A menos calor¨ªas, m¨¢s a?os, pero con matices: un estudio indaga en la compleja relaci¨®n entre ayuno y longevidad
Un an¨¢lisis realizado con un millar de ratones gen¨¦ticamente diversos con distintos tipos de dietas de restricci¨®n cal¨®rica y ayuno intermitente muestra que los posibles beneficios de estas intervenciones son m¨¢s complejos de lo que se pensaba
Consumir menos calor¨ªas puede llevar a vivir m¨¢s a?os. La idea ha sido repetida con insistencia en los ¨²ltimos tiempos, pero podr¨ªa ser mucho m¨¢s compleja de lo que se cre¨ªa y la gen¨¦tica tendr¨ªa un papel fundamental. As¨ª lo explica un completo estudio realizado en casi 1.000 ratones gen¨¦ticamente diversos que se publica este mi¨¦rcoles en la revista cient¨ªfica Nature. Aunque la restricci¨®n cal¨®rica demostr¨® alargar la vida en todos los roedores, los efectos sobre su salud no siempre fueron iguales. Los datos aportan matices, detalles y nuevos conocimientos sobre la compleja relaci¨®n entre restricci¨®n diet¨¦tica y longevidad.
¡°La restricci¨®n de calor¨ªas empez¨® a demostrar extender la vida ¨²til de los roedores en la d¨¦cada de 1930¡å, explica en conversaci¨®n telef¨®nica Gary Churchill, genetista del Jackson Laboratory (Maine, Estados Unidos) y autor principal del estudio junto al bi¨®logo Andrea di Francesco. Desde entonces, la restricci¨®n cal¨®rica tambi¨¦n ha demostrado prolongar la existencia de muchos otros seres, desde gusanos hasta macacos (aunque de forma modesta), y se ha convertido en el Santo Grial de la eterna juventud. Pero tras los grandes titulares aparecieron los matices. ¡°A principios de la d¨¦cada de 2010, se empez¨® a ver que no todos los antecedentes gen¨¦ticos se benefician igual de esta restricci¨®n¡±, contin¨²a Churchill. Fue entonces cuando empez¨® a idear el estudio que ahora ve la luz.
El actual trabajo quer¨ªa probar hasta qu¨¦ punto la gen¨¦tica pod¨ªa condicionar los resultados, as¨ª que someti¨® a 960 ratones hembra gen¨¦ticamente diversos a cinco intervenciones diferentes. Unos tendr¨ªan una dieta normal; otros, una reducci¨®n de la ingesta cal¨®rica del 20%; y los ¨²ltimos, de hasta el 40%. Hubo dos grupos de ratones que se sometieron a una dieta de ayuno intermitente, en la que los roedores estaban sin comer uno o dos d¨ªas consecutivos por semana. A continuaci¨®n, los autores recopilaron datos de unas 200 evaluaciones de rasgos inmunitarios, sangu¨ªneos, metab¨®licos, funcionales y conductuales. Y los cruzaron.
Descubrieron as¨ª que ¡°la restricci¨®n diet¨¦tica aumentaba la esperanza de vida de los ratones en general¡±. Incluso en aquellos que se sometieron al plan m¨¢s estricto de reducci¨®n de un 40% de su dieta normal, lo que sorprendi¨® a los investigadores. ¡°Es una restricci¨®n extrema. Pero no hubo ning¨²n indicador de que algo fuera mal, aparte de que los ratones eran m¨¢s peque?os de lo normal¡±. Los investigadores tambi¨¦n constataron que los efectos de la restricci¨®n cal¨®rica en la esperanza de vida eran distintos no solo seg¨²n el tipo de dieta seguida, sino seg¨²n la edad, la ascendencia gen¨¦tica e incluso la resistencia del rat¨®n a su nueva situaci¨®n.
Ponerse a dieta y no adelgazar puede resultar frustrante para millones de humanos, pero en el caso de los ratones, este hecho demostr¨® estar relacionado con un mayor incremento de la esperanza de vida. ¡°Los animales que fueron capaces de mantener sus grasas corporales y sus niveles de glucosa altos, vivieron m¨¢s. Y mi suposici¨®n aqu¨ª es que estos animales tienen una resiliencia intr¨ªnseca¡±, explica Churchill. ¡°Estas intervenciones son estresantes y los animales que est¨¢n perdiendo peso te est¨¢n demostrando que responden negativamente a la dieta. En este sentido, las dietas simplemente revelan algo sobre la naturaleza del animal¡±, a?ade.
Otro caso en el que una mayor grasa parec¨ªa tener un efecto protector fue en los roedores de avanzada edad. Muchos mam¨ªferos, cerca del final de su vida, empiezan a bajar de peso. A veces es la se?al de que tienen alguna enfermedad, pero otras es un simple proceso de desgaste, da la sensaci¨®n de que el anciano se est¨¦ consumiendo. Esto nos sucede a los humanos. ¡°Y a los ratones¡±, se?ala el genetista, ¡°unas semanas antes de morir empiezan a adelgazar. La capacidad de mantener la adiposidad m¨¢s all¨¢ de lo normal, a una avanzada edad, es un indicador de que todav¨ªa est¨¢n sanos¡±.
Solemos pensar, de forma intuitiva, que una dieta estricta puede aumentar la esperanza de vida, principalmente, por mejorar la salud cardiovascular. Pero es un proceso m¨¢s complejo. En este estudio constataron como ¡°la reducci¨®n de la grasa corporal y de los niveles de az¨²car en sangre, no estaban necesariamente correlacionados con una mayor esperanza de vida¡±. Es decir, que no es que los ratones vivieran m¨¢s por no tener problemas relacionados con el sobrepeso. Hab¨ªa algo m¨¢s que se escapaba a los an¨¢lisis. ¡°Hay algunas buenas hip¨®tesis al respecto¡±, reflexiona Churchill. ¡°Por ejemplo, la limitaci¨®n de calor¨ªas cambia el funcionamiento interno de una c¨¦lula, aumenta el reciclaje celular y la autofagia¡±. Este t¨¦rmino, que significa literalmente ¡°comerse a s¨ª mismo¡±, sirve para explicar el proceso por el que las c¨¦lulas queman sus componentes innecesarios o da?ados para producir energ¨ªa. Esto servir¨ªa para limpiar nuestro cuerpo a nivel celular. Hay mucha literatura cient¨ªfica que sugiere que la autofagia podr¨ªa alargar la esperanza de vida.
No es el caso de este an¨¢lisis. ¡°Podemos sospecharlo, pero no hicimos estudios a nivel molecular¡±, explica Churchill. El especialista es cauto a la hora de trasladar sus resultados con ratones al entorno m¨¦dico. ¡°De momento, los estudios que se han realizado en humanos sobre la restricci¨®n cal¨®rica y el ayuno intermitente se centran en los efectos metab¨®licos. Son cosas importantes, pero no creo que a corto plazo veamos que se demuestre que estas dietas extienden la esperanza de vida de las personas¡±, lamenta. Un metaan¨¢lisis de la literatura cient¨ªfica preexistente, publicado por la revista Science, destacaba en 2021 como, a pesar de la cantidad de estudios en animales, ¡°no es posible saber si las dietas de restricci¨®n cal¨®rica afectan al envejecimiento biol¨®gico de las personas¡±.
Marina Garc¨ªa Mac¨ªa, bi¨®loga del Instituto de Investigaci¨®n Biom¨¦dica de Salamanca, valora positivamente el presente an¨¢lisis, en el que no ha trabajado. Considera que es ¡°un gran estudio, largo¡± y con algunas conclusiones ¡°novedosas¡±. Valora positivamente el gran n¨²mero de roedores utilizados y el hecho de que sean hembras. Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos empezaron a recomendar hace una d¨¦cada que hubiera paridad en el sexo de los ratones usados en experimentos, pues estos sol¨ªan ser machos en porcentajes que en algunos campos (como el estudio del dolor) rondaban el 80%.
Los resultados del presente estudio son muchos, a veces ligeramente contradictorios y en ocasiones contraintuitivos. En cualquier caso, est¨¢n de acuerdo con la literatura cient¨ªfica anterior, pero matizan y restan entusiasmo a algunos mantras que se llevan a?os repitiendo. Puede que las restricciones en la alimentaci¨®n tengan una relaci¨®n clara con la esperanza de vida. Pero esta relaci¨®n es m¨¢s compleja de lo que se pensaba hasta ahora. Blanco coincide con esta idea y hace una reflexi¨®n sobre la forma de valorar la ciencia en el mundo acad¨¦mico y period¨ªstico. ¡°Creo que no tener unas conclusiones muy rotundas es m¨¢s sabio¡±, apunta. ¡°Estamos acostumbrados a que todo lo que se tiene que publicar sea excesivamente positivo. Parece que todos fu¨¦ramos a curar X enfermedad con nuestras ideas. Y la realidad no es as¨ª. En la investigaci¨®n hay datos positivos y datos negativos, es mejor ense?arlo todo y razonar sobre ello¡±.
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