Fernando Savater: ¡°La muerte es lo que da el sabor especial a la vida¡±
El intelectual reflexiona sobre el verano, el rey em¨¦rito, el suicidio, el sexo, la droga y aquellos ba?os en La Concha
El piso de Fernando Savater en Donostia no es un piso, es una paradoja. Tiniebla y silencio a tres pasos de esa luz bullanguera en La Concha. Decenas de mu?equitos del cine y el c¨®mic, centenares de libros, pilas de DVD y CD y un n¨²mero indeterminado de objetos no identificados vigilan a quien entre. Un gabinete m¨¢s que una vivienda. Savater (San Sebasti¨¢n, 73 a?os) pone a enfriar el txakol¨ª. Quiz¨¢ para conmemorar el medio siglo ?medio siglo! de la edici¨®n de su primer libro, Nihilismo y acci¨®n, al que seguir¨ªan otras biblias del pensamiento como Contra las patrias, El contenido de la felicidad o ?tica para Amador. Cuando se le pregunta por tel¨¦fono si se le puede ir a entrevistar, contesta: ¡°?Si tienes ese vicio¡!¡±.
Pregunta. ?Qu¨¦ es el verano?
Respuesta. Un recuerdo de felicidad infantil. El momento de la playa, que es una de las formas de dicha m¨¢s persistentes en mi vida, y el tiempo de las lecturas libres. Aunque pens¨¢ndolo bien, me han ocurrido cosas nada jubilosas en los veranos.
P. ?Qu¨¦ es este verano?
R. Este verano es un poco t¨¦trico. Hay algo de siniestro en las precauciones, las mascarillas, esa vigilancia permanente. Somos hu¨¦spedes de una especie de campo de concentraci¨®n ben¨¦volo.
P. ?Qu¨¦ es la muerte?
R. He sido siempre muy lector de Spinoza, y ¨¦l dec¨ªa que el hombre libre en nada piensa menos que en la muerte. La muerte es lo que da el sabor especial a la vida.
P. ?Qu¨¦ es un suicida?
R. Una persona con demasiada prisa. El mejor argumento contra el suicidio es que hay que tener paciencia. El suicida no est¨¢ dispuesto a hacer la concesi¨®n de la paciencia y lo quiere todo, ya.
La verdad es que la familia real sale muy bien librada comparada con otras que no son tan reales. Aqu¨ª, realmente, hay mucha corrupci¨®n. Pero no solo real
P. ?Qu¨¦ es un rey que huye?
R. Es un rey que se retira porque no ha encontrado entre sus personas cercanas la acogida que esperaba. Y entonces se ha retirado de una forma que es un gran error. Hasta que no tenga una acusaci¨®n no tiene por qu¨¦ huir, es una forma de culpabilizarse sin necesidad. Ha quedado mal, pero de quedar mal a ser un delincuente hay mucha diferencia. La verdad es que la familia real sale muy bien librada comparada con otras que no son tan reales. Aqu¨ª, realmente, hay mucha corrupci¨®n. Pero no solo real.
P. ?Qu¨¦ es un caballo de carreras?
R. Es una obra de arte viva. Est¨¢ fabricado por el hombre para correr, y correr no es una imposici¨®n. Ser¨ªa bueno pensar en qu¨¦ sue?a un caballo de carreras. Yo creo que la mayor¨ªa de ellos son conscientes de su tarea, y de sus victorias, y de sus derrotas. Yo he visto caballos deprimidos ante la derrota.
P. ?Qu¨¦ es un animalista?
R. Yo me considero un animalista. Y mi reproche a algunos ultras animalistas de los tiempos actuales es que no ven a los animales como animales, sino como seres humanos disfrazados. Ellos, en el fondo, lo que quieren es acabar con los animales. La bendita inmoralidad de los animales consiste en que no est¨¢n sujetos a deberes y por lo tanto no tienen derechos. Tener derechos les obligar¨ªa a tener deberes y entonces estar¨ªan tan jodidos como estamos nosotros.
P. ?Qu¨¦ es un buenista?
R. Una persona que se quiere autogratificar por la visi¨®n del mundo. La visi¨®n objetiva del mundo no nos es normalmente favorable, al contrario, aporta zozobras, miedos, desenga?os, etc¨¦tera. Y entonces, el buenista es el que quiere hacer una visi¨®n autoindulgente y complaciente del mundo.
P. ?Qu¨¦ es un columnista?
R. Yo entiendo la columna como un servicio p¨²blico. La columna tiene que tener su gracia y su pellizco literario, pero no vale decir lo que sea, porque de lo que se trata es de ayudar a la gente a entender un poco mejor lo que ocurre y a entenderse mejor a s¨ª misma. Y eso te cierra la posibilidad de decir seg¨²n qu¨¦ cosas.
Creer que uno puede determinar su sexo es como creer que puede determinar su estatura o su edad
P. ?Qu¨¦ opina de esos columnistas que como no tienen tema se dedican a contar sus cenas con sus amigos en la casa de la playa?
R. Uffff¡ esos son... yo en ese sentido he sido aplicado. Yo a cada columna le dedico tres tardes. En la primera pienso el tema. En la segunda la remato. Y en la tercera quito lo que sobra, que es lo dif¨ªcil.
P. ?Qu¨¦ son las drogas? ?Y el sexo? ?Y el alcohol?
R. Las drogas son una experiencia con la conciencia que tienes. Tener conciencia es medirla, querer ponerla a prueba, alterarla. La persona que no pone a prueba su conciencia no es un ser humano sino un animal. Claro, una cosa es alterarla y otra destruirla. El sexo est¨¢ ligado a nuestra naturaleza como seres propuestos por unas fuerzas que no conocemos. Por eso a m¨ª esas ideas de la autodeterminaci¨®n de g¨¦nero me parecen estupideces. Creer que uno puede determinar su sexo es como creer que puede determinar su estatura o su edad. Hay b¨¢rbaros que le dicen a un ni?o de seis a?os que puede elegir ser de un sexo o de otro. Eso es lo m¨¢s destructivo que se puede hacer con una personalidad.
P. Le falta el alcohol. Claro, esto es simplista: no es lo mismo tomarse un txakol¨ª fresquito a mediod¨ªa que atizarse uno o varios whiskazos por la noche¡
A m¨ª un terrorista me da miedo. Un justificador de terroristas me da asco
R. A m¨ª me pasan las dos cosas. A lo largo del d¨ªa paso por los dos estadios (risas).
P. ?Qu¨¦ es un predicador?
R. Un predicador es el que sabe no la verdad de su vida, sino la verdad de la vida de los dem¨¢s. Lo cual es altamente fastidioso, sobre todo cuando tiene alg¨²n poder que le refuerza.
P. ?ETA fueron predicadores adem¨¢s de asesinos?
R. Tuvieron predicadores que justificaban y vend¨ªan su mercanc¨ªa. El etarra se limitaba a ser asesino, se expresaba con sus cr¨ªmenes, no ten¨ªa otro discurso que ¡°esto es lo que hay, obedece o muere¡±. Eran domadores. El terrorista es alguien que quiere domar a la sociedad y usa el l¨¢tigo. Y luego hay otros que embellecen el aro con discursos patri¨®ticos y moralistas que justifican la violencia. Esos son los peores. A m¨ª un terrorista me da miedo. Un justificador de terroristas me da asco.
El animal mejor amigo del hombre es el chivo expiatorio. Siempre nos las ingeniamos para echar la culpa al otro
P. ?C¨®mo eran aquellos ba?os en La Concha rodeado de guardaespaldas y los de hoy, solito?
R. De junio a noviembre, yo me ba?o en el mar todos los d¨ªas. Y eso era lo que m¨¢s emocionaba a mis escoltas. Ni mis alocuciones ni mis enfrentamientos con los violentos, ni nada¡ lo que les parec¨ªa tener cojones era meterse en el mar un d¨ªa de lluvia.
P. ?Qu¨¦ es la filosof¨ªa?
R. La filosof¨ªa es el arte de hacerte preguntas que no tienen como respuesta m¨¢s que otras preguntas. Preguntas que no tratan de lo que hago, sino de lo que soy. Esa es la diferencia con la ciencia.
P. ?Qu¨¦ coartadas nos buscamos para que la culpa sea siempre del otro?
R. Es una tendencia natural. El animal mejor amigo del hombre es el chivo expiatorio. Siempre nos las ingeniamos para echar la culpa al otro.
P. ?Qu¨¦ ser¨¢ de nosotros?
R. ?Ves? Esa pregunta es filos¨®fica. Y sea cual sea la respuesta nos seguiremos preguntando. ?Qu¨¦ ser¨¢ de nosotros? La respuesta depende del car¨¢cter de cada uno. Yo estoy convencido de que nada bueno. En lo personal soy muy pesimista, creo que estoy condenado. Y en cambio, en lo p¨²blico creo que la sociedad se salvar¨¢.
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