Esta cient¨ªfica ha estudiado su propio cerebro para explicar por qu¨¦ dormir bien hoy puede beneficiarte 15 d¨ªas despu¨¦s
Un an¨¢lisis longitudinal basado en 30 esc¨¢neres cerebrales y cientos de datos fisiol¨®gicos sugiere que los efectos positivos del deporte y el sue?o se reflejan en nuestro cerebro durante dos semanas
Durante cinco meses, todos los lunes y los viernes, Ana Triana Hoyos ve¨ªa 10 minutos de El Gran Hotel Budapest. No es que esta neur¨®loga colombiana sea una fan irredenta de Wes Anderson. ¡°La pel¨ªcula est¨¢ bien, pero cuando la has visto 30 veces pierde su gracia¡±, explica en una entrevista por videollamada. No lo hac¨ªa por placer, sino por trabajo. Durante estas sesiones, un aparato iba registrando su actividad cerebral. Tambi¨¦n lo hac¨ªa mientras realizaba ejercicios de agilidad mental y reflejos. Y mientras descansaba la mente y pensaba en sus cosas.
La idea era anotar los cambios en su actividad cerebral durante estos meses y relacionarlos con su actividad f¨ªsica y psicol¨®gica, que iba midiendo con un tel¨¦fono, un reloj y un anillo inteligente. Quer¨ªa estudiar el cerebro ¡°no como un ¨®rgano independiente y aislado, sino puesto en relaci¨®n con factores externos¡±. De esta forma, Hoyos lleg¨® a la conclusi¨®n de que el ejercicio, el sue?o, el estr¨¦s y el estado de ¨¢nimo afectan a la actividad cerebral. Y que estos efectos resuenan en la mente, cada vez m¨¢s d¨¦biles, como un eco, una sombra, durante unos 15 d¨ªas.
La mayor¨ªa de estudios sobre el cerebro humano tienen muchos participantes a los que se les recogen pocos datos. Hacen una fotograf¨ªa de un momento concreto sin tener en cuenta c¨®mo evoluciona con el tiempo y c¨®mo le afectan los factores externos. Hoyos, investigadora en neurolog¨ªa de la Universidad de Altos (Finlandia), buscaba la aproximaci¨®n opuesta, con las limitaciones y las fortalezas que eso supone. Por eso decidi¨® estudiar un solo cerebro en profundidad: el suyo. El resultado se publica este martes en la revista cient¨ªfica PLoS Biology.
¡°Hay una analog¨ªa muy bonita que usa [el neur¨®logo de la Universidad de Harvard] Sebastian Seung¡±, recuerda Hoyos. ¡°La actividad neuronal es como el cauce de un r¨ªo, nunca permanece igual, sino que fluye y cambia¡±. La idea de Hoyos, siguiendo con este s¨ªmil, era analizar la corriente en distintos momentos, para componer no tanto una fotograf¨ªa, sino un v¨ªdeo para ver c¨®mo fluye. Y estudiar tambi¨¦n las alteraciones externas a la misma. ¡°Si hoy tiro una piedra en el agua, ?c¨®mo va a afectar? ?Y si llueve? ?Hasta cu¨¢ndo seguir¨¢n produci¨¦ndose ondas?¡±, se pregunta.
Para este estudio se recogieron 133 d¨ªas de datos de comportamiento y se realizaron 30 exploraciones de resonancia magn¨¦tica funcional que med¨ªan la atenci¨®n y la memoria, (con juegos de agilidad mental) el estado de reposo y los efectos de los est¨ªmulos naturalistas (los 10 minutos de El gran hotel Budapest). Se analizaron los reflejos y la memoria de Hoyos y se puso en relaci¨®n con los factores conductuales, fisiol¨®gicos y de estilo de vida. Con los m¨¢s recientes, de la ¨²ltima semana, y con aquellos m¨¢s lejanos, de la anterior.
Este estudio recuerda al que realiz¨® hace casi 10 a?os el cient¨ªfico de Stanford Russell Poldrack que analiz¨® su propia actividad cerebral durante un a?o y medio para comprobar como factores externos (como el consumo de cafe¨ªna) reprogramaban sus conexiones cerebrales. Hoyos reconoce las similitudes entre ambas investigaciones. Pero podr¨ªa decirse que son complementarias, pues aquella ten¨ªa en cuenta la alimentaci¨®n y bebida, mientras que la presente se centra en el sue?o, las emociones y el deporte. Adem¨¢s, estos diez a?os de diferencia han supuesto un salto cualitativo en lo tecnol¨®gico. En el estudio de Poldrack se med¨ªan los factores externos con cuestionarios, mientras que en el actual se han usado dispositivos que registran de forma objetiva las constantes fisiol¨®gicas.
¡°Este estudio demuestra, que los factores externos pueden influir incluso modificando nuestro cerebro de alguna manera¡±, valora Jes¨²s Romero, presidente de la Sociedad Andaluza de Neurolog¨ªa. El neur¨®logo, ajeno a la investigaci¨®n, cree que esto es importante para analizar c¨®mo el cerebro toma decisiones, c¨®mo se modifica aprendiendo ¡°y de alguna manera, como conclusi¨®n casi m¨¢s filos¨®fica, nos dice que es bueno elegir un mejor entorno para que nuestro cerebro se impregne y la conectividad var¨ªe gracias a experiencias m¨¢s beneficiosas¡±.
La dualidad de ser una cient¨ªfica y conejillo de indias puede llegar a ser ¡°complicada¡±, reconoce Hoyos. Para que no esto no afectara al experimento, en su equipo establecieron una metodolog¨ªa muy r¨ªgida: ella pod¨ªa tomar los datos, pero no analizarlos hasta que terminara el proyecto, cinco meses despu¨¦s. Fue entonces cuando constat¨®, por ejemplo, el efecto negativo que ten¨ªa la falta de sue?o en su actividad cerebral. El sue?o intranquilo se correlacionaba con una menor conectividad en varias regiones cerebrales.
No es que fuera un hallazgo sorprendente, es algo bastante intuitivo, matiza la experta. ¡°Es un poco como demostrar que el agua moja, pero cu¨¢nto cuesta demostrar, de forma cient¨ªfica, que el agua moja¡±, comenta. Tambi¨¦n certific¨® resultados menos esperables, como la actividad f¨ªsica, que mejoraba de forma evidente y constatable su desempe?o en las pruebas de agilidad y reflejos. O el hecho de que lo importante para rendir bien no fuera cu¨¢ntas horas hab¨ªa dormido, sino la calidad de este sue?o. ¡°Aunque claro, esto igual es una particularidad m¨ªa¡±, reconoce la experta.
Esta es la principal limitaci¨®n del estudio, que explica muy bien un cerebro en concreto, pero es dif¨ªcil establecer conclusiones aplicables a todo el mundo. ¡°La psicolog¨ªa existe porque no hay dos individuos iguales. Si todos lo fu¨¦ramos solo existir¨ªa la biolog¨ªa¡±, valora catedr¨¢tico de Psicobiolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, Ignacio Morgado, ajeno a esta investigaci¨®n. ¡°Los estudios con un ¨²nico sujeto pueden ser sugerentes, pero nunca concluyentes¡±.
Sin bajar a la letra peque?a y a las particularidades del cerebro de Hoyos, cabe pensar que la persistencia de los efectos externos en el cerebro sea algo com¨²n a todo el mundo. Y no deja de ser curioso, explica la experta. Cabr¨ªa esperar que si est¨¢s estresado, si has dormido mal y has estado inactivo un d¨ªa, al d¨ªa siguiente est¨¦s menos ¨¢gil, y tu actividad cerebral lo refleje. Lo que no parec¨ªa tan evidente es que estos efectos persistieran, como ondas conc¨¦ntricas en un r¨ªo, que se multiplican cada vez m¨¢s d¨¦biles y alejadas del centro. Ahora, Hoyos quiere investigar hasta d¨®nde llegan estas ondas. Si mueren a las dos semanas o si se quedan, modificando de alguna forma el curso del r¨ªo. Y mirar si, a largo plazo, sus efectos son acumulativos. Qu¨¦ sucede cuando son demasiados. ¡°?Cu¨¢ntas piedras hay que tirar para alterar el curso? ?Se desborda el r¨ªo cuando lleva mucho tiempo lloviendo?¡±
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