Paco y Chonchi?a, un amor casi de ficci¨®n
Fue una pasi¨®n a primera vista que super¨® fusilamientos y c¨¢rceles e inspir¨® una novela de ¨¦xito, ¡®El l¨¢piz del carpintero¡¯, de Manuel Rivas, y una pel¨ªcula
El 14 de octubre de 1998 no se present¨® la novela El l¨¢piz del carpintero en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. Estaba anunciado el acto, y se reunieron all¨ª 500 personas, pero en el escenario apareci¨® un orador magistral, Quico Cadaval, junto al guitarrista C¨¦sar Carlos Mor¨¢n, el acordeonista Xurxo Fouto y un violinista, Francisco Comesa?a. De vez en cuando el autor del libro, Manuel Rivas, hablaba e intercalaba sin avisar, en su discurso, fragmentos del libro. Mor¨¢n toc¨® a Lorca, Fouto grit¨® al acorde¨®n: ¡°El pobre no tiene, el rico no da¡±. Y Comesa?a, antes de ponerse con su viol¨ªn, dedic¨® a su madre, Ascensi¨®n Chonchi?a Concheiro, unas palabras de emoci¨®n. Ella estaba sentada en primera fila. Su marido, Paco Comesa?a Rendo, hab¨ªa muerto un a?o antes. Su hijo, el violinista, morir¨ªa 13 a?os despu¨¦s a causa de un c¨¢ncer. Ella lo hizo en 2013, poco despu¨¦s de cumplir 100 a?os.
Su obituario en EL PA?S lo escribi¨® el propio Rivas porque los conoci¨® bien y los trat¨®, record¨® ¡°la manera en que ella y Paco consiguieron resistir, mantenerse abrazados tantos a?os, frente a la maquinaria pesada del crimen, cuando ¡®Espa?a cay¨® de la tierra para abajo¡±, y al final de su art¨ªculo Rivas contaba c¨®mo, tras casarse Conchi?a con Paco cuando ¨¦l estaba en prisi¨®n, una pareja de guardias civiles los liberaron unas horas para que pudiesen pasar la noche de bodas en una pensi¨®n de Vigo, acci¨®n que les pudo costar el fusilamiento a todos. Momento este que es el hecho central, delicado y po¨¦tico, de una de las m¨¢s grandes novelas de la literatura gallega, O lapis do carpinteiro, traducida al castellano como El l¨¢piz del carpintero y presentada en Madrid en un acto en el que no se habl¨® del libro y en el que estaba la mujer, Chonchi?a Concheiro, que inspir¨® a la protagonista, Marisa Mallo, ya viuda del hombre excepcional, preso y condenado a muerte, Paco Comesa?a, que inspir¨® al protagonista, el doctor Da Barca.
Se conocieron cuando los dos ten¨ªan 18 a?os en la Alameda de Santiago de Compostela. Fue un amor a primera vista, adem¨¢s de un amor de novela y de pel¨ªcula (dirigida por Ant¨®n Reixa). Comesa?a estaba de vuelta en Galicia tras nacer en Cuba, hijo de emigrantes de Tui (Pontevedra), y estudiaba Medicina; ella, Magisterio. ?l ya estaba afiliado a las Juventudes Socialistas, y cinco a?os despu¨¦s, en 1936, era secretario general de las Juventudes Socialistas Unificadas (con las comunistas). Particip¨® en la defensa de Ordes y fue capturado en Compostela; el 22 de diciembre de 1936 un consejo de guerra lo conden¨® a muerte junto a otros 15 compa?eros; meses antes Galicia hab¨ªa aprobado su primer Estatuto de Autonom¨ªa. Fueron todos fusilados el 11 de febrero de 1937; todos menos ¨¦l, a quien le salv¨® su nacionalidad cubana y la presi¨®n internacional.
¡°El reloj de la estaci¨®n de tren de Coru?a estaba siempre parado en las diez horas menos cinco minutos. El chaval vendedor de peri¨®dicos ten¨ªa a veces la impresi¨®n de que la aguja de los minutos, la m¨¢s larga, temblaba levemente hasta rendirse de nuevo sin poder con su peso, como ala de gallina. El ni?o pensaba que, en el fondo, el reloj ten¨ªa raz¨®n y que aquella aver¨ªa eterna era una determinaci¨®n realista¡±, escribi¨® Rivas en O lapis do carpinteiro.
Comesa?a empez¨® entonces un penar por las c¨¢rceles espa?olas en el que nunca le falt¨® ella, de una prisi¨®n a otra para estar cerca de ¨¦l. Se casaron en 1941, cuando fue trasladado de Valencia a Vigo. Tras ser revisado su proceso, en 1943 se le baj¨® la pena a seis a?os (que ya hab¨ªa cumplido) y un a?o despu¨¦s se exili¨® en Am¨¦rica (Cuba y M¨¦xico): en La Habana naci¨® su primer hijo, Francisco, que fue apadrinado por Juli¨¢n Grimau, y luego naci¨® Mar¨ªa ?ngeles Comesa?a Concheiro, ¨²nico miembro de la familia que todav¨ªa vive. En M¨¦xico vivieron m¨¢s de 30 a?os entre compa?eros de aventuras art¨ªsticas y pol¨ªticas excepcionales, como Frida Khalo y Diego Rivera. Los dos, Paco y Chonchi?a, se establecieron en Tui en 1976.
Fallecido Paco, Chonchi?a Comesa?a vivi¨® hasta los 100 a?os entre amigos que la cuidaron y la quisieron. Un periodista, Xabier R. Blanco, fue a visitarla en 2008 para un trabajo en EL PA?S. ¡°Ah, la mujer del comunista¡±, dijo un vecino al que le pregunt¨® Blanco por su paradero. ¡°Su hombre era comunista pero muy buena persona¡±, a?adi¨®. La mujer, de 95 a?os entonces, dej¨® varias declaraciones. Una de ellas fue: ¡°Vivir con rencor es lo peor que te puede pasar. Cuando regresamos, en Tui nos hicieron una fiesta. Era el d¨ªa de San Bartolom¨¦ y cuando la procesi¨®n pas¨® por delante se cay¨® la cabeza del Santo. Todo el mundo dijo: ¡®Baj¨® a saludar al comunista¡±. Se declar¨® ¡°muy roja y muy cat¨®lica¡±, y cont¨® c¨®mo, cuando a su marido le conmutaron la pena de muerte, fue a la iglesia corriendo a darle gracias a Dios y a cont¨¢rselo al cura. El sacerdote le respondi¨®: ¡°Pues yo he rezado para que lo maten¡±, y ella, fuera de s¨ª, le respondi¨®: ¡°Pues me debi¨® de escuchar m¨¢s a m¨ª que a usted¡±. Am¨¦n.
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