El verano es para las bicicletas el¨¦ctricas
Dentro del ¡®boom¡¯ del ciclismo, destaca el estir¨®n del pedaleo asistido. La demanda deja vac¨ªas las tiendas tras el confinamiento y los fabricantes se mueven para sortear las dificultades de producir en China
El empleado de una tienda de aventura al pie del telef¨¦rico de Fuente D¨¦, en Picos de Europa, se encoge de hombros: ¡°No podemos alquilar bicicletas. Todos los a?os hacemos un pedido de decenas, que vend¨ªamos al a?o siguiente para reemplazarlas por unas nuevas, pero esta vez no nos ha llegado¡±. Tampoco hay rastro de ellas en Potes ni en otras localidades donde sol¨ªan facilitar a los turistas recursos para sus sufridas rutas por la monta?a. El virus que tantas cosas ha cambiado este a?o tambi¨¦n ha estimulado el impulso de salir a la carretera o trasladarse al trabajo en bicicleta, y si es el¨¦ctrica, mejor.
Desde febrero, las b¨²squedas en Google Maps sobre c¨®mo llegar de un punto a otro subido a un sill¨ªn crecieron un 69%, y el mes pasado llegaron a su m¨¢ximo hist¨®rico. En la web Milanuncios, durante la desescalada las b¨²squedas para comprar bicis el¨¦ctricas crecieron un 88%. Y en Decathlon Espa?a reconocen que las compras en sus tiendas se han multiplicado por cuatro ¡°en bicis el¨¦ctricas, de movilidad urbana o de monta?a.
Tras meses con las tiendas cerradas, con el fin del confinamiento se agotaron las existencias en grandes superficies y tiendas especializadas de medio mundo. ¡°Explot¨® la demanda de las m¨¢s baratas, para desplazarse al trabajo y evitar el transporte p¨²blico, y mucha gente tambi¨¦n se compr¨® una para hacer deporte. El stock desapareci¨®¡±, valora Carlos N¨²?ez desde la patronal espa?ola Ambe.
Un empleado del fabricante asturiano MMR recuerda que lo primero que se agotaron fueron los modelos de 500 euros. ¡°A medida que pasaban las semanas nos ¨ªbamos quedando sin bicis hasta que casi se terminaron las de 3.000 euros. Afortunadamente nos pill¨® con existencias en el almac¨¦n. Si en 2021 vendi¨¦semos lo mismo tendr¨ªamos que multiplicar por cinco la producci¨®n¡±. Solo ten¨ªan un modelo el¨¦ctrico y este a?o ampliar¨¢n la gama a seis o siete.
Los grandes fabricantes han sentido el mismo efecto. En TNT Cicles, una poco conocida empresa de Girona que sin embargo es el gran productor del pa¨ªs, lo achacan a que despu¨¦s de varios meses encerrados, lo primero que vino a la cabeza de muchos fue el deporte y, con los gimnasios cerrados, el ciclismo fue una opci¨®n ¡°asequible y para practicar en familia¡±, que adem¨¢s facilitaba el distanciamiento social. Ellos apenas tuvieron roturas de stock, porque la mayor¨ªa de los componentes los compran en Espa?a. ¡°Si dependes de la importaci¨®n, puedes tardar un mes o dos en recuperarte¡±. Han duplicado su facturaci¨®n, han incorporado dos l¨ªneas m¨¢s de producci¨®n el¨¦ctrica y la pr¨®xima temporada esperan ensamblar entre un 20% y un 25% m¨¢s de bicis. ¡°En la el¨¦ctrica ha entrado mucha gente que se ve¨ªa incapaz de ir en una bici mec¨¢nica y otros que ya la ten¨ªan se han interesado por cambiar de modelo¡±.
Javier Ortigosa, Colaborador de la UOC y profesor de la Polit¨¨cnica de Catalunya, cree que es ¡°el empuj¨®n que le faltaba¡±, tras a?os de iniciativas municipales dispersas. Madrid, Barcelona, Avil¨¦s, Valencia, M¨¢laga, Gij¨®n o Zaragoza son algunas de las ciudades con servicio municipal de alquiler de bicis (el¨¦ctricas o no), algo que ha animado a muchos ciudadanos.
Los fabricantes ya se est¨¢n frotando las manos con el cambio de mentalidad. El a?o del coche el¨¦ctrico se ha convertido en el a?o de la bicicleta el¨¦ctrica por obra y gracia del coronavirus. La tendencia estaba ah¨ª: seg¨²n datos de la patronal europea Conebi, en el continente en 2019 se vendieron 3,4 millones de estos modelos, un 22,8% m¨¢s, de una tarta de casi 20 millones de unidades. En Espa?a, tras a?os con avances espectaculares, por encima del 50%, fueron 143.000 las el¨¦ctricas distribuidas, un 28% m¨¢s, cuando apenas se colocaban 10.000 en el a?o 2013. En mercados saturados, como los Pa¨ªses Bajos o Alemania, el pedaleo asistido incluso ha despertado nuevas necesidades en los consumidores. Deloitte, en su an¨¢lisis de previsiones para este a?o, calculaba que de aqu¨ª a 2023 el n¨²mero de modelos el¨¦ctricos en circulaci¨®n podr¨ªan alcanzar los 300 millones en el mundo, lo que supondr¨ªa un aumento del 50% respecto a 2019. ¡°Las bicicletas empezar¨¢n a invadir el posicionamiento del que ahora gozan los autom¨®viles gracias a su comodidad, utilidad y bajo coste relativo. Y en el transporte de mercanc¨ªas podr¨ªan convertirse en la soluci¨®n privilegiada para la entrega en ¨²ltima milla de las ciudades¡±, dec¨ªan en febrero. Incluso sus previsiones pueden quedarse cortas. Porque esos ecos resuenan fuertemente en otros sectores que se empiezan a sentir amenazados.
El organismo regulador de la publicidad en Francia acaba de retirar un anuncio de Vanmoof, un sofisticado productor holand¨¦s de bicicletas el¨¦ctricas que para presentar sus nuevos modelos proyectaba sobre la silueta de un autom¨®vil en descomposici¨®n im¨¢genes de grandes atascos y contaminaci¨®n. ¡°Crea un clima de ansiedad¡±, razon¨® la autoridad profesional de la publicidad (ARPP) para rechazar el anuncio, en una cita recogida por FranceInfo. En Espa?a tambi¨¦n hay ruido de sables desde la patronal. El presidente de Anfac, Jos¨¦ Vicente de los Mozos, asegur¨® en una charla digital durante el confinamiento que lo importante en este momento es demostrar que el pa¨ªs es car-friendly¡±, y ¡°las declaraciones para fomentar el uso de bicicletas y reducir el n¨²mero de coches para ampliar las aceras no ayudan¡±.
La guerra a cuenta de las humildes bicis est¨¢ servida, y no solo entre sectores econ¨®micos, sino entre bloques territoriales. Los taiwaneses Giant Manufacturing o Merida Industry compiten contra los norteamericanos Specialized o Trek y frente a grandes europeos como los holandeses Accell. Pero todos ellos obtienen la gran mayor¨ªa de sus piezas en China, y eso se ha probado que es un deporte peligroso en estos tiempos de fronteras m¨¢s estrictas. De hecho, Giant, el mayor productor de bicis del mundo, comenz¨® el a?o pasado a trasladar a EE UU sus f¨¢bricas cuando Donald Trump anunci¨® el plan de poner aranceles del 25%. Y Europa, seg¨²n recoge Bloomberg, ha aumentado un 64% la importaci¨®n de bicis el¨¦ctricas de Taiw¨¢n despu¨¦s de imponer medidas antidumping contra China. Empresas espa?olas como Orbea se replantearon su modelo y cerraron su producci¨®n asi¨¢tica. ¡°Los fabricantes holandeses, alemanes o italianos han hecho lo mismo y han surgido nuevos centros de producci¨®n en Portugal, Rumania o Bulgaria¡±, explica el responsable de la patronal espa?ola.
Mercado reducido
Se dice que Espa?a no puede quedarse atr¨¢s en las tecnolog¨ªas y productos del futuro. Pero atendiendo a los datos, pedalea en el pelot¨®n de cola de este tour mundial. De acuerdo con AMBE, hay 191 fabricantes nacionales, pero la mitad producen total o parcialmente fuera del pa¨ªs, o ejercen de importadores de marcas extranjeras. La mayor¨ªa son medianos o peque?os. Hay 22.576 empleos en este sector y las ventas de productos ciclistas, incluidas ropa y calzado, alcanzan los 1.800 millones de euros. Nada que ver con Francia o Gran Breta?a, donde ese mercado rebasa los 2.500 millones. En Alemania roza los 4.500.
Pero hay se?ales esperanzadoras. Ortigosa, que tambi¨¦n trabaja en el plan director del ?rea Metropolitana de Barcelona, recuerda que las ciudades espa?olas ¡°son ideales para la bici: tienen densidad y mezcla de usos, al contrario, por ejemplo, que las norteamericanas, donde los desplazamientos de 40 kil¨®metros son comunes¡±. Aqu¨ª no. ¡°Muchas distancias pueden ser cubiertas en bici el¨¦ctrica. Las condiciones de partida son muy buenas, pero se necesitan espacio e infraestructuras¡±. Un espacio que se busca en los despachos de los ministerios. Bajo la coordinaci¨®n de la DGT, en 2015 empez¨® a redactarse la estrategia estatal de la bicicleta. No ha sido hasta despu¨¦s del confinamiento cuando el Gobierno ha decidido encarrilarla. May L¨®pez, directora de Empresas por la movilidad sostenible, cree que ¡°habr¨¢ una ley de movilidad, y ya no se depender¨¢ solo de las ciudades¡±.
La tecnolog¨ªa tambi¨¦n pone su parte, fomentando los cargociclos que transportan todo tipo de objetos y que son cada vez m¨¢s habituales en los cascos hist¨®ricos con tr¨¢fico de coches restringido. ¡°No es un transporte excluyente, todo tiene cabida. El veh¨ªculo el¨¦ctrico, el de hidr¨®geno del futuro, la bici¡ lo que no tiene cabida es el modelo actual¡±, subraya L¨®pez. Lo pr¨®ximo ser¨¢ redise?ar calles, convertir las ciudades en espacios polic¨¦ntricos, proveer de aparcamientos seguros y, en las grandes urbes, facilitar la conexi¨®n con la periferia bloqueada por grandes viales solo pensados para los coches. ?Dif¨ªcil? Seguro. Pero como cuenta en un correo electr¨®nico Manuel Marsilio, director de la patronal europea: ¡°El ciclismo puede hacer que las personas tenga una vida m¨¢s saludable y reducir los costes de los sistemas de salud p¨²blica¡±.
Mientras la revoluci¨®n ciclista se impone en un verano sin Tour de Francia, los peque?os talleres, como el madrile?o Bici con alas, se afanan en convertir modelos mec¨¢nicos a el¨¦ctricos. El pedaleo contin¨²a.
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