La campa?a de Bego?a Villac¨ªs est¨¢ siendo extraordinaria (y el que diga lo contrario miente)
Solo otra mujer, adem¨¢s de la candidata de Ciudadanos al Ayuntamiento de Madrid, se hab¨ªa atrevido a aparecer embarazada en los carteles electorales.
No es habitual que una mujer pida el voto desde una marquesina luciendo una enorme barriga embarazada.
Es tan poco habitual que es la primera vez en la historia de la democracia espa?ola y la segunda en el mundo.
Bego?a Villac¨ªs, que dio a luz ayer a una ni?a, aparece en sus carteles electorales de cuerpo entero mostrando en todo su esplendor una panza. Antes de ella solo hubo una mujer que se atreviese a semejante osad¨ªa. Fue el a?o pasado. La candidata dem¨®crata a la fiscal¨ªa general de Nueva York, Zephyr Teachout, escogi¨® como elemento visual central de su v¨ªdeo electoral sus propias ecograf¨ªas y su beb¨¦ en ciernes. En ese v¨ªdeo se la pod¨ªa ver boca arriba someti¨¦ndose a un examen m¨¦dico y se la pod¨ªa escuchar hablando de forma cr¨ªtica sobre las pol¨ªticas sanitarias de Trump mientras sonaban de fondo los caracter¨ªsticos ultrasonidos que recoge la sonda convexa del ec¨®grafo.
Por supuesto, en Estados Unidos esa decisi¨®n se convirti¨® en noticia y gener¨® pol¨¦mica. La apoy¨® en todo momento alguien tan poco sospechoso de conservadurismo como Alexandria Ocasio-Cortez.
En Espa?a, en cambio, los medios han recibido la estrategia de comunicaci¨®n de la candidata de Ciudadanos con una indiferencia que podr¨ªa confundirse con miedo. Lo que no significa que esta decisi¨®n por parte de la candidata no sea extraordinaria.? ¡°Una imagen como esta es provocativa todav¨ªa hoy en d¨ªa porque hasta hace bien poco representaba la interrupci¨®n de la carrera de una mujer¡±, dice la presidenta del Club de Creativos de Madrid, Uschi Henkes. ¡°Nunca jam¨¢s antes la publicidad de nuestro pa¨ªs hab¨ªa mostrado a mujeres embarazadas en situaciones que no tuviesen que ver con el propio embarazo. Este tipo de im¨¢genes solo sea usaban en revistas de maternidad. Las mujeres dejaban de existir en ese momento y esta era una regla no escrita que afectaba incluso a las campa?as de moda o de belleza¡±. Sectores donde las principales consumidoras son mujeres, es decir, personas que pueden vivir o haber vivido un embarazo.
Crist¨®bal Herrera, director de Asuntos P¨²blicos de Llorente y Cuenca, consultora que ha asesorado a Pedro S¨¢nchez en asuntos de comunicaci¨®n, dice que una mujer embarazada ahora tiene otras connotaciones y ayuda a transmitir ¡°una idea de futuro. Una mujer embarazada se preocupa por lo que pasar¨¢ en el ma?ana de una forma que no lo hacen otras personas¡±.
?Bienvenida In¨¦s! C¨®mo han cambiado las cosas desde que naci¨® tu hermana Jimena, hace ya 12 a?os y Paula, hace 13. Ahora hemos podido estar juntitas desde que has nacido, piel con piel.
— Bego?a Villac¨ªs (@begonavillacis) May 17, 2019
Gracias a todos por vuestros mensajes de cari?o. Estamos muy bien, y felices ?? #YaSomos5 pic.twitter.com/vMT8lHLVWt
Pero no hace tanto que el embarazo era un tab¨² entre las pol¨ªticas embarazadas: la primera ministra de Pakist¨¢n, Benazir Bhutto, dio a luz a lo largo de su mandato (en 1990) pero mantuvo en todo momento oculto este dato a la opini¨®n p¨²blica y regres¨® a sus obligaciones tan pronto como el m¨¦dico se lo permiti¨®. El a?o pasado, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, fue noticia por los motivos opuestos: ella avis¨® con seis meses de antelaci¨®n de que ser¨ªa madre y cuando por fin lo fue agot¨® los seis meses de baja.
Herrera asegura que en Espa?a la imagen de una mujer encinta en plena actividad pol¨ªtica ya no resulta rara. Y tiene claro qui¨¦n es la responsable: ¡°Carme Chac¨®n gener¨® much¨ªsimos comentarios cuando la eligieron ministra de defensa estando embarazada¡±. Despu¨¦s vino aquella ic¨®nica imagen de 2008 en la que pasaba revista a las tropas con panz¨®n que abri¨® el camino a las que llegaron despu¨¦s (Susana D¨ªaz, por ejemplo, estaba embarazada cuando se empez¨® a hablar de un posible adelante de las elecciones; Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa no ces¨® su actividad por estar encinta). Seg¨²n Herrera, ¡°antes se hac¨ªa una conexi¨®n entre mujer embarazada y cese de la actividad laboral que ya se ha superado¡±.
Pero la idea de la ¡°normalidad¡± de esta decisi¨®n de la candidata de Ciudadanos se da de bruces con los datos del mercado laboral. Seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, el 45% de las mujeres no vuelven a su horario laboral tras tener un hijo. Seg¨²n un estudio del Instituto de Pol¨ªtica Familiar, el 18% de las mujeres ha?recibido presiones por parte de la empresa al quedarse embarazadas. Una de cada cuatro (de entre 18 y 25 a?os) incluso recibi¨® la carta de despido poco despu¨¦s.
No es el caso de Villac¨ªs. En su partido no no saben cu¨¢ndo se reincorporar¨¢ exactamente a su puesto ni si agotar¨¢ entera su baja de maternidad, pero s¨ª que estar¨¢ permanentemente disponible. ¡°Ella ya ha dicho si tiene que participar en la negociaci¨®n de la alcald¨ªa o si tiene que ir al pleno de investidura va a ser flexible¡±, explica la jefa de comunicaci¨®n de Villac¨ªs, Clara Berdi¨¦. La candidata a la alcald¨ªa est¨¢ dispuesta a llevar la imagen que proyecta en las fotos de su campa?a hasta las ¨²ltimas consecuencias. Durante toda la campa?a ¡°se ha encontrado fenomenal. No ha cambiado en nada su agenda¡±. El d¨ªa antes de parir, de hecho, se fue directamente desde Club Siglo XXI a casa para prepararse la canastilla.
Desde Ciudadanos no ocultan que escogieron esta imagen porque les ayudaba a transmitir los valores de su programa. ¡°Nosotros quer¨ªamos una campa?a cuyos valores centrales fuesen trabajo y familia y nos pareci¨® que esa imagen era la m¨¢s adecuada¡±, dice Berdi¨¦. La idea de la familia se transmite, obviamente, mediante la barriga, bien sujeta por un vestido blanco (¡°de Mango¡±). Y el trabajo a trav¨¦s de su gesto: Villac¨ªs aparece remang¨¢ndose una chaqueta azul celeste (¡°de Stradivarius¡±). Seg¨²n Bernier no hubo ninguna clase de debate en el partido en torno a la decisi¨®n de elegir esta imagen: ¡°A todo el mundo le pareci¨® muy bien¡±.
Pero tampoco niegan que hab¨ªa partidarios de otras soluciones. ¡°Algunas de las personas que nos estuvieron asesorando con la campa?a le ofrecieron la posibilidad de que la imagen de los carteles fuese un close-up. Pero fue ella misma quien dijo que no: ¡®No tengo por qu¨¦ ocultar c¨®mo estoy ni qui¨¦n soy¡¯¡±. Una declaraci¨®n muy normal, pero en absoluto habitual.
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