David Birch: ¡°No estamos cualificados para tomar algunas decisiones financieras: nuestro terminal ha de tomarlas por nosotros¡±
El especialista en banca pone el foco en la identidad de los usuarios y apuesta por tecnolog¨ªas como el big data, la nube y la inteligencia artificial
A sus 66 a?os, David Birch (San Luis, EE UU) ilustra la mayor¨ªa de sus teor¨ªas con ejemplos que cualquiera puede entender. Su discurso sobre los cambios que la tecnolog¨ªa traer¨¢ a los servicios financieros es apasionado y directo y su mensaje claro: ¡°Las nuevas tecnolog¨ªas cambiar¨¢n nuestra forma de relacionarnos con los bancos¡±.
Considerada una de las 10 personas m¨¢s influyentes en la industria bancaria a nivel mundial por Financial Brand, actualmente dirige el departamento de innovaci¨®n de Consult Hyperion. Aunque reside en Londres, est¨¢ en Madrid con motivo de la presentaci¨®n de El pr¨®ximo paso: la vida exponencial, un libro sobre la tecnolog¨ªa del futuro y sus consecuencias e implicaciones en el que ha participado una veintena de expertos y que se encuentra enmarcado en la iniciativa OpenMind de BBVA. Es precisamente en uno de los ¨²ltimos pisos de La Vela donde nos recibe con una sonrisa tranquila y muchas ideas por explicar.
?C¨®mo prev¨¦ que evolucionen los sistemas de pago en los pr¨®ximos 10 a?os??Un problema que se plantea con respecto a las transacciones es el hecho de tener que acceder a una cuenta bancaria para realizarlas. Si estoy en Facebook chateando con mi hijo y quiero mandarle 50 euros, no me interesa salir de la plataforma, ir a la web de mi banco, rellenar el registro¡ Me gustar¨ªa poder mandar el dinero a trav¨¦s de Facebook con la misma facilidad con la que puedo mandar una foto, y los sistemas de pago deben avanzar en este sentido.
?En qu¨¦ beneficia este aperturismo a los bancos? ?Por qu¨¦ apostar¨ªan por esta soluci¨®n??Esta nueva forma de entender los sistemas de pago pone en el centro de la transacci¨®n la identidad, lo que supone una ruptura con las convenciones tradicionales. Si tienes una cuenta en el BBVA y te acercas ma?ana al Santander para abrir otra, tienes que llevar tu documentaci¨®n y rellenar un mont¨®n de papeleo que ya has entregado en tu banco anterior. Se pierde mucho tiempo en estas cosas. La idea de contar con un registro personal que brinde toda la informaci¨®n requerida en el momento resolver¨ªa buena parte de la burocracia que conocemos y supondr¨ªa un consecuente aumento en la eficiencia del sistema.
Es uno de los temas que trata en su libro Identity is the new money. Con este cambio de paradigma, ?se acerca el final de las tarjetas de cr¨¦dito??Mi tarjeta de cr¨¦dito no me parece imprescindible. Para empezar, la puedo controlar desde mi tel¨¦fono, hacer trasferencias, ver mis transacciones¡ Y si la pierdo o me la roban, no me importa demasiado, puedo pagar con el m¨®vil. A d¨ªa de hoy, es mi identidad la que necesita ser bloqueada y con la que tengo que tener cuidado.
En la banca del futuro habr¨¢ muy pocas personas para las que la riqueza est¨¦ en forma de dinero. Importar¨¢n m¨¢s conceptos como identidad, reputaci¨®n o confianza. Los bancos tienen que jugar un papel diferente al actual, no pueden seguir siendo lugares donde guardar dinero.
?Qu¨¦ tecnolog¨ªas ser¨ªan necesarias para hacer esto posible? Se puede marcar la diferencia con herramientas que ya existen. Hay muchas tecnolog¨ªas entrando en juego como las de autentificaci¨®n o la biometr¨ªa, que hacen m¨¢s f¨¢cil acercar este tipo de soluciones al sector.
?Ser¨¢n los bancos los principales impulsores de estos cambios??Lo primero que conviene tener claro es que los pagos est¨¢n separados de los bancos. La gente piensa que son la misma cosa, pero realmente no es as¨ª. Incluso se regulan de forma separada. Algunos modelos transaccionales est¨¢n creados por bancos, pero a medio plazo es muy posible que la mayor¨ªa de la innovaci¨®n venga de fuera del sector.
?Qu¨¦ dificultades se plantean para que esto sea posible??Curiosamente, el retraso en estas tecnolog¨ªas no tiene nada que ver con cuestiones t¨¦cnicas. Para que estas formas de pago m¨¢s c¨®modas y flexibles sean posibles, Europa debe cambiar su regulaci¨®n y forzar a los bancos a abrir sus infraestructuras. Cuando esto ocurra, no cabe duda de que la evoluci¨®n ser¨¢ exponencial.
?En qu¨¦ se convertir¨ªan los bancos si abrieran sus infraestructuras??Es lo que deben hacer, apostar por la banca abierta y compartir sus APIs (conjunto de funciones para desarrolladores) para que todo el mundo pueda usarlas. Un sistema similar al de Stripe, una startup de pagos que opera en este sentido. Cuando provean esto, podr¨¢n centrarse en la eficiencia de su servicio, ya que la experiencia de usuario la van a poder trabajar otras plataformas como Facebook. En pocas palabras, el futuro de los bancos se podr¨ªa resumir en la consolidaci¨®n del desarrollo y la fragmentaci¨®n de las interfaces. Imagina un banco para gente joven, otro para seguidores de un equipo de f¨²tbol, otro para amas de casa¡ Pero en realidad es un solo banco, simplemente hay gente diferente utilizando estas APIs. Esto supondr¨¢ el cierre de muchas sucursales y una manera diferente de relacionarse con la banca.
?En qu¨¦ estado se encuentran las fintech??En l¨ªneas generales, la finalidad de muchas de estas empresas es allanar el terreno a los bancos, agilizar sus procesos, mejorar su interfaz¡ Algunas son muy innovadoras, pero la mayor¨ªa de ellas¡ ?Son realmente buenas o es que los bancos est¨¢n muy atrasados y tienen procesos lentos e interfaces mejorables? Aun as¨ª, por supuesto existen fintech innovadoras sin las cuales tecnolog¨ªas como el crowdsourcing y algunos sistemas de devoluci¨®n de pagos no ser¨ªan posibles.
Entonces, ?qu¨¦ opciones tienen para entrar en el sistema de forma disruptiva??Hasta ahora nos hemos movido en la era del m¨®vil. Las tecnolog¨ªas m¨¢s rompedoras de los ¨²ltimos a?os han girado en torno a nuestros tel¨¦fonos. Esto realmente ha supuesto un cambio en la forma en que la gente se aproxima a los servicios financieros.
Las puertas que se est¨¢n abriendo, si atendemos a tecnolog¨ªas disruptivas, son el big data, la innovaci¨®n en sistemas de seguridad y la nube, que implica que los bancos puedan prescindir de centros de datos y les permite crear negocios escalables. Tambi¨¦n se est¨¢n empezando a hacer cosas interesantes gracias a la nanotecnolog¨ªa, pero si tengo que elegir una, me quedo con la inteligencia artificial.
?Por qu¨¦ con la inteligencia artificial??Creo que va a ser la pr¨®xima gran revoluci¨®n. Acabamos de pasar, como acabo de decir, la revoluci¨®n de las comunicaciones: el m¨®vil da a la gente este tipo de superpoder que le permite conectar con cualquiera en el planeta, lo que hace una generaci¨®n era impensable. El siguiente paso es hacer que nuestro terminal sea capaz de tomar ciertas decisiones por nosotros. Puede parecer una tonter¨ªa, pero hay muchas decisiones que no estamos cualificados para tomar. Puedes considerarte una persona inteligente y no entender una palabra de lo que dice tu asesor financiero.
?C¨®mo se beneficia la banca de esta revoluci¨®n??Las implicaciones para la banca son enormes. Un ejemplo muy claro son los call center. ?Realmente es necesario hablar con una persona? No estoy seguro. Si equipamos a los chatbots que nos son de sobra conocidos con acceso real a la nube, inteligencia artificial y big data, acabamos de convertir el call center en un ordenador y seguramente funcione con m¨¢s eficiencia. No hace falta mejorarlos, sino acabar con ellos. Todo esto es dif¨ªcil de predecir, pero creo que estas tecnolog¨ªas cambiar¨¢n la forma en que nos relacionamos con la banca.
?Cu¨¢nto tiempo le queda al dinero f¨ªsico??Depende del pa¨ªs. En Reino Unido se paga m¨¢s con tarjeta que en efectivo desde hace unos a?os, un cuarto de las transacciones fue sin contacto, est¨¢n creciendo los pagos desde terminales m¨®viles¡ algunos d¨ªas voy a trabajar en Londres y no veo efectivo. Sin embargo, la cantidad de dinero f¨ªsico est¨¢ creciendo, no disminuyendo. En Espa?a, por ejemplo, hay una circulaci¨®n relativamente grande de billetes de 500 euros. Estamos ante una brecha de efectivo motivada por una econom¨ªa sumergida elevad¨ªsima y una importante falta de control impositivo. En pa¨ªses como Espa?a tardaremos en ver un cambio en este sentido, pero hay pa¨ªses como Noruega, Suecia o Dinamarca donde pr¨¢cticamente nadie tiene dinero.
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