¡®Hobo¡¯, el bolso con el nombre m¨¢s pol¨¦mico es tambi¨¦n el m¨¢s deseado de la temporada

Asa corta, estructura flexible y capacidad para llevar media casa a cuestas. Las tres caracter¨ªsticas b¨¢sicas del bolso hobo, ese que tiene forma de media luna, son fieles a los preceptos de comodidad y estilo que tanto se buscan en la moda actual. Pero, sobre todo, cumple el requisito indispensable para ser tendencia en 2021: haberlo sido antes. En este contanste rescate del pasado en el que estamos sumidos ¨Cno solo en la moda, solo hay que echar un vistazo a las sagas cinematogr¨¢ficas reinventadas¨C pocas prendas y accesorios que contaron con su momento de gloria a principios de los 2000 quedan por recuperar (la tendencia se denomina Y2K), y el bolso hobo no iba a ser menos.

Las evidencias de su vuelta son muchas. El Jackie 1961 de Gucci, bautizado as¨ª por la devoci¨®n que Jackie Kennedy manifest¨® por el modelo hobo de la firma italiana, del que hizo seis encargos, es uno de los accesorios favoritos e inseparables de las fashionistas de pro esta temporada. Alessandro Michele, director creativo de la marca, resucit¨® la pasi¨®n por el modelo en su colecci¨®n para este invierno creando una versi¨®n mini que ya es tan cocidiada como el tama?o est¨¢ndar. Pero hay m¨¢s. Firmas como Staud, Coperni o ByFar han hecho del hobo renovado ¨Cmantiene la silueta de media luna, pero es r¨ªdigo y m¨¢s peque?o¨C el modelo favorito del street style (al menos de cuando las semanas de la moda presenciales daban cuenta de los estilismos de sus asistentes). Por supuesto, Bottega Veneta, Saint Laurent, Celine, Chlo¨¦ o Tod¡¯s tambi¨¦n tienen sus versiones y la firma de culto The Row, capitaneada por las semanas Olsen, ha lanzado un hobo exclusivo para el gigante del lujo online Net-a-porter que re¨²ne todo lo que se le puede pedir a un bolso en este tiempo: minimalismo, comodidad y tacto reconfortante.

El origen del hobo, sin embargo, est¨¢ rodeado de cierta pol¨¦mica, aunque su incorporaci¨®n al diccionario de los bolsos y al lenguaje de la moda haya dejado en segundo plano las implicaciones del t¨¦rmino que le da nombre. Como recordaba la edici¨®n estadounidense de Vogue en un art¨ªculo titulado Why We Need To Rethink The Term Hobo Bag (Por qu¨¦ necesitamos replantearnos el t¨¦rmino bolso hobo), con ese nombre se conoc¨ªa a los trabajadores inmigrantes que llegaban a Estados Unidos a finales del siglo XIX. En sus viajes al pa¨ªs de las oportunidades, normalmente en trenes de carga, estos obreros guardaban sus escasas pertenencias en un saco atado a un palo (lo que aqu¨ª llamar¨ªamos hatillo). De ah¨ª que cuando en 1936 esa idea de llevarlo todo en un saco se tradujo por primera vez en un bolso, decidieran bautizarlo como hobo. Aunque el t¨¦rmino no es sin¨®nimo de vagabundo o homeless, puesto que ?hab¨ªa cierto elemento de voluntariedad en su experiencia?; ?eran trotamundos de vida itinerante, que cre¨ªan en el sexo libre, la ausencia de ataduras, las correr¨ªas, los trabajos eventuales, las detenciones por vagancia y las borracheras hom¨¦ricas?, como apunta El Pa¨ªs en este art¨ªculo, el presentismo nos invita a analizar si un t¨¦rmino que daba nombre a personas de escasos recursos es una buena forma de referirse a un bolso. M¨¢s cuando los modelos de lujo superan los mil euros.

Sea como fuere, el hobo ¨Cde momento tenemos que llamarlo as¨ª¨C se ha convertido en un cl¨¢sico presente en toda clase de marcas que, de cuando en cuando, vuelve a responder a la categor¨ªa de tendencia, pero que incluso cuando no lo es goza de firmes defensoras y fieles compradoras. Perfecto para adaptarse a las necesidades de la mujer trabajadora, tambi¨¦n cuenta con cualidades suficientemente neutras como para ser complemento unisex. De hecho, Gucci atesora en su archivo fotogr¨¢fico una imagen del novelista Samuel Beckett llevando un hobo de la marca en los setenta y otra del actor brit¨¢nico Peter Sellers, que tambi¨¦n fue uno de sus adeptos. El modelo de la firma italiana es, de hecho, uno de los m¨¢s c¨¦lebres de la categor¨ªa. Bautizado en un primer momento como G1244 pas¨® a conocer como Jackie 1961, tal y como adelant¨¢bamos al principio del texto, despu¨¦s de que Jacqueline Kennedy Onassis se pasara la d¨¦cada de los setenta y los ochenta paseando sus variados bolsos hobo por todas partes. El a?o, por supuesto, corresponde a la fecha en la que se cre¨® el modelo, cuatro d¨¦cadas despu¨¦s de que Gucci abriera su primera tienda en Florencia.

Firmas como Bottega o Loewe tambi¨¦n son buenas amigas de esta silueta. La primera ha lanzado versiones trenzadas en todos los tama?os (incluso algunos tan exagerados que efectivamente parecen hatillos para llevar a cuestas todos nuestros enseres) y, la segunda, ha reinventado el concepto hobo en varias ocasiones. Hace una d¨¦cada gust¨® mucho el modelo Dunas y despu¨¦s le han tomado el relevo el Flamenco o el Bow, un hobo extragrande con bandolera de lazo. Estos dise?os recuperan el esp¨ªritu de las hermanas Olsen y los bolsos-saco que acostumbraban a llevar en la primera d¨¦cada de los 2000, mientras que las versiones m¨¢s peque?as guardan cierto paralelismo con los bolsos baguette que tanto se vieron tambi¨¦n en aquellos a?os. Papeletas para ser el revival del momento en cualquier tama?o o color, las tiene todas.