?Tener relaciones sexuales disminuye el rendimiento deportivo?
Los estudios cient¨ªficos muestran que la actividad sexual no est¨¢ directamente relacionada con el rendimiento, pero puede perjudicar en algunas circunstancias
A comienzos del verano, se anunci¨® un Campeonato Europeo de Sexo que deb¨ªa celebrarse en Suecia, aunque finalmente fue anulado. Este evento levant¨® expectaci¨®n, tanto por la actividad a realizar como por su equiparaci¨®n con el deporte, algo que ha vuelto a poner de relieve las complicadas relaciones que siempre han existido entre tener relaciones sexuales y el rendimiento deportivo. La actividad sexual se podr¨ªa considerar como una actividad f¨ªsica m¨¢s, ya que su ejercitaci¨®n puede conllevar el gasto de alrededor de 100 calor¨ªas o su equivalente en unos 4-6 MET (unidades metab¨®licas que toman como unidad el consumo energ¨¦tico de un sujeto en reposo, por lo que 6 MET equivale a seis veces el consumo energ¨¦tico que si se estuviese en reposo). Adem¨¢s, implica una frecuencia cardiaca entre los 90 y 130 latidos por minuto, con picos de hasta 170 latidos por minuto. Asimismo, conviene recordar que el ejercicio mejora el apetito y la funci¨®n sexual, por lo que la actividad sexual puede considerarse una forma de actividad f¨ªsica que beneficia la salud y el bienestar, de modo que estamos ante una relaci¨®n compleja entre el ejercicio y la actividad sexual al analizar el rendimiento deportivo.
Muhammad Ali, el conocido boxeador, manten¨ªa una abstinencia sexual de seis semanas antes del combate para que no le produjera merma de energ¨ªa. En la famosa pel¨ªcula de Rocky se nos presentaba a un entrenador que consideraba que las piernas se debilitaban despu¨¦s de haber tenido relaciones sexuales. Y, por otro lado, son innumerables los deportistas que abiertamente han declarado que nunca han tenido problemas por tener relaciones sexuales antes de las competiciones, como es el caso del futbolista Ronaldinho. Incluso una marca de calzado deportivo (Brooks Running), tras realizar una encuesta entre corredores y corredoras, informaba de que percib¨ªan que compet¨ªan mejor despu¨¦s de haber tenido relaciones.
El asunto viene de lejos. En la antigua Grecia y Roma ya se consideraba que la abstinencia sexual permit¨ªa no perder del cuerpo testosterona a trav¨¦s de la eyaculaci¨®n, lo que mantendr¨ªa la agresividad y fuerza muscular. Este razonamiento se relacion¨® con la Teor¨ªa de la Conservaci¨®n Esperm¨¢tica, que planteaba el peligro que supon¨ªa perder la secreci¨®n de semen, pudiendo ser contraproducente mental y f¨ªsicamente. Tradicionalmente, se ha asociado la abstinencia con una mayor agresividad a la hora de competir, y no estaba bien perder energ¨ªa antes de la competici¨®n¡ Sin embargo, se podr¨ªa ver su lado positivo, ya que reducen los niveles de ansiedad y tienen un efecto relajante, lo cual podr¨ªa favorecer el rendimiento.
Nunca dos horas antes
Por lo tanto, nos movemos en el mundo de los mitos y opiniones. ?Qu¨¦ nos dice la ciencia al respecto? Aunque se podr¨ªa afirmar que las evidencias cient¨ªficas sugieren que hay una alteraci¨®n fisiol¨®gica que disminuye la capacidad competitiva por haber tenido relaciones sexuales, las investigaciones no son concluyentes respecto a qu¨¦ par¨¢metros fisiol¨®gicos, metab¨®licos o psicol¨®gicos pudieran verse afectados (positiva o negativamente) al realizar actividades extenuantes despu¨¦s de haber tenido relaciones sexuales.
Los estudios cient¨ªficos muestran que la actividad sexual antes de competir no est¨¢ directamente relacionada con el rendimiento de fuerza ni de resistencia aer¨®bica. Un aspecto muy importante para destacar es el intervalo de tiempo existente entre el acto sexual y el momento de competir: puede ser negativo si es inferior a 2 horas. Algunos estudios muestran de manera anecd¨®tica que, si se respetan 10 horas antes de la competici¨®n y no se alteran las rutinas individuales, podr¨ªa tener un efecto positivo. Asimismo, si a la actividad sexual se une a la ingesta de alcohol o tabaco, se podr¨ªan provocar efectos negativos. Por lo tanto, lo que afectar¨ªa al rendimiento deportivo no son tanto las relaciones sexuales mantenidas como la p¨¦rdida de horas de sue?o y el empeoramiento de su calidad.
En el aspecto psicol¨®gico, se han analizado las variables relacionadas con la agresividad, como la motivaci¨®n, estado de alerta o la actitud frente a la competici¨®n. La conocida hip¨®tesis de la U invertida sugiere que se necesita un nivel adecuado de alerta/ ansiedad para rendir, y tener relaciones sexuales podr¨ªa facilitar ese estado de disponibilidad. Sin embargo, hay que destacar que, para otros deportistas no tan interesados en el sexo, un sue?o adecuado y reparador es m¨¢s beneficioso para la competici¨®n.
Pel¨¦ prefer¨ªa descansar
Por lo tanto, sin duda, estamos ante un asunto m¨¢s relacionado con las preferencias y rutinas individuales que con el hecho de tener o no relaciones sexuales antes de competir. Como indicaba el famoso futbolista Pel¨¦, algunos jugadores necesitan tener sexo para relajarse, y a otros no les afecta, es una decisi¨®n personal. Como ya hemos indicado, el problema radica no en tener relaciones, sino en el descanso previo al partido o competici¨®n, hecho que no es igual para todos los jugadores. Pel¨¦ prefer¨ªa descansar.
Conviene destacar que los atletas son personas muy activas, j¨®venes, y que tienen por lo general mayor apetito sexual que la poblaci¨®n no deportista, aspecto que puede producir un mayor n¨²mero de relaciones sexuales, como ocurri¨® en la Villa Ol¨ªmpica en las ¨²ltimas ediciones de los Juegos Ol¨ªmpicos. Desde los Juegos de Barcelona 1992, los organizadores entregan preservativos a todas las delegaciones: en S¨ªdney 2000 se dieron 70.000 preservativos, en Pek¨ªn 2008 se entregaron 100.000 y en Londres 2012, unos 150.000. Otro ejemplo llamativo es el de la Copa del Mundo de Brasil en 2014, donde todos los entrenadores de los combinados nacionales que participaron en los cuartos de final del torneo contestaron afirmativamente a la pregunta de si permit¨ªan tener relaciones sexuales a sus jugadores el d¨ªa antes del partido. De nuevo, la clave est¨¢ en poder tener entre 10 y 12 horas de descanso antes de competir para no tener un impacto negativo sobre el rendimiento en competici¨®n.
Los estudios cient¨ªficos puntualizan que tener relaciones sexuales con una pareja estable no supone un cambio de rutina, mientras que si es espor¨¢dico, en contextos no habituales fuera de las rutinas del deportista o la deportista, podr¨ªa llegar a tener un efecto negativo. Recordemos las palabras de Pel¨¦ en referencia a compa?eros futbolistas que sal¨ªan a la discoteca y beb¨ªan el d¨ªa previo a la competici¨®n para poder tener relaciones espor¨¢dicas alterando su rutina y que afectaba a su rendimiento en el partido. ¡°El sexo en s¨ª no es problema, pero s¨ª lo es el calentamiento. El ¨²nico problema para los jugadores es que primero tienen que conocer a la chica, luego ir a la discoteca, beber algo; entonces tienen relaciones sexuales y finalmente tienen que entrenarse o jugar el d¨ªa siguiente¡±, explic¨®.
ENF?RMATE es el espacio de EL PA?S SALUD donde hablaremos de aquellos aspectos relacionados con la actividad f¨ªsica, el deporte y la salud f¨ªsica y mental. La actividad f¨ªsica y el deporte forman parte de la cultura de todas las civilizaciones y juegan un papel fundamental en la salud de la sociedad a todos los niveles, tanto f¨ªsica como mental, en todas las edades, desde la infancia a la vejez, tanto en hombres como en mujeres. Desde las Ciencias de la Actividad F¨ªsica y del Deporte se ha tratado de avanzar en el conocimiento cient¨ªfico sobre la importancia del movimiento y el ejercicio f¨ªsico sobre el cuerpo, as¨ª como los procesos que explican por qu¨¦ se producen ciertas adaptaciones, modificaciones o cambios a diferentes niveles (fisiol¨®gicos, anat¨®micos, motrices, emocionales o cognitivos). Por todo ello, este espacio persigue buscar las explicaciones cient¨ªficas que fundamenten y justifiquen los motivos tan beneficiosos de la actividad f¨ªsica y del deporte. Asimismo, se tratar¨¢ de discutir y rebatir ciertos mitos o falsas creencias existentes en la sociedad sobre temas espec¨ªficos del ejercicio f¨ªsico y la salud.
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