Qu¨¦ le ocurre a su h¨ªgado cuando deja el alcohol

Seg¨²n la mitolog¨ªa griega, Zeus castig¨® a Prometeo por dar fuego a los humanos. Encaden¨® a Prometeo y puso a un ¨¢guila a darse un fest¨ªn con su h¨ªgado. Cada noche, el h¨ªgado volv¨ªa a crecer. Y cada d¨ªa el ¨¢guila regresaba para darse un fest¨ªn. En realidad, ?puede volver a crecer un h¨ªgado?

El h¨ªgado es el ¨®rgano interno m¨¢s grande del cuerpo humano. Es necesario para cientos de procesos corporales, incluida la descomposici¨®n de toxinas como el alcohol. Y como es el primer ¨®rgano que entra en contacto con el alcohol que nos bebemos, no es de extra?ar que sea el m¨¢s susceptible a sus efectos. Sin embargo, no hay que olvidar que otros ¨®rganos, como el cerebro y el coraz¨®n, tambi¨¦n pueden resultar da?ados por el consumo excesivo de alcohol a largo plazo.

Como especialista en h¨ªgado, trato a diario a personas con enfermedades hep¨¢ticas relacionadas con el alcohol. Se trata de un espectro de enfermedades que va desde la acumulaci¨®n de grasa en el h¨ªgado (h¨ªgado graso) hasta la formaci¨®n de cicatrices (cirrosis) y que no suele causar s¨ªntomas hasta bien avanzado el da?o.

Grasa y cicatrices

Al principio, el alcohol engrasa el h¨ªgado. Esta grasa hace que el h¨ªgado se inflame. Reacciona intentando curarse y produciendo tejido cicatricial. Si esto no se controla, todo el h¨ªgado puede convertirse en una malla de cicatrices con peque?os islotes de h¨ªgado ¡°bueno¡± entre ellas: la cirrosis.

En las ¨²ltimas fases de la cirrosis, cuando el h¨ªgado falla, las personas pueden ponerse amarillas (ictericia), hincharse de l¨ªquido y sentirse somnolientas y confusas. Esto es grave, e incluso puede resultar mortal.

La mayor¨ªa de las personas que beben regularmente m¨¢s del l¨ªmite recomendado de 14 unidades de alcohol a la semana (unas seis pintas de cerveza de graduaci¨®n normal [4 % ABV] o unos seis vasos de vino de graduaci¨®n media [175 ml] [14 % ABV]) tendr¨¢n h¨ªgado graso. Y, a la larga, desarrollar¨¢n cicatrices y cirrosis.

Buenas noticias

Afortunadamente, tenemos buenas noticias. En las personas con h¨ªgado graso, tras solo dos o tres semanas de abandono del alcohol, el h¨ªgado puede sanar y volver a tener un aspecto y un funcionamiento como si fuera nuevo. En las personas con inflamaci¨®n hep¨¢tica o cicatrices leves, incluso a los siete d¨ªas de dejar el alcohol, se observa una reducci¨®n notable de la grasa, inflamaci¨®n y cicatrices hep¨¢ticas. Dejar el alcohol durante varios meses permite que el h¨ªgado se cure y vuelva a la normalidad.

En los bebedores empedernidos con cicatrices m¨¢s graves o insuficiencia hep¨¢tica, dejar el alcohol durante varios a?os reduce la probabilidad de empeoramiento de la insuficiencia hep¨¢tica y muerte. Sin embargo, las personas que beben en exceso pueden ser f¨ªsicamente dependientes del alcohol, y dejarlo de repente puede provocar s¨ªndrome de abstinencia.

En su forma leve, provoca temblores y sudoraci¨®n. Pero si es grave, puede causar alucinaciones, ataques e incluso la muerte. Por eso no se recomienda a los bebedores empedernidos dejar el alcohol de golpe: deben consultar a un m¨¦dico para dejarlo de forma segura.

Otros beneficios

Dejar de beber tambi¨¦n tiene efectos positivos sobre el sue?o, la funci¨®n cerebral y la tensi¨®n arterial.

Evitar el alcohol durante periodos prolongados reduce asimismo el riesgo de padecer varios tipos de c¨¢ncer (incluidos los de h¨ªgado, p¨¢ncreas y colon), as¨ª como el riesgo de cardiopat¨ªas y accidentes cerebrovasculares.

Sin embargo, el alcohol no es la ¨²nica causa de mala salud. Abandonarlo tiene muchos beneficios para la salud, pero no es una panacea. Debe considerarse como parte de un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada y ejercicio f¨ªsico regular. As¨ª que, volviendo a la pregunta planteada por el mito de Prometeo, el h¨ªgado tiene un poder asombroso para repararse a s¨ª mismo despu¨¦s de haber sido da?ado. Pero no puede volver a crecer como nuevo si ya estaba gravemente da?ado.

Si dejamos de beber y solo tenemos un h¨ªgado graso, este puede volver r¨¢pidamente a la normalidad. Si el h¨ªgado ya estaba cicatrizado (cirrosis), dejar de beber alcohol le permitir¨¢ sanar y mejorar su funci¨®n, pero sin deshacer todo el da?o que ya ha sufrido.

Si quiere cuidar su h¨ªgado, no beba alcohol. Pero si aun as¨ª lo hace, beba con moderaci¨®n y pase de dos a tres d¨ªas sin alcohol a la semana. As¨ª no tendr¨¢ que confiar en el poder m¨¢gico de autocuraci¨®n del h¨ªgado para mantenerse sano.

Ashwin Dhanda es profesor asociado de Hepatolog¨ªa en la Universidad de Plymouth.

Este art¨ªculo fue publicado originalmente en The Conversation.

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