Las zapatillas con plataforma que estaban por todas partes hace diez a?os vuelven a estar de moda
Las que no se las quitaron nunca, como Shakira, est¨¢n de enhorabuena porque las ?sneakers? con suelas de m¨¢s de cinco cent¨ªmetros son onmipresentes en marcas de todo rango de precios.
A siete cent¨ªmetros sobre el suelo, sobre unas zapatillas con plataforma XXL, Shakira camina en su nueva solter¨ªa. Camina o flota, porque parece que cuanto m¨¢s grande es su ¨¦xito m¨¢s altas son sus suelas: en los ¨²ltimos meses no se separa de sus Kurt, de la neoyorquina R13 (a 600€), o del modelo Riot de la colecci¨®n pre-fall de la misma marca, con exacta altura y un precio que va de los 1597€ a los 2540€ en su versi¨®n m¨¢s colorida. Por lo que se puede ver en redes sociales, las tiene hasta en cinco colores y son las que lleva en su d¨ªa a d¨ªa siempre que no va a un evento.
Menos mal hay hamaca en este estudio y visitas muy gratas ?! pic.twitter.com/erv3ZSWGO4
— Shakira (@shakira) October 10, 2023
Shakira no es la ¨²nica: Jessica Chastain combin¨® unas blancas de Celine con un traje amarillo a su llegada al festival de cine de San Sebasti¨¢n, y otras celebridades como Gigi y Bella Hadid est¨¢n llev¨¢ndolas ahora, cuando parece que el minimalismo en zapatillas -copado por las exitosas Samba de adidas- est¨¢ ya en ca¨ªda libre.
La vuelta de las plataformas se lleva gestando desde comienzos de a?o desde que Fendi sac¨® unos zuecos engomados con cu?a de seis cent¨ªmetros para la temporada de primavera-verano, Marc Jacobs elev¨® las suelas de sus botas m¨¢s de un palmo y Versace volvi¨® a insistir con sus zapatos de suela vertiginosa. Ya en el verano de 2022 Celine hab¨ªa sacado a desfilar a todas sus modelos con zapatillas de plataforma.
Lo de la zapatilla de lujo tampoco es nada nuevo, de hecho lleva copando ventas de marcas como Balenciaga o Gucci en los ¨²ltimos a?os, pero el regreso de la ¡°sneaker¡± de suela de m¨¢s de cinco cent¨ªmetros s¨ª es tendencia: Loewe, Marni, Givenchy, adidas, Vans. Nombra una marca de moda o deportiva, y encontrar¨¢s su versi¨®n.
De hecho, marcas de todo el rango de precios est¨¢n adaptando esas altitudes a zapatillas m¨¢s o menos deportivas: Ala?a ha dise?ado unas con Superga por m¨¢s de 500 euros, Miu Miu -la marca que firma las tendencias virales desde hace un par de a?os- tiene una versi¨®n alt¨ªsima con inspiraci¨®n monta?era con un precio de 960 euros y Nike ha relanzado un modelo de 1972, las Blazer, con una plataforma visible pero m¨¢s discreta y un precio que ronda los 100 euros. Hay muchas, casi infinitas opciones esta temporada: en Zara con 6 cent¨ªmetros por menos de 30 euros, en Prada por 920 euros y en Converse tienen 279 modelos de plataforma, incluidas las m¨ªticas Chuck Taylor?reinterpretadas ahora por Rick Owens con una suela de cinco cent¨ªmetros de altura.
El calzado de plataforma es especialmente efectista a la hora de crear la ilusi¨®n ¨®ptica de ser m¨¢s alta o de tener piernas m¨¢s largas pero lo cierto es que este regreso es algo m¨¢s que un truco de estilismo. El ¡°look¡± est¨¢ resurgiendo entre una generaci¨®n demasiado joven para haber experimentado su ¡°boom¡± hace diez a?os y al mismo tiempo est¨¢ detonando la nostalgia entre muchas mujeres que superan los 30. La primera, fascinada con esa est¨¦tica llamada Y2K, busca reinterpretar ¨¦xitos de los primeros dosmiles: despu¨¦s de los vaqueros de talle bajo y los bolsillos ¡°cargo¡±, es el turno de las zapatillas de plataforma. Para las ¨²ltimas tambi¨¦n les saca una sonrisa: de hecho hay una zapatilla de suela alta (en este caso, en cu?a) que es su particular magdalena de Proust en la moda: hablamos de las famos¨ªsimas ¡°sneakers¡± de Isabel Marant.
Viajemos en el tiempo a 2011, la era pre-influencer, cuando acababa de nacer Instagram. En aquel momento actrices, cantantes y modelos eran las prescriptoras de moda, y sus portadas en revistas y apariciones en videoclips eran catalizadores de compras. Beyonc¨¦ era la superestrella del momento (eso no ha cambiado demasiado) as¨ª que cuando apareci¨® en el v¨ªdeo de Love On Top con unas zapatillas negras al tobillo y con cu?a oculta, el nombre de Isabel Marant pas¨® de pertenecer al circuito de la moda parisina a la cultura ¡°mainstream¡±.
Las zapatillas en cuesti¨®n se llamaban Bekett y se hicieron tan populares y tan deseadas que se agotaron en todas partes. Acabaron generando una lista de espera de seis meses para comprarlas y alcanzando un precio de reventa en eBay de m¨¢s de 1.000 euros, casi el doble del original (unos 600). Eran muy f¨¢ciles de reconocer gracias a su leng¨¹eta exagerada y sus correas de velcro, pero el detalle de dise?o definitivo era su tac¨®n de cu?a que te elevaba m¨¢s de siete cent¨ªmetros. Pronto un concepto tan divisivo como una zapatilla con tac¨®n pas¨® a ser algo genial y las Bekett empezaron a estar en todas partes. Gisele B¨¹ndchen, Miranda Kerr, Kate Bosworth, Jessica Alba, Rosie Huntington-Whiteley, Joan Smalls, Leandra Medine: toda famosa influyente de aquella ¨¦poca ten¨ªa unas Bekett a los pies.
Precisamente hace un par de a?os, con motivo del 10 aniversario de las Bekett, The New York Times les dedic¨® un art¨ªculo de nostalgia. Como recordaba Jessica Iredale, las zapatillas deportivas con cu?a y aspecto ortop¨¦dico eran el tipo de dise?o por el que profesabas amor u odio, sin medias tintas, al igual que unos a?os antes lo hab¨ªan sido el ch¨¢ndal de Juicy Couture, los vaqueros de talle bajo o las botas Ugg. Las zapatillas con cu?a trascendieron la moda y se convirtieron en cultura justo antes de que las redes sociales se apoderaran de nuestras vidas y los millennials se hicieran cargo de la narrativa.
Seg¨²n dijo?entonces una de sus fieles, Leandra Medine (quien salt¨® a la fama gracias a su blog ahora extinto Man Repeler), el zapato era tan divisivo porque su valor est¨¦tico, monetario y social estaban en el ojo del consumidor: ¡°Juzgamos los sistemas de valores de cada uno en consecuencia, y eso provoc¨® una defensa firme por parte de ambos lados, ?sabes? Los cr¨ªticos los odiaban m¨¢s y los admiradores m¨¢s fuertes, sencillamente, los quer¨ªan m¨¢s¡±.
La ubicuidad de las Bekett super¨® la reputaci¨®n que Marant se hab¨ªa construido como dise?adora independiente desde que en 1994 hab¨ªa lanzado su marca de ropa, con una est¨¦tica de bohemia indiferencia y esa sensibilidad tan masculina del t¨®pico de las parisinas. La zapatilla se adelantaba a una tendencia que ser¨ªa viral en los pr¨®ximos a?os, la de tomar elementos de la cultura callejera, combinarlos con prendas m¨¢s delicadas o formales, y subirlos a la pasarela. Hace 13 a?os fue algo muy revolucionario y aquello puso la marca en el mapa global. Cuando lanz¨® su zapatilla, Isabel Marant acababa de aterrizar en el mercado estadounidense y solamente ten¨ªa una tienda en Nueva York. En la siguiente d¨¦cada abri¨® otras 59 en todo el pa¨ªs.
Tiempo despu¨¦s, Marant cont¨® que su propia historia hab¨ªa inspirado las Bekett. Cuando era adolescente le gustaba vestir con zapatillas y prendas consideradas entonces masculinas, pero tambi¨¦n deseaba unas piernas m¨¢s largas. As¨ª que comenz¨® a colocar una cu?a de corcho en las plantillas de sus ¡°sneakers¡±.
Tras la euforia, murieron de ¨¦xito. Las Bekett inspiraron tant¨ªsimas imitaciones baratas, como las exitosas de Steve Madden, que se pod¨ªan encontrar por un precio diez veces menor. Mientras tanto, las originales se segu¨ªan vendiendo como churros, pero para su creadora algo se rompi¨®: ?Se han convertido en algo s¨²per vulgar, as¨ª que no siento que quiera ser la dise?adora de zapatillas de cu?a?, dijo a The Cut en 2014. Y dej¨® de fabricarlas.
La dise?adora se centr¨® en dise?os m¨¢s urbanos y deportivos hasta que diez a?os despu¨¦s, en 2021, Marant lanz¨® una nueva versi¨®n de las zapatillas de cu?a, ahora con el nombre de Balskee. Eran muy parecidas pero la suela era m¨¢s robusta y a?ad¨ªa cinco cent¨ªmetros de plataforma en la parte delantera. Al igual que su altura, el precio tambi¨¦n era m¨¢s vertiginoso: llegaba a los 770 d¨®lares. Hoy se siguen agotando en su tienda online.
En 2023 las zapatillas de plataforma y cu?a vuelven a estar de actualidad, y aunque quiz¨¢ no todas las que las compran ahora recuerden las originales, la idea de un calzado c¨®modo pero ¡°cool¡± se ha asentado en nuestra manera de ver la moda.
En realidad la zapatilla como icono de culto tiene sus ra¨ªces en la cultura del hip hop en los a?os ochenta, cuando en las tribus urbanas se desarroll¨® tambi¨¦n una sensibilidad de moda. Raperos como Raperos como Run-DMC y sastres como Dapper Dan tomaron los c¨®digos de lujo y los tradujeron al lenguaje de la calle: tal y como recordaba Laura P¨¦rez en un art¨ªculo sobre coleccionistas de zapatillas publicado en?El Pa¨ªs, ¡°de aquel germen, y de una constelaci¨®n de est¨¦ticas urbanas ¡ªrelacionadas, por ejemplo, con el surf o el?skate¡ª, surgi¨® la cultura?streetwear. Figuras como Shawn Stussy (que fund¨® en 1984 su m¨ªtica firma de ropa) o?James Jebbia?(el creador de Supreme, que abri¨® su primera tienda en 1994 en Nueva York) protagonizaron una nueva era de la ropa urbana. A?os m¨¢s tarde, dise?adores como?Kim Jones?¡ªdise?ador de las colecciones de hombre de Dior¡ª o el desaparecido?Virgil Abloh?¡ªque llen¨® Louis Vuitton de inspiraci¨®n urbana¡ª acabar¨ªan de elevar esa cultura a la cima de la industria del lujo. En este ¨¢mbito explota el coleccionismo de zapatillas, un universo orbitado por figuras como los?hypebeasts?o?sneakerheads, como se denomina a los aficionados, y negocios como el de la reventa: un mercado en plena expansi¨®n que pretende alcanzar los 6.000 millones de d¨®lares (unos 5.590 millones de euros) para 2025,?seg¨²n Cowen & Co. Las zapatillas, o?sneakers, son hoy objetos de deseo y pueden llegar a venderse en subasta por 1,5 millones de euros, como ocurri¨® con las?Nike Air que Michael Jordan?us¨® en su primera temporada en la NBA en 1984 (el a?o pasado, unas de Kanye West?cosecharon la misma cifra). En febrero, 200 zapatillas dise?adas por Virgil Abloh fueron subastadas por?25 millones¡±.
Claramente hoy han colisionado dos megatendencias: la de las zapatillas de culto y la de las plataformas. Veremos durante cu¨¢nto tiempo.
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