?Cu¨¢ntos porros suponen un da?o para la salud? M¨¢s de cinco a la semana es un patr¨®n de consumo de alto riesgo

El cannabis se sit¨²a popularmente en el equipo de las (mal) llamadas drogas blandas, las aceptadas socialmente y percibidas como menos nocivas. Como el tabaco o el alcohol. Pero no hay droga inocua. Ni blanda ni dura. Todas tienen un impacto en la salud f¨ªsica y mental e imponen un alto riesgo de dependencia a ellas. No hay un consumo 100% seguro en ninguno de los casos, pero los cient¨ªficos han intentado afinar qu¨¦ cantidad dispara, sin lugar a dudas, el riesgo para la salud. A prop¨®sito del cannabis, investigadores del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona y del IDIBAPS, han coordinado un consenso cient¨ªfico que cifra en cinco o m¨¢s porros de marihuana o hach¨ªs a la semana la dosis perjudicial para el organismo.

Alrededor de 147 millones de personas, el 2,5% de la poblaci¨®n mundial, consume cannabis, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Es, de lejos, la sustancia il¨ªcita m¨¢s cultivada, traficada y consumida, por encima de la coca¨ªna o los opi¨¢ceos, que los toman, por ejemplo, alrededor del 0,2% de la poblaci¨®n mundial. Y aunque se le llame droga blanda, e incluso se hayan descrito efectos terap¨¦uticos ¡ªpara tratar n¨¢useas y v¨®mitos en fases avanzadas de c¨¢ncer o sida, por ejemplo¡ª, sus efectos nocivos sobre la salud se cuentan por decenas: perjudica el desarrollo cognitivo, la memoria, la funci¨®n psicomotriz, la capacidad de atenci¨®n y puede provocar lesiones respiratorias, entre otros da?os.

Merc¨¦ Balcells, responsable de la Unidad de conductas adictivas del Cl¨ªnic y miembro del grupo de trabajo que ha elaborado el consenso, se?ala que, de ninguna manera, el consumo de cannabis es inofensivo. ¡°El riesgo cero no existe. T¨² te fumas un porro hoy por primera vez y puedes tener una crisis de p¨¢nico, por ejemplo. Puedes ser una persona sana, fumarte un porro y que te pasen cosas. Y no te puedo afirmar que no te vaya a pasar nada. Es una sustancia que te llega al cerebro¡±, explica.

En el campo de la salud p¨²blica, no obstante, m¨¢s all¨¢ de cada caso particular, se suele fijar un patr¨®n de consumo de riesgo. Es decir, el punto de inflexi¨®n a partir del cual el riesgo de tener un problema relacionado con el consumo de una sustancia crece exponencialmente. Con el alcohol, por ejemplo, son 20 gramos al d¨ªa en hombres (dos copas de vino) y 10 gramos en mujeres. En cannabis son, seg¨²n el grupo de trabajo del Cl¨ªnic, que ha presentado los resultados en unas jornadas cient¨ªficas en Granada, cinco o m¨¢s porros a la semana.

Balcells remarca que influye la cantidad, pero tambi¨¦n la frecuencia, a la hora de mesurar el riesgo: un 3,7% de los espa?oles consume cannabis a diario o casi a diario, lo que implica que tiene un patr¨®n de consumo de elevado riesgo para la salud. La experta admite cierta banalizaci¨®n social con los riesgos del cannabis y alerta de su complejidad: ¡°Hay una tendencia a presentarla como algo sin riesgos, natural¡­ Pero que venga de una planta no quiere decir que no vaya a tener repercusi¨®n en la salud¡±.

La potencia del cannabis tambi¨¦n es un elemento clave para calcular el riesgo, agrega la especialista. ¡°En 2014 definimos una unidad de porro est¨¢ndar y miramos la cantidad de THC, que es lo que desarrolla el da?o. Ser¨¢ importante la potencia de la marihuana: si es m¨¢s del 10%, es consumo de riesgo¡±, apostilla. Pero es ¡°d¨ªficil¡± para los usuarios, admite, saber cu¨¢nto THC lleva su porro: ¡°Lo que vemos ahora es que est¨¢ aumentando el potencial de lo que se distribuye. Antes, hace unos a?os, llevaba menos cantidad en el preparado¡±, advierte. Mayor carga de THC implica m¨¢s capacidad adictiva y m¨¢s riesgo de trastornos de salud mental, como la psicosis o un adelanto del inicio de otras dolencias, como la esquizofrenia.

Colectivos muy vulnerables

Balcells destaca, adem¨¢s, que hay poblaciones especialmente vulnerables, como los menores de 21 a?os, las embarazadas, madres lactantes o personas con patolog¨ªas f¨ªsicas o mentales de base. Para estos colectivos, cualquier consumo, por peque?o o infrecuente que sea, ya supone un riesgo para la salud. ¡°El consumo en edades tempranas disminuye el coeficiente intelectual y se producen alteraciones cognitivas¡±.

El consenso cient¨ªfico adquirido va en la l¨ªnea del acordado por investigadores canadienses, que empieza por recomendar la abstinencia total para reducir los riesgos que el cannabis tiene para la salud. A partir de ah¨ª, los expertos de Canad¨¢ se?alan que el inicio temprano de consumo ¡ªantes de los 16 a?os¡ª se asocia ¡°con m¨²ltiples efectos sociales y de salud adversos posteriores en la vida adulta joven¡±, sobre todo, si adem¨¢s de temprano, el consumo es intensivo. Los canadienses tambi¨¦n consideran poblaciones especialmente vulnerables a los riesgos del cannabis a ¡°personas con predisposici¨®n o antecedentes familiares de primer grado de psicosis y trastornos por uso de sustancias, as¨ª como mujeres embarazadas (principalmente para evitar efectos adversos en el feto o el reci¨¦n nacido)¡±.

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