 años y son un fenómeno increíble; muchos arquitectos aún piensan que debemos seguir construyendo más”, dijo. Para él, el desafío es adaptar lo que ya existe, como se observa en la transformación de Valencia, y el paso de la reciente dana. Allí, la reconstrucción tomará un gran protagonismo. La arquitectura, explicó Ratti, es nuestra única esperanza para afrontar el cambio climático, pues el espacio urbano y el clima están estrechamente relacionados. Por su parte, Antón García-Abril, fundador de Ensamble Studio, destacó la importancia de entender las ciudades no solo desde una perspectiva arquitectónica, sino ecológica y paisajística, creando un ecosistema holístico que integre tanto la naturaleza como la sociedad.
Alegor¨ªa en favor de los desesperanzados 'millennials'
En este viaje hacia el futuro, los asistentes al foro Tendencias 2024 hicieron una breve regreso al pasado con el escritor Juan Sanguino, quien realizó una alegoría a toda una generación marcada por la esperanza. Para él, los millennials crecieron en una época de prosperidad. “En los 90, los jóvenes tenían dinero para gastar en cultura”. Era la época en la que se vendían más discos que nunca y los cines se llenaban. Alejandro Sanz cantaba sobre sentimientos cotidianos y Antonio Banderas era una estrella internacional. Bandas como La Oreja de Van Gogh conectaban con una generación de clase media, sencilla y sentimental. “Las estrellas del pop eran personas normales”, rememoró Sanguino. Estopa, chicos de barrio, transmitían que el éxito estaba al alcance de todos. “España era un país lleno de oportunidades”. Con la crisis de 2008, ese optimismo se desplomó. “Los millennials nos sentimos estafados”, lamentó. Ese estado de ánimo quedó atrás, y muchos regresaron a La Oreja de Van Gogh para refugiarse en un tiempo más seguro. “Nos robaron la vida adulta que nos prometieron”, exclamó.