Marcus Venerius, el nuevo mecenas que emerge de entre las ruinas de Pompeya

Marcus Venerius Secundio tom¨® el ascensor social en el siglo primero. Esclavo del templo de Venus en Pompeya (Italia), obtuvo su liberaci¨®n para unirse despu¨¦s a la magistratura augustal, guardiana del culto imperial. Aquella posici¨®n de privilegio le fue como anillo al dedo para desarrollar un mecenazgo ?¡ª¡±liberalidad con la que Roma seduc¨ªa a sus oponentes¡±, escribi¨® el historiador antiguo Tito Livio¡ª que lo llev¨® a financiar m¨²sica y obras de teatro. En la necr¨®polis de Porta Sarno, dan cuenta de esta trayectoria las inscripciones que incorpora su tumba. Los investigadores de la Universidad de Valencia comenzaron a excavarla en julio y hace solo dos semanas lograron acceder a su interior, dos metros y medio de cavidades donde reposaban los restos humanos mejor conservados de cuantos se han hallado en este yacimiento inagotable. Y los ¨²nicos con signos evidentes de momificaci¨®n.

La cremaci¨®n constituy¨® el rito funerario mejor establecido en Roma hasta el siglo segundo, por lo que aqu¨ª solo se hab¨ªan encontrado inhumaciones de ¨¦poca samnita. Venerius falleci¨® con m¨¢s de 60 a?os, cuando la esperanza de vida media rondaba entonces los 45. La conservaci¨®n de su cabello, del cart¨ªlago de su oreja y de sus huesos constituye un milagro biol¨®gico que se suma a la riqueza arquitect¨®nica de la tumba. Decorada con el fresco de un vergel, presenta en su fachada principal un t¨ªmpano de estuco labrado en el que puede leerse: ¡°Ofreci¨® actuaciones en griego y lat¨ªn durante cuatro d¨ªas¡±. El antrop¨®logo valenciano Lloren? Alapont, director cient¨ªfico de la investigaci¨®n, coordinada por el Parque Arqueol¨®gico de Pompeya, asegura que nunca antes se hab¨ªa podido acreditar la representaci¨®n de obras helenas en esta tierra. ¡°Otro indicio de que era una ciudad global¡±, anota.

Alapont lleva m¨¢s de una d¨¦cada interviniendo en Pompeya y califica este hallazgo como el m¨¢s relevante de todos los que ha efectuado: ¡°Cambia la idea que ten¨ªamos sobre los rituales funerarios en la cultura romana¡±. La gesti¨®n de la muerte define la identidad de una comunidad, refleja las creencias y el estatus de los vivos, convierte el hecho natural en un fen¨®meno cultural. Entonces, ?por qu¨¦ Venerius decidi¨® enterrarse y embalsamar su cuerpo en contra de las ceremonias instituidas? ¡°Se trata de un misterio en el que tendremos que trabajar durante los pr¨®ximos meses¡±, responde el arque¨®logo. Con todo, el equipo baraja una hip¨®tesis: que el origen del liberto estribara en Grecia, donde solo el entierro del cad¨¢ver pod¨ªa prolongar su existencia m¨¢s all¨¢ de la muerte. Una posibilidad que tambi¨¦n explicar¨ªa su promoci¨®n de espect¨¢culos en lengua helena.

Despista, sin embargo, el segundo apellido del difunto o cognomen, cuya ra¨ªz l¨¦xica es latina. Esto impide que los investigadores abonen sin titubeos la tesis de un origen griego. La amplia c¨¢mara funeraria y la preservaci¨®n del cuerpo recuerdan, incluso, a las tradiciones egipcias, agrega Alapont. ¡°Todav¨ªa tenemos que estudiar si la momificaci¨®n parcial del fallecido se debe a un tratamiento buscado o solo es consecuencia del sellado herm¨¦tico de la tumba¡±, aclara. No son pocos los textos de la ¨¦poca que detallan el uso de ciertas fibras, como el asbesto, durante los procesos de embalsamamiento. Solo la ciencia podr¨¢ arrojar evidencia sobre su posible aplicaci¨®n para el desecado de Venerius. Sus restos descansan, mientras tanto, en la c¨¢mara frigor¨ªfica del laboratorio biol¨®gico de Pompeya, similar a la que alberg¨® en 2018 a ?tzi, aquella momia prehist¨®rica encontrada en un glaciar alpino.

En esas mismas dependencias cient¨ªficas, a la espera de que Alapont y los arque¨®logos italianos prosigan con su labor en oto?o, permanecen guardadas las dos urnas f¨²nebres que acompa?aban a Venerius. La primera de ellas, hecha de terracota, custodia las cenizas de un adulto, mientras que la segunda, fabricada con vidrio dentro de una caja de plomo, guarda lo que queda de dos ni?os y otra persona mayor. Esta ¨²ltima luce una inscripci¨®n con el nombre de Novia Amabilis, tal vez familiar del magistrado. ¡°Estos recipientes tambi¨¦n resultan inusuales¡±, describe Alapont. ¡°Los m¨¢s peque?os s¨ª sol¨ªan inhumarse en la Antigua Roma. Queremos estudiar qu¨¦ relaci¨®n exist¨ªa entre los diferentes cuerpos encontrados¡±. Las muestras de estas cenizas, as¨ª como los restos org¨¢nicos implicados en la momificaci¨®n de Venerius, viajar¨¢n durante las pr¨®ximas semanas hasta la Unidad de An¨¢lisis Qu¨ªmico de la Universidad de Valencia, bajo supervisi¨®n de Gianni Gamello.

Adem¨¢s, se han recuperado ajuares funerarios, entre ellos dos ung¨¹entarios ¡ªutilizados como recipientes para almacenar aceite, aunque tambi¨¦n dispensaban polvo¡ª y numerosos fragmentos de tejidos que quiz¨¢ formaron parte de la vestimenta. Objetos analizados con recelo por los arque¨®logos tras un descenso a la tumba m¨¢s bien aparatoso, como relata Alapont. La cuadrilla de 15 investigadores implicados insert¨® en la piedra una puerta de acceso que, desde dentro, pudiera cerrarse, evitando los cambios bruscos de temperatura y humedad. Estas variaciones pueden degradar los restos org¨¢nicos con mucha rapidez. Gracias al uso de t¨¦cnicas como la fotogrametr¨ªa o la realidad virtual, pudieron intuir que el sellado herm¨¦tico estaba contribuyendo a crear unas delicadas condiciones ambientales en el interior. ¡°Nuestra prioridad era preservar ese microclima¡±, asevera el valenciano.

Despu¨¦s aplicaron a todo el entorno un tratamiento fungicida que detuviera el proceso de descomposici¨®n. A ra¨ªz del hallazgo de Venerius, el parque arqueol¨®gico ha iniciado una serie de trabajos de estabilizaci¨®n, dirigidos a mantener la necr¨®polis de Porta Sarno ¡ªal Este del antiguo n¨²cleo urbano de Pompeya¡ª que a¨²n permanece cerrada a los visitantes. La l¨ªnea ferroviaria separa este gran recinto del resto de yacimientos, pero la direcci¨®n quiere incluirlo en el recorrido abierto al p¨²blico, para lo que ha encargado un estudio de viabilidad que ofrezca distintas opciones. El director del Parque Arqueol¨®gico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, define el descubrimiento como ¡°otra tesela de un gran mosaico, a saber, la Pompeya multi¨¦tnica de principios de la Edad Imperial, donde el griego, entonces lengua franca del Mediterr¨¢neo oriental, se encontraba con el lat¨ªn¡±. Una civilizaci¨®n que, desde aquella volc¨¢nica jornada en tiempos de Tito, aguarda a ser descubierta.

Descubra las mejores historias del verano en Revista V.