Charli XCX: por qu¨¦ la ¡®ni?ata verde¡¯ es la gran enemiga de Taylor Swift (y una nueva mentora de la generaci¨®n Z)
La cantante brit¨¢nica describi¨® la anterior gira de Swift como: ¡°Subir al escenario y saludar a ni?as de cinco a?os¡±. Su influencia y su disco estrella,, ¡®Brat¡¯, pretenden resetear la cultura joven
Hay veces en las que un disco, incluso en la ¨¦poca del streaming y las listas de reproducci¨®n, logra capturar el esp¨ªritu del momento. No se trata exactamente de ventas, producci¨®n intachable o giras millonarias. Tiene m¨¢s que ver con acertar con la f¨®rmula de ese algo intangible que define el tiempo en el que vivimos. Brat, de Charli XCX, es uno de esos discos.
El sexto trabajo de estudio de la cantante brit¨¢nica se public¨® a principios de junio, y seg¨²n el agregador de cr¨ªticas Metacritic es el ¨¢lbum mejor puntuado de lo que va de 2024, por encima de Cowboy Carter de Beyonc¨¦, que se queda en el segundo puesto. Es decir, est¨¢ arrasando. Como prueba, su set de presentaci¨®n en Boiler Room, que tuvo lugar en Nueva York en febrero, y recibi¨® unas 25.000 solicitudes para 1.000 invitaciones, convirti¨¦ndose en el m¨¢s codiciado de la historia de la promotora.
Brat es abrasivo, impetuoso, desatado, y tambi¨¦n vulnerable. Pero el impacto de Charli XCX trasciende lo musical. Su radio de influencia abarca todo lo que obsesiona a la Generaci¨®n Z. El color verde Brat, un tono t¨®xico, propio de bilis o blandiblup, que inunda la car¨¢tula fe¨ªsta, parece estar por todas partes, no se sabe si fruto de una astuta campa?a de marketing o por obra y gracia de la viralidad. El partido verde brit¨¢nico public¨® una versi¨®n del dise?o del disco para la campa?a electoral, existen incontables memes, hay tutoriales de manicuras en TikTok que lo replican, y hasta existe un generador de im¨¢genes que se est¨¢ usando para hablar de cualquier tema imaginable. Otras artistas se apuntaron al que ya se define como el color del verano: Caroline Polachek ha posado con una imagen de la ya reconocible portada y Rosal¨ªa luci¨® esmalte de u?as verde radioactivo.
Esta tonalidad inc¨®moda ya se est¨¢ infiltrando en la moda, y ha despuntado en colecciones de Prada, Martine Rose, Gucci y Loewe. Charli XCX dijo en una entrevista con Vogue Singapore que experiment¨® con 65 colores hasta que dio justo con el tono ¡°ofensivo¡± que buscaba: ¡°Quiero cuestionar las expectativas de la cultura pop. ?Por qu¨¦ hay cosas que se consideran aceptables y otras no?¡±, declar¨®. ¡°No hago nada para ser una buena chica¡±. Por algo brat significa algo as¨ª como ni?ata en ingl¨¦s: al menos que te recuerden por ser una pesadilla.
¡°La expectaci¨®n es un arma poderosa. Cuando vimos a Charli XCX con ese cartel verde verd¨ªsimo en redes sociales el pasado 7 de junio, ya anticipamos que se ven¨ªa un disco de sonido fresco y potente¡±, argumenta la periodista especializada en m¨²sica Beatriz G. Aranda. ¡°Pero la carrera de la brit¨¢nica siempre ha ido de derribar expectativas. Y en este caso, lo que nadie esperaba era esta honestidad en sus letras. Para oyentes cansados de ciertas narrativas de la m¨²sica pop contempor¨¢nea (culto al cuerpo como s¨ªntoma de libertad sexual, mezcolanzas sonoras para convencer a demasiados, empacho de colaboraciones), Brat ofrece m¨¢s crudeza y realismo. Y para las minor¨ªas que ahora refuerzan valores e ideas en el podcasting, algunas de estas canciones suponen el sesgo de confirmaci¨®n musicado m¨¢s entretenido que encontrar¨¢n en mucho tiempo. Hace unos a?os, Cosey Fanni Tutti (Throbbing Gristle) contaba en conversaci¨®n con Nik Void que, despu¨¦s de tantos a?os en bandas y trabajando con hombres, se hab¨ªa dado cuenta que ellos tienden a rellenar huecos en la m¨²sica m¨¢s que las chicas. Estas suelen crear ventanas sonoras, por decirlo de alguna manera. Musicalmente, Brat est¨¢ totalmente lleno (electro, dance dosmilero, ambient progresivo), no hay hueco posible. Pero la luz entra cuando Charli canta eso de Should I stop my birth control? Cause my career feels so small in the existential theme of it all (?Debo parar de tomar anticonceptivos? Porque mi carrera se ve tan peque?a en un plano existencial), porque juega con los t¨¦rminos binarios a su favor¡±.
El foco sobre las letras de Brat tambi¨¦n est¨¢n generando un revuelo que tiene que ver con las referencias poco veladas a otras artistas. Las canciones bullen de troleos, drama, y cotilleos. Sympathy is a knife supuestamente habla de Taylor Swift, quien sali¨® durante un tiempo con Matty Healy, cantante de The 1975, la misma banda en la que George Daniel, la actual pareja de Charli toca la bater¨ªa. ¡°No la quiero ver en el backstage en los conciertos de mi chico, espero que corten pronto¡±, dice la letra. La enemistad vendr¨ªa de antes, cuando Charli describi¨® su actuaci¨®n para abrir la anterior gira de Swift como: ¡°Subir al escenario y saludar a ni?as de cinco a?os¡±. La estadounidense por su parte us¨® su poder¨ªo para escalar las listas brit¨¢nicas, en las mismas fechas en las que se lanzaba Brat, lanzando durante tiempo limitado en el Reino Unido las seis reediciones de The Tortured Poets Department. Esta maniobra coloc¨® a Swift en lo m¨¢s alto del ranking, evitando que ¡®Brat¡¯ llegase al n¨²mero uno. Charli ha pedido a sus fans, conocidos como ¡°angels¡± que, en sus conciertos, dejen de gritar ¡°Taylor est¨¢ muerta¡±, haciendo hincapi¨¦ en que no va a tolerar ese tipo de odio en sus directos.
Pero la relaci¨®n ambivalente con Lorde est¨¢ trayendo a¨²n m¨¢s cola. Es un chiste recurrente que confunden a las dos artistas, y los fans de Charli entran al trapo y en sus directos piden que toque Royals de Lorde. En el corte Girl, so confusing la brit¨¢nica hablar¨ªa de su amiga y rival: ¡°T¨² escribes poes¨ªa, yo monto fiestas¡±. Cualquier sospecha de rencilla que iba a m¨¢s se cerr¨® con la colaboraci¨®n de ambas en el remix del mismo tema. En su versi¨®n Lorde admite que siempre admir¨® a Charli, cancelaba los planes que ella le propon¨ªa a ¨²ltima hora porque se sent¨ªa insegura con su imagen y no quer¨ªa aparecer en fotos. La versi¨®n original fantasea con una colaboraci¨®n que revolucionar¨ªa las redes, y as¨ª ha sucedido.
Pero hay algo m¨¢s que explica esta obsesi¨®n con Brat. En nuestra existencia cr¨®nicamente online el disco construye un puente entre la cultura digital y la de club. Las referencias de Charli, de nombre real Charlotte Aitchison, tienen calle. Empez¨® actuando en raves londinenses a los catorce a?os, y a sus 31 ha conocido tanto MySpace y Tumblr como las fiestas ilegales en naves industriales. Sus sesiones repletas de cameos inesperados, hacen que volvamos a sentir FOMO (el miedo a perdernos algo). Y aunque Brat hace gui?os a influencers de Instagram que muchos consideran odiosos como Gabbriette, tiene ese punto de amiga que empuja a salir de casa y no volver hasta la ma?ana siguiente.
Da que pensar que este trabajo irrumpe en escena despu¨¦s de m¨²ltiples meses de crisis, guerras y crispaci¨®n pol¨ªtica. El hedonismo febril que propone alienta a dejarse llevar, persuade de lo innecesario de la constante optimizaci¨®n, advierte que salir de fiesta tambi¨¦n es cuidarse, y quien est¨¦ libre de criticar que tire la primera piedra, porque cualquier mujer en alg¨²n momento puede ser un poco ni?ata. Brat ha sido sin duda el golpe final que ha pulverizado la tendencia ¡®clean girl¡¯, de clases de yoga y maquillaje indetectable para recuperar a esas chicas de manicura francesa acr¨ªlica, y un mechero Bic en el bolsillo. ?Es esta la constataci¨®n de ese vibe shift, esa suerte de reseteo o cambio de paradigma que predec¨ªa el cazatendencias Sean Monahan? Lo veremos en los pr¨®ximos meses.
En uno de los temas, Rewind, su autora confiesa ese detalle tan de diva de los dos mil, que es llamar ella misma a los paparazzi para salir en los medios (¡°todo el mundo lo hace¡±). Despu¨¦s del ¨¦xito del que disfrutar¨¢ este verano, lo m¨¢s probable es que no tenga que volver a levantar el tel¨¦fono.
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