Los superh¨¦roes de Paco Roca: Catwoman en la Guerra Civil y Batman en Benidorm
El dibujante desvela los detalles de ¡®La gata¡¯, un c¨®mic en cuatro entregas donde la ladrona amenazar¨¢ los tesoros del Prado. En septiembre se publica la historia breve en la que trae al caballero oscuro de vacaciones a Espa?a
Bajo tierra, las guerras siembran cad¨¢veres. Pero, por encima, cr¨ªan un suelo f¨¦rtil para las oportunidades. Y m¨¢s en un pa¨ªs quebrado por una contienda fratricida. ¡°Pens¨¦ que aquella Espa?a encajaba muy bien con una ladrona, era un lugar para gente sin escr¨²pulos¡±, asegura el dibujante Paco Roca. Al fin y al cabo, decenas de estadounidenses se asomaron de verdad al frente ib¨¦rico. Escritores, soldados, marchantes. ?Por qu¨¦, entre tanto hombre exaltado, no pod¨ªa ocultarse una mujer ambiciosa? Hasta las fechas le daban la raz¨®n: el personaje de Selina Kyle se estren¨® en un pu?ado de vi?etas de 1940. Nada imped¨ªa que, unos meses antes de su primer encuentro con Batman y Robin, cruzara el oc¨¦ano en busca de negocios. As¨ª que La gata ¡ªel nuevo c¨®mic de Roca, que el autor desvela a EL PA?S¡ª inventa un origen alternativo para Catwoman: en plena Guerra Civil espa?ola. E imagina que, a la caza de tesoros, sus garras amenacen el Museo del Prado.
¡°Digamos que se involucra en el que puede ser el mayor robo de arte de la historia. Adem¨¢s, aparecer¨¢ alg¨²n que otro personaje conocido. Para muchos estadounidenses fue la ¨²ltima guerra bohemia y rom¨¢ntica, la esperanza final de derrotar al fascismo. Y tambi¨¦n supuso el fin de una forma de combatir, que cambi¨® para siempre con la Segunda Guerra Mundial¡±, a?ade carne en el asador Roca (Valencia, 52 a?os) en una conversaci¨®n telef¨®nica con este diario a principios de agosto. Su propia carrera, adem¨¢s, dispara el inter¨¦s por la novela gr¨¢fica: el autor de Arrugas y Regreso al Ed¨¦n es tal vez el historietista m¨¢s respetado de Espa?a. Narrador de la gente com¨²n y sus desperfectos, se mide ahora con la epopeya de una mujer extraordinaria. Est¨¢ previsto que La gata se publique a lo largo de cuatro entregas, de unas 45 p¨¢ginas cada una ¡ªDC Comics en EE UU; ECC Ediciones en Espa?a¡ª. Es probable que luego todo se recopile en un ¨²nico tomo. ?Cu¨¢ndo? Habr¨¢ que tener paciencia.
El guion, en realidad, est¨¢ listo desde hace dos meses. Roca termin¨® tambi¨¦n los bocetos del primer n¨²mero y los envi¨® a los editores. De momento, est¨¢ a la espera de una respuesta. ¡°Es un ritmo lento para m¨ª, no estoy acostumbrado. Normalmente me sumerjo completamente en un c¨®mic. Salir y volver a meterte me resulta extra?o. Por otro lado, lo positivo es que al retomarlo varias veces ves el tebeo con otros ojos¡±, agrega. En todo caso, dif¨ªcilmente la obra completa ver¨¢ la luz antes de un a?o. Pero Jaime Rodr¨ªguez, director de publicaciones de ECC, ya no ve la hora: ¡°El proyecto de La gata es el m¨¢s importante en el que nos hemos embarcado en toda nuestra carrera editorial. Aunque muchos autores nacionales han trabajado y trabajan desde hace d¨¦cadas para la industria norteamericana del c¨®mic, va a ser la primera vez que se haga en un entorno tambi¨¦n nacional, con par¨¢metros totalmente nuestros. Ser¨¢ uno de los retos creativos m¨¢s importantes de la historia del c¨®mic espa?ol¡±.
Mucho antes, en apenas unas semanas, los lectores tendr¨¢n por lo menos una cata. Con otro sabor, pero un regusto parecido. Porque La gata ser¨¢ la segunda alianza en poco tiempo de Roca con los superh¨¦roes de DC. Todo desde aquella reuni¨®n en San Diego, en 2019. A un lado de la mesa, la editorial despleg¨® a su cat¨¢logo de mitos, de Superman a Wonder Woman. Al otro, el dibujante espa?ol desat¨® su propio superpoder: las ideas. Propuso una historia ambientada en una C¨®mic-Con, donde tipos cualquiera honraban a su disfraz y se convert¨ªan en h¨¦roes de verdad. Tambi¨¦n plante¨® un remake de El extranjero de Orson Welles: Batman se infiltrar¨ªa en la Espa?a franquista a la caza de un nazi escondido. Entre tantas opciones, triunf¨® La gata. Pero Roca sali¨® del encuentro tambi¨¦n con un encargo.
As¨ª que, bajo el mando de sus l¨¢pices, Bruce Wayne tambi¨¦n ha atravesado el oc¨¦ano. Eso s¨ª, para un plan menos atribulado. Nada de bombas ni memoria hist¨®rica, sino un relajad¨ªsimo presente. Batman. Cerrado por vacaciones dibuja el intento de descanso del hombre murci¨¦lago entre copas, piscinas y casinos de Benidorm. Como un veraneante m¨¢s, si eso es posible. Aunque, para una vida tan adrenal¨ªnica, el aburrimiento puede resultar un villano m¨¢s duro que el Joker.
La historia corta, de apenas una decena de p¨¢ginas, se publicar¨¢ el 18 de septiembre en la antolog¨ªa Batman: El mundo. Habr¨¢ un cap¨ªtulo de introducci¨®n con autores y ambientaci¨®n estadounidenses; y, a partir de ah¨ª, el caballero oscuro llevar¨¢ sus haza?as de gira por 13 pa¨ªses, de Italia a Brasil, de M¨¦xico a Corea del Sur, siempre de la mano de firmas locales. Roca, junto con el japon¨¦s Okadaya Yuichi, es el ¨²nico que ha escrito y dibujado su episodio.
¡°Cuando estoy trabajando me abstraigo bastante. Es como una burbuja. El v¨¦rtigo llega ahora. Lo entregas y piensas que funciona. Y te das cuenta de que lo va a ver mucha gente. Te preguntas: ¡®?Les gustar¨¢ a los aficionados de Batman?¡¯. Llegar¨¢ a p¨²blicos muy diferentes, que no me conocen de nada. Posiblemente la mayor¨ªa de mis lectores no lean superh¨¦roes, y viceversa¡±, asegura el autor. Aunque esa es la sinergia que buscaba DC: entregar a sus iconos al cuidado de autores famosos en sus pa¨ªses y dotados de un sello personal. La esperanza es que ganen todos: editorial, creador y lectores.
Lo cierto es que Roca parece haberse llevado a ambos personajes a su terreno. Porque, pese a su protagonista, Batman. Cerrado por vacaciones puede verse como una historia humana, de perdedores. Y, antes de La gata, Roca ya dibuj¨® las trincheras del pasado en Los surcos del azar. El creador valenciano dice que se inspir¨® en tebeos como Batman: A?o Uno (de Frank Miller y David Mazzucchelli) o La broma asesina (de Alan Moore y Brian Bolland), historias maduras y psicol¨®gicas, lejos de recetas m¨¢s manidas, llenas de acci¨®n y superpeleas. Y, para explicarse, recurre a un amplio repaso hist¨®rico: ¡°Se podr¨ªa decir que el c¨®mic, al igual que el cine, surge para mostrar de una forma visual lo que la realidad no era capaz de ense?ar. Pienso en los primeros filmes de M¨¦li¨¨s o las historietas de Flash Gordon. Al principio, el tebeo gan¨® r¨¢pidamente la partida, porque a la hora de retratar algo fant¨¢stico a las pel¨ªculas se les ve¨ªa el truco. Hasta que la explosi¨®n de efectos especiales le dio la vuelta a la partida. Aunque al c¨®mic le quedan muchos terrenos: contar historias de superh¨¦roes desde el lado m¨¢s humano, reflexivo o po¨¦tico¡±. A la vez, sin embargo, el autor reivindica un complejo equilibrio: ¡°Tienen que seguir siendo especiales. Necesitas mantener algo de la ¨¦pica, el glamur y lo inusual del personaje. Si te pasas de normalidad y realismo, ya no tiene sentido un superh¨¦roe¡±.
Tambi¨¦n por eso, estos personajes no se dejan tocar por cualquiera. Y, a cambio de entregar las armas, exigen ciertas garant¨ªas. Tras tantas batallas, Batman sabe perfectamente lo que quiere. Y aunque en La gata, de momento, Roca ha tenido licencia para ¡°crearlo todo de cero¡±, con libertad, debe lidiar con menos p¨¢ginas, n¨²meros independientes y un ritmo narrativo m¨¢s r¨¢pido. Los retos, b¨¢sicamente, se multiplican. ¡°Lo bueno es que tienes personajes con 80 a?os de historia y no debes describirlos. Pero en Astiberri [su editorial habitual] no se meten ni en el fondo ni en la forma de lo que hago. Aqu¨ª te recuerdan que te est¨¢n dejando algo para que juegues, pero se lo tienes que devolver en perfecto estado, no puedes mancillarlo. O lo aceptas o no lo haces. Poco a poco, empiezas a entender por qu¨¦ te hacen determinados cambios. No lo disfrutas, pero te ayuda a comprender lo que hay detr¨¢s¡±, explica Roca.
Los superh¨¦roes nos fascinan porque queremos creer en ellos. Tienen lo mejor y lo peor de nosotros mismos, pero llevado al l¨ªmite
Su Batman, por ejemplo, no pod¨ªa beber directamente alcohol. Y el reciente veto, en una serie animada, a una secuencia en la que el hombre murci¨¦lago practicaba sexo oral a Catwoman tambi¨¦n sirve para entender los l¨ªmites de la industria. Ante eso, un dibujante puede recurrir al ingenio: ¡°Llevas al personaje donde t¨² quieras sin caer en las casillas que no puedes pisar. Aunque seamos muchos los adultos que leamos c¨®mics de superh¨¦roes, est¨¢n pensados para todos los p¨²blicos de EE UU, con su ¨¦tica y moral particular¡±. El sexo, por ejemplo, resulta un asunto mucho m¨¢s espinoso que la violencia.
¡°Los superh¨¦roes nos fascinan porque queremos creer en ellos. Tienen lo mejor y lo peor de nosotros mismos, pero llevado al l¨ªmite¡±, insiste el autor. Aunque, tras tantas gestas, ¨¦l vuelve a tener ganas de algo m¨¢s normal. Y por m¨¢s que siempre haya adorado a Spiderman, no hay telara?as en su horizonte. ¡°Me gusta haber hecho estos cambios de registro. Lo veo como algo ocasional, que me enriquece como autor. Pero estoy contento con las cosas que hago y en la industria de los superh¨¦roes es dif¨ªcil que puedas entrar como autor completo. Me importa poco dibujar por dibujar, me interesa m¨¢s contar historias¡±, afirma. Y en ello sigue. Elige los proyectos que quiere, y vive de lo que narra y retrata. Un privilegio raro en el c¨®mic espa?ol. ?l lo califica de ¡°suerte enorme¡±: ¡°Miras hacia los lados y te gustar¨ªa encontrarte a mucha m¨¢s gente en tu situaci¨®n. Continuamente estoy leyendo cosas cojonudas y luego resulta que las ventas no han sido buenas o el autor vive compaginando otros trabajos¡±.
?l participa en una antolog¨ªa dibujada sobre la covid-19, prepara otro c¨®mic con Astiberri y una serie alrededor de su tebeo El invierno del dibujante. M¨¢s en general, Roca est¨¢ descubriendo una novedad: ¡°Tengo m¨¢s tiempo que nunca¡±. Cuenta que, parad¨®jicamente, desde que se public¨® Arrugas en 2007 ya no pudo dedicarse tanto a la creaci¨®n. Entrevistas, colaboraciones, talleres y viajes tambi¨¦n le reclamaban. Hasta la pandemia: ¡°Ahora el 100% de mi tiempo laboral es para trabajar en los c¨®mics¡±. En historias de superh¨¦roes, y de gente normal. A veces, en el fondo, no son tan diferentes.
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