Ellen Pao, la luchadora que no se rindi¨® ante el machismo de Silicon Valley
Shonda Rhimes dirigir¨¢ para Netflix la historia de la primera mujer que interpuso una demanda por acoso sexual y discriminaci¨®n de g¨¦nero en la cuna de la tecnolog¨ªa. Este es su historia que pronto veremos en pantalla.
Una mujer joven, de ascendencia asi¨¢tica e incre¨ªblemente exitosa en su trabajo denuncia a su empresa en Silicon Valley por acoso sexual y discriminaci¨®n de g¨¦nero. Despu¨¦s de un duro litigio, de negarse a aceptar un pacto millonario con sus empleadores y de ver los detalles de su vida privada arrastrados por el fango de Internet pierde el pleito. Pero lejos de amilanarse, consigue rehacer su vida, sigue con su carrera profesional y se convierte en la impulsora de un movimiento en contra de cualquier tipo de discriminaci¨®n en el sector de las nuevas tecnolog¨ªas. Es la historia de la ya legendaria Ellen Pao.
Pudiera parecer la trama de una serie de televisi¨®n firmada por Shonda Rhimes y, de hecho, lo va a ser. La responsable de Anatom¨ªa de Grey, la serie m¨¢s longeva y exitosa de la ABC, Scandal o C¨®mo defender a un asesino ha firmado un acuerdo multimillonario por cuatro a?os con la plataforma Netflix, para la que ya est¨¢ desarrollando ocho ficciones. El primer estreno parece que ser¨¢ la ficci¨®n basada en Anna Delvey, la estafadora de la jet set neoyorquina. La historia de esta ladrona es jugosa, pero la de Ellen Pao es todo fil¨®n porque adem¨¢s de drama tiene el elemento de reivindicaci¨®n que Rhimes introduce en todos sus trabajos aunque, por norma general, se les tacha de melodram¨¢ticos y fr¨ªvolos. Los personajes principales de sus ficciones son mujeres fuertes y en las tramas se tratan cuestiones de g¨¦nero, racismo, clases sociales o religi¨®n. Aunque sea en medio de operaciones imposibles o pasiones encendidas.
El gui¨®n de la serie estar¨¢ basado en la autobiograf¨ªa que la protagonista public¨® el a?o pasado, Reset. Pao naci¨® en New Jersey, en el seno de una familia acomodada de or¨ªgenes chinos. Su padre era profesor en el Instituto Courant de Ciencias Matem¨¢ticas (CIMS) de la Universidad de Nueva York y su madre trabajaba como ingeniera inform¨¢tica en la Universidad de Pennsylvania. Estudi¨® una ingenier¨ªa en Princeton, obtuvo un master de negocios en la escuela de abogados de Harvard y habla mandar¨ªn con fluidez. El?curr¨ªculum de Pao no es f¨¢cil de igualar.
Despu¨¦s de pasar por varias compa?¨ªas de Silicon Valley, en 2005 empez¨® a trabajar en la empresa de capital de riesgo (invierten dinero en start-ups en fase de crecimiento) Kleiner Perkins Caufield & Byers como jefa de personal de John Doerr, uno de los socios principales. Ayud¨® a la expansi¨®n de la compa?¨ªa en China y su carrera iba en ascenso hasta que en 2006 empez¨® una relaci¨®n sentimental con su compa?ero Ajit Nazre. Termin¨® cuando se enter¨® de que segu¨ªa casado. Cuando cort¨® con ¨¦l empezaron sus problemas.
Poco tiempo despu¨¦s de la ruptura, la vida personal de Pao cambi¨®: se cas¨® y tuvo a su hija. Su baja maternal de cuatro meses tuvo que reducirse a tres porque vio c¨®mo su puesto en la empresa peligraba. Seg¨²n su versi¨®n, los socios ya interven¨ªan en las operaciones que ella capitaneaba y la exclu¨ªan de las reuniones y viajes de empresa en los que se tomaban las grandes decisiones incitados por Nazre, que hab¨ªa conseguido un ascenso y segu¨ªa intentado volver con ella. Cu¨¢nto m¨¢s se negaba, m¨¢s ataques recib¨ªa por su parte.
Como ella misma cont¨® en un art¨ªculo en The New York Magazine, en una reuni¨®n de trabajo en la que ella era la ¨²nica mujer, decidi¨® seguir el consejo de Sheryl Sandberg, la vicepresidenta de Facebook y escritora de Lean Inn, un ¡°manifiesto feminista¡± para ejecutivas que intentan romper el techo de cristal. Tom¨® asiento en uno de los sitios relevantes de la mesa, pero no le sirvi¨® para nada. El resto de los presentes eran hombres que empezaron a hablar de estrellas del porno y gustos sexuales, conversaci¨®n en la que ella no estaba inclu¨ªda. ¡°Hacerte con tu sitio en la mesa no sirve de mucho cuando nadie te quiere all¨ª¡±, pens¨® en aquel momento.
En 2012 interpuso una denuncia contra su empresa por acoso sexual y discriminaci¨®n de g¨¦nero (los hombres cobraban m¨¢s y obten¨ªan ascensos por encima de las mujeres). Ah¨ª empez¨® el proceso de hostigamiento y derribo por parte de Kleiner Perkins Caufield & Byers, mucho mejor preparados para defenderse que ella. Pao no le ca¨ªa muy bien al p¨²blico, su imagen era la de una mujer fr¨ªa y reservada que no quer¨ªa hablar de su vida privada. Ciertos medios se encargaron de airear los detalles de su matrimonio, que tildaban de falso (su marido hab¨ªa mantenido relaciones con hombres antes de estar con ella) y sus empleadores invirtieron dinero en difamar su trabajo y su imagen. Pese a todo continu¨® trabajando para ellos hasta que finalmente la echaron. M¨¢s tarde, en 2015, perdi¨® la batalla en el juzgado.
A Pao los tribunales no le dieron la raz¨®n, pero s¨ª se la dio la calle. Y su caso anim¨® a que muchas otras denunciaran. Mientras su caso se decid¨ªa en el juzgado, Tina Huang interpuso una demanda por discriminaci¨®n de g¨¦nero contra Twitter, Chia Hong denunci¨® a Facebook por discriminaci¨®n sexual y racial y Katie Moussouris a Microsoft. Fueron las primeras consecuencias de lo que se llam¨® el ¡°efecto Pao¡±, que visibiliz¨® la realidad de las mujeres en Silicon Valley e hizo temblar a muchos de sus trabajadores.
Pao continu¨® su carrera en Reddit donde tambi¨¦n tuvo problemas por su pol¨ªtica de regulaci¨®n de contenidos y comentarios de acoso e incitadores al odio. Gran parte de la comunidad de usuarios se pusieron en su contra e incluso hicieron una campa?a en Change.org despu¨¦s de que se la acusara de ser la responsable del despido de una trabajadora, Victoria Taylor. Pao dej¨® el trabajo, aunque posteriormente se descubri¨® que hab¨ªa sido otro compa?ero, Alexis Ohanian, el que ech¨® a Taylor.
A pesar de todos los problemas que ha tenido hasta ahora, Pao no cesa en su campa?a en contra de la discriminaci¨®n con su asociaci¨®n Project Include. ¡°Perder me doli¨®, pero tampoco me arrepent¨ª. Podr¨ªa haber recibido millones de Kleiner si hubiera firmado un acuerdo. Lo rechac¨¦ para poder compartir mi historia en charlas por todo el pa¨ªs y a trav¨¦s de Project Include, una organizaci¨®n sin fines de lucro que co-fund¨¦ para dar a todos la oportunidad de tener ¨¦xito en tecnolog¨ªa. Comenc¨¦ con un impresionante grupo de mujeres de la industria tecnol¨®gica, muchas de las cuales compartieron experiencias dolorosas similares¡±, explic¨® en The New York Magazine. Ahora su biograf¨ªa llegar¨¢ a Netflix a trav¨¦s del trabajo de Shonda Rhimes. La intensidad est¨¢ garantizada.
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