El peligro de las golosinas con cannabis: compuestos desconocidos, m¨¢s potentes y con mayor riesgo de intoxicaci¨®n
Los Mossos detienen a un hombre que pose¨ªa un obrador en Badalona donde elaboraba gominolas y ¡®snacks¡¯ dulces y salados con elevadas dosis del componente psicoactivo de la marihuana
La reposter¨ªa cann¨¢bica ya no es lo que era. Los tradicionales pasteles de marihuana que los consumidores pod¨ªan hacerse en casa, con la misma receta que la de un brownie, pero a?adiendo unos cogollos de la planta psicoactiva, se han profesionalizado y la oferta de dulces aderezados con cannabinoides se ha diversificado: hay gominolas de colores, chucher¨ªas azucaradas, patatas fritas y hasta bollos de pan con chocolate. El mercado se expande y con ¨¦l, las preocupaciones de los expertos en salud p¨²blica y los cuerpos policiales por el tr¨¢fico de estas sustancias y su impacto en la salud: en ocasiones, los compuestos que se est¨¢n encontrando en las golosinas son derivados sint¨¦ticos del THC ¡ªel cannabinoide que produce el efecto psicoactivo¡ª, pero mucho m¨¢s potentes y con mayor riesgo de intoxicaci¨®n. En el peor de los casos, la exposici¨®n a estas sustancias en j¨®venes con cierta predisposici¨®n gen¨¦tica, puede terminar en el desarrollo de graves problemas psic¨®ticos. Los Mossos d¡¯Esquadra han informado este jueves de la detenci¨®n de un hombre que pose¨ªa un obrador en Badalona, donde infusionaba THC a golosinas, dulces y snacks comprados de manera legal, en una cantidad que supon¨ªa un ¡°elevado riesgo¡± para la salud. El p¨²blico final era el consumidor habitual de marihuana, y no se encontraban en supermercados o tiendas tradicionales.
El l¨ªder de la organizaci¨®n desarticulada por la polic¨ªa catalana, un hombre italiano de 35 a?os, elaboraba en el obrador con ayuda de varias personas, distintos productos, tanto dulces, como salados, que trataban seg¨²n su propia composici¨®n. En el caso de unos barquillos rellenos de cremoso de leche, tipo Kinder bueno, inyectaban directamente el THC disuelto con un alcohol, o en otros casos los pintaban con chocolate ya infusionado con THC. Tambi¨¦n fabricaban aperitivos salados de ma¨ªz embadurnados con una grasa con THC disuelto, y despu¨¦s los secaban en el horno. Adem¨¢s, adulteraban bolsas de patatas chips de marcas conocidas, a las que les inyectaban la droga. Durante la investigaci¨®n, los agentes enviaron muestras al Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa y Ciencias Forenses, que determin¨® que era un peligro para la seguridad alimentaria de la poblaci¨®n.
El cannabis es, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), la droga il¨ªcita m¨¢s cultivada, traficada y consumida. La planta contiene centenares de compuestos qu¨ªmicos, pero el potencial psicoactivo de esta sustancia se debe, sobre todo, a la cantidad de Delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) que presenta: este principio activo t¨®xico es el causante principal de ese estado alterado de conciencia que caracteriza el consumo de esta droga. Hay, no obstante, otros cannabinoides en la planta que tambi¨¦n pueden generar sinergias y modular, inhibir o cambiar los efectos del THC, como el cannabidiol (CBD), que reduce algunos de sus efectos negativos, y tambi¨¦n se dise?an derivados sint¨¦ticos del THC con toxicidad todav¨ªa desconocida para las autoridades sanitarias. En s¨ªntesis, el consumo abusivo de cannabis puede provocar nerviosismo, taquicardias, paranoia, lentitud de movimientos, reducci¨®n de la capacidad de concentraci¨®n o de memoria, bajadas de tensi¨®n e, incluso, cuadros psic¨®ticos.
Fumar un porro sigue siendo la v¨ªa m¨¢s habitual de consumo de cannabis, pero la aparici¨®n de nuevos formatos para el consumo oral de sus compuestos psicoactivos ha encendido las alarmas entre las autoridades sanitarias, que monitorizan su expansi¨®n y las intoxicaciones agudas que provocan. El consumo por v¨ªa oral tiene unos biorritmos diferentes al fumado y la absorci¨®n por el tubo digestivo, por ejemplo es m¨¢s compleja: los efectos tardan m¨¢s en aparecer y tambi¨¦n en marcharse. Emilio Salgado, toxic¨®logo cl¨ªnico del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona, admite su ¡°preocupaci¨®n¡± con el auge de los comestibles en torno al cannabis y su potencial da?o para la salud. ¡°El a?o pasado vimos una intoxicaci¨®n en nuestras urgencias por estos productos y este a?o ya llevamos ocho casos¡±, describe.
Salgado pone el foco en la aparici¨®n de productos con componentes cann¨¢bicos sint¨¦ticos o semisint¨¦ticos, como HHC y el THCP: ¡°Hace un par de meses, tres personas que compraron en una tienda cann¨¢bica productos con HHC acabaron en urgencias y una de ellas estuvo en una situaci¨®n complicada. Se trata de derivados de la mol¨¦cula de THC que est¨¢n en una situaci¨®n de alegalidad. Y luego hay tambi¨¦n otros cannabinoides sint¨¦ticos, mol¨¦culas de producci¨®n en laboratorio, parecidos al THC, pero que tienen una potencia mucho mayor que el propio THC, hasta 10 veces m¨¢s, y la posibilidad de intoxicaci¨®n tambi¨¦n es mayor¡±, explica.
Un cat¨¢logo en Telegram
La intoxicaci¨®n es una de las grandes preocupaciones de los investigadores de los Mossos, que comprobaron que el grupo desarticulado ofrec¨ªa su cat¨¢lago de productos en Telegram, con los precios incluidos, que oscilaban entre los 15 y los 30 euros, seg¨²n el gramaje de THC, ha explicado en rueda de prensa el responsable de la unidad de consumo de los Mossos, Santi L¨®pez. En cada bolsa, a la que despu¨¦s estampaban el sello de su propia marca, indicaban la cantidad de THC, que la polic¨ªa repite que ha incrementado exponencialmente en los ¨²ltimos a?os. ¡°Es un nuevo paradigma del consumo, ya no se fuma, se come. Es un cambio de uso, que nos ha de provocar alerta, no alarma. Mimetizamos el consumo en acciones m¨¢s cotidianas. Normalizamos el consumo de droga y banalizamos el riesgo que comporta¡±, ha lamentado el responsable de Mossos. Tambi¨¦n ha destacado que la resina que se utilizaba para el THC ¡°tiene una concentraci¨®n m¨¢s alta del principio activo¡±, y que el hecho de ser comida, es un riesgo a?adido. ¡°Los efectos fumada, es de media hora, y comida se duplica. Si la persona no es un consumidor habitual, puede seguir comiendo para buscar el coloc¨®n¡±, ha advertido.
En las vigilancias, la unidad de consumo de la polic¨ªa catalana constat¨® adem¨¢s que distribu¨ªan a cualquier lugar de Europa. En el obrador hab¨ªa un movimiento incesante de personas, que al final de la jornada sal¨ªan cargadas con cajas de cart¨®n, precintadas, con el producto final. Se sub¨ªan a un taxi, y repart¨ªan las comandas a nivel local, o las llevaban a una empresa de transporte internacional. Los Mossos han detectado env¨ªos a Italia, Francia y Alemania, adem¨¢s de a asociaciones cann¨¢bicas del ¨¢rea metropolitana de Barcelona. El pago se deb¨ªa hacer siempre a trav¨¦s de criptomonedas, y la polic¨ªa asegura que algunos movimientos est¨¢n valorados en m¨¢s de 480.000 euros. El consumidor final, insisten los Mossos, era los usuarios habituales de marihuana. ¡°Estos productos no se encuentran en supermercados o en las tiendas de barrio¡±, ha indicado L¨®pez.
El cannabis lleva d¨¦cadas en un limbo legislativo y los derivados que van surgiendo se agarran a esa compleja tela de ara?a administrativa. La polic¨ªa insiste en que est¨¢ prohibida la venta de cualquier producto que contenga THC, y sigue la batalla legal por el cultivo del cannabis ¨²nicamente con CBD, en principio sin sustancia psicoactiva. Adem¨¢s, insisten fuentes policiales, cualquier nueva variante sint¨¦tica que se demuestre que tiene efectos perjudiciales para la salud puede ser perseguida, no como tr¨¢fico de drogas si no est¨¢n oficialmente reconocidas como tales, pero s¨ª como un producto que afecta a la salud p¨²blica. En 2020, los Estados miembros de la UE notificaron 6.300 incautaciones, con un total de 236 kilogramos de material que contiene cannabinoides sint¨¦ticos.
En Europa se hace seguimiento de 263 cannabinoides sint¨¦ticos y tres de ellos est¨¢n bajo vigilancia intensiva, explica Joan Ramon Villalb¨ª, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. El epidemi¨®logo confirma que ha habido ¡°recientes alertas en gominolas con cannabinoides con HHCPO, THCP y THCA¡±, pero no es f¨¢cil intervenir, admite. ¡°El fen¨®meno nuevo son estas gominolas con cannabinoides sint¨¦ticos que no est¨¢n identificados. Como son tan nuevos todav¨ªa no est¨¢n prohibidos. Hay que tener en cuenta que en el mercado salen etiquetados con la sustancia, no enga?an. A veces, incluso, vienen con la indicaci¨®n de ¡®no apto para el consumo¡¯. Entonces, como ponen, por ejemplo, que son ¡®para ba?o¡¯ y no est¨¢n catalogados como estupefacientes, no es posible actuar en contra¡±, ejemplifica. El proceso para clasificar nuevas sustancias como estupefacientes en las Convenciones de las Naciones Unidas, agrega, es lento. ¡°A nivel internacional no es posible modificar la lista salvo por acuerdo previo de la OMS. En algunos estados miembro, como Francia o B¨¦lgica, han hecho norma propia y en Espa?a se est¨¢ valorando la posibilidad de clasificarlos¡±, avanza Villalb¨ª.
Hay mucho en juego. Sobre todo, en t¨¦rminos de salud. ¡°El tiempo de inicio de acci¨®n es distinto. Al fumarlo, cuando llega al torrente sangu¨ªneo a trav¨¦s del pulm¨®n, va al cerebro y el impacto es inmediato. Pero la cantidad que se emplea para un porro no tiene nada que ver con lo que se ingiere por v¨ªa oral¡±, advierte Salgado. Adem¨¢s, esa demora en la percepci¨®n de los efectos psicoactivos cuando se ingieren estos comestibles con cannabinoides puede dar la falsa sensaci¨®n de que no han hecho efecto e invitar a seguir consumiendo, lo que lleva a una mayor cantidad de sustancias t¨®xicas en el organismo y m¨¢s riesgo de intoxicaci¨®n.
Que se dispensen en paquetes de chucher¨ªas, galletas o snacks, con colores llamativos y para uso l¨²dico, tambi¨¦n puede dar la sensaci¨®n de que estos productos son inocuos. Los expertos advierten, adem¨¢s, de que por su condici¨®n de alegalidad y que no pasa por ning¨²n control sanitario ni de las autoridades de consumo, el usuario va a ciegas: ni sabe con certeza los compuestos que est¨¢ ingiriendo ni la cantidad exacta que lleva cada golosina.
N¨¢useas, v¨®mitos y alteraci¨®n comportamental
¡°Lo que m¨¢s me preocupa es el consumo en menores de edad o, accidentalmente, en ni?os, porque ven la gominola en casa y la ingieren, por ejemplo¡±, apunta Salgado. Los efectos de los comestibles con cannabinoides sint¨¦ticos var¨ªan seg¨²n la edad y el toxic¨®logo cl¨ªnico se?ala, adem¨¢s, que en el caso de los j¨®venes, la mayor parte de las personas pueden haber mezclado el consumo de estas chucher¨ªas cann¨¢bicas con otras sustancias, como alcohol o coca¨ªna. ¡°En los ni?os m¨¢s peque?os [que suele ser ingesta accidental], la manifestaci¨®n de la intoxicaci¨®n es somnolencia, depresi¨®n del nivel de conciencia. En los adultos j¨®venes, los s¨ªntomas son n¨¢useas, v¨®mitos y, posteriormente, alteraci¨®n comportamental: el THC tiene potencial alucin¨®geno y el THCA tiene potencial psicotr¨®pico y hay un riesgo de que provoque cuadros psic¨®ticos¡±, explica.
El cuadro de efectos puede durar entre 12 y 24 horas, seg¨²n la cantidad de sustancia ingerida. Y la gravedad tambi¨¦n depende del consumo, la mezcla y los problemas de base del consumidor. ¡°Con cuatro gominolas de esas [con compuestos sint¨¦ticos o semisint¨¦ticos del THC] puedes acabar en cuidados intensivos con una perfusi¨®n de medicaci¨®n tranquilizante por agitaci¨®n psicomotriz extrema¡±, advierte Salgado. A largo plazo, adem¨¢s, en los adolescentes, que est¨¢n en pleno proceso de desarrollo cognitivo y de personalidad, si se hace un consumo abusivo, pueden alterar el sistema endocanabinoide del cerebro, que es una red de conexiones neuronales clave para la memoria. Adem¨¢s, en personas con predisposici¨®n gen¨¦tica a problemas de salud mental, el consumo de cannabis puede hacer aflorar el primer brote psic¨®tico y desencadenar una enfermedad mental grave, como la esquizofrenia.
A prop¨®sito del auge de los comestibles con cannabinoides sint¨¦ticos, la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona (ASPB) est¨¢ preparando intervenciones formativas para advertir de los riesgos a grupos selectivos. Gabriela Barbaglia, m¨¦dica del Servicio de Prevenci¨®n y Atenci¨®n a las Drogodependencias de la ASPB, se?ala que el mundo de las nuevas sustancias psicoactivas, en las que se encuentran estos compuestos sint¨¦ticos, tiene ¡°m¨²ltiples caras¡±: ¡°A medida que se proh¨ªben, van apareciendo otras mol¨¦culas parecidas y, en muchos casos, no se sabe el impacto en la salud¡±.
Con todo, pide extremar la cautela con estos productos de dudoso origen y composici¨®n. ¡°Las intoxicaciones que hemos visto se deb¨ªan a sobredosificaciones de cannabinoides sint¨¦ticos: son dosis muy altas para gente sin experiencia de consumo. Hay que tener en cuenta varias cosas: que est¨¢n siendo vendidos en canales de venta autorizados (grow shops) y eso puede dar falsa sensaci¨®n de seguridad; y que el aspecto con el que se vende parece inocuo y banal, pero, en realidad est¨¢s ingiriendo dosis altas y hasta que hace efecto, puedes tomar m¨¢s de lo que toca¡±, apunta Barbaglia. En la misma l¨ªnea, su compa?era Ver¨®nica Trabado, jefa del servicio de control alimentario e intervenciones de la ASPB, hace un llamamiento a la colaboraci¨®n ciudadana: ¡°Cualquier caso que nos llegue puede hacer que se retiren muchos productos y evitar intoxicaciones¡±.
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