Karl Lagerfeld y Pierre Berg¨¦, la historia del ¡°odio m¨¢s cruel¡± del mundo de la moda que acab¨® con la amistad del k¨¢iser e Yves Saint Laurent

Fue la ic¨®nica editora de moda Suzy Menkes la primera en atreverse a esbozar su antagonismo estableciendo un s¨ªmil con una de las grandes leyendas ¨Cmuchas veces desmentida¨C sobre envidia art¨ªstica de la historia: ¡°Karl empez¨® a ser el Salieri en contra del Mozart que era Saint Laurent¡±. Cambiando la Viena imperial del siglo XVIII por el Par¨ªs de la d¨¦cada de los setenta y la m¨²sica por la moda, lo cierto es que la historia reciente no se entiende sin el muy documentado antagonismo entre Karl Lagerfeld e Yves Saint Laurent. Dos genios de la moda cuyos caminos se cruzaron siendo casi adolescentes cuando ambos ganaron el primer premio del Secretariado Internacional de la Lana de 1954. Pese a que el k¨¢iser defend¨ªa que hab¨ªan mantenido una amistad prolongada en el tiempo, lo cierto es que el ¨¦xito fulgurante del argelino en contraposici¨®n a los discretos comienzos de Lagerfeld, un amor disputado y dos egos casi tan grandes como su propio trabajo separaron sus trayectorias. Pero hay una persona que jug¨® un papel clave en que la distancia entre los dos jam¨¢s se corrigiera y cuya influencia en la vida de ambos jugar¨¢ un rol fundamental en Becoming Karl Lagerfeld (Disney+, estreno el 7 de junio), la pr¨®xima serie sobre el que fuera director creativo de Chanel. Ese fue Pierre Berg¨¦, conocido durante a?os como el ¡°pitbull de la moda¡±.

¡°El problema de Karl, y ocurre lo mismo con dos estrellas del cine, es el siguiente: una se convierte en Marilyn Monroe y la otra no es nadie. Me gusta mucho Karl, lo conozco desde siempre. Es una persona realmente cultivada e inteligente. Pero su verdadero problema es que nunca ha tenido ¨¦xito con su propia marca. Y que nunca ha sido capaz de alcanzar el nivel de ¨¦xito por s¨ª mismo que ha alcanzado bajo el nombre de Chanel. Y eso es triste¡±, confesaba Berg¨¦ a la propia Menkes en la edici¨®n estadounidense de la revista Vogue en 2015. El que fuera mano derecha de Saint Laurent, cofundador de la firma hom¨®nima y compa?ero sentimental del dise?ador durante d¨¦cadas, nunca fue amigo de la correcci¨®n pol¨ªtica. De su severidad y dogmatismo pueden dar buena fe los llamados a suceder a Yves como br¨²julas creativas de su propia firma: tras reducir a Tom Ford a las etiquetas de ¡°fiasco¡± y ¡°puro marketing¡±, se despach¨® con Stefano Pilati calific¨¢ndolo como ¡°la absoluta nada¡±.

El problema de Karl, y ocurre lo mismo con dos estrellas del cine, es el siguiente: una se convierte en Marilyn Monroe y la otra no es nadie. Me gusta mucho Karl,pero su verdadero problema es que nunca ha tenido ¨¦xito con su propia marca.

Pierre Berg¨¦

Y ment¨ªa Berg¨¦ cuando dec¨ªa que le gustaba mucho Karl. La antipat¨ªa entre ellos era tal que, seg¨²n el propio k¨¢iser, llegaron a estar 40 a?os sin dirigirse la palabra. ¡°Tendr¨ªa que quedarse con sus libros viejos. ?l es de otra ¨¦poca. Deber¨ªa adaptarse a los tiempos, los tiempos no tienen que adaptarse a ¨¦l. Y si no le gustan, entonces har¨ªa bien en callarse y retirarse¡±, replic¨® el dise?ador en WWD tras las acusaciones vertidas contra ¨¦l por el empresario. Las comparaciones con Saint Laurent, aka Marilyn Monroe, siempre lo acomplejaron y cuando consigui¨® por fin triunfar en la industria carg¨® sin remordimientos contra ¨¦l: ¡°No me gusta este Yves en particular porque yo conoc¨ª a otro, muy divertido y con un gran sentido del humor (¡­) Pero ¨¦l solo ten¨ªa un deseo en aquel momento¡­ ser rico y famoso¡±.

¡°Lagerfeld y Berg¨¦ empezaron siendo amigos. Compart¨ªan el amor de Berg¨¦ por los libros, pero su relaci¨®n se deterior¨® con el tiempo. Berg¨¦ ve¨ªa a Yves Saint Laurent como un artista y un genio, pero a Lagerfeld no, y logr¨® que se sintiera as¨ª. Tambi¨¦n despreciaba sus ra¨ªces alemanas, en contraposici¨®n con el gusto franc¨¦s de Yves. Karl me dijo que sent¨ªa que su amistad con Yves hab¨ªa sido destruida por Berg¨¦ y probablemente ¨¦l jugo un papel relevante en su alejamiento. Para Berg¨¦ solo hab¨ªa un sitio en la cima de la pir¨¢mide y era para Yves¡±, explica a S Moda Marie Ottavi, periodista y autora de Karl, la celebrada biograf¨ªa del dise?ador publicada en Espa?a por la editorial Superflua.

El principal motivo de su enemistad es un tri¨¢ngulo amoroso que Berg¨¦ jam¨¢s aprob¨®, con el dandi Jacques de Bascher en el centro del mismo. Este arist¨®crata parisino mantuvo una relaci¨®n plat¨®nica durante dos d¨¦cadas con Lagerfeld, libre y sin contacto f¨ªsico, hasta su muerte por sida en 1989. Eran dos personalidades opuestas: mientras el modisto era un hombre trabajador, puritano y al¨¦rgico a las fiestas; el embelesador De Bascher disfrutaba a diario del alcohol, las drogas y las org¨ªas. ¡°Era la persona m¨¢s divertida y m¨¢s distinta a m¨ª que he conocido. Salvaje, chic y divertido. Ten¨ªa todos los defectos y todas las cualidades. Para m¨ª era divino, pero otros lo encontraban diab¨®lico¡±, aleg¨® el dise?ador.

En esas noches de hedonismo y desenfreno conocer¨ªa a Saint Laurent, un genio atormentado que tambi¨¦n hizo de los excesos su modo de vida para disgusto de Berg¨¦, que rompi¨® su relaci¨®n sentimental al verse incapaz de ¡®encauzar¡¯ al dise?ador. La escritora Alicia Drake desvel¨® en su libro The Beautiful Fall que Yves mantuvo un breve romance con Jacques de Bascher, con el conocimiento de un nada posesivo Lagerfeld. Y fue precisamente este quien reconoci¨® que Berg¨¦ siempre pens¨® que ¨¦l hab¨ªa sido el instigador detr¨¢s de la uni¨®n de dos almas con tendencia a la autodestrucci¨®n: ¡°Yo hab¨ªa tenido una amistad de 20 a?os con Yves, pero Pierre la destroz¨® en pedazos. Dijo que yo hab¨ªa urdido la relaci¨®n entre ellos para desestabilizar la casa Saint Laurent¡±.

¡°La relaci¨®n entre ellos fue devastadora porque Yves se enamor¨® locamente de Jacques y tuvo repercusi¨®n en su trabajo¡±, a?ade Ottavi, subrayando la extrema vigilancia que ejerc¨ªa Berg¨¦ sobre los excesos de Yves para evitar que el coraz¨®n de su imperio textil dejara de latir. ¡°Si su romance se hubiera vuelto serio podr¨ªa haber perturbado a toda la casa YSL y tambi¨¦n a la autoridad de Berg¨¦. Pero su historia fue puramente sexual. Aunque Berg¨¦ pensaba que Lagerfeld lo hab¨ªa orquestado todo, verlo como organizador del romance es ir un poco lejos. Solo le divert¨ªa ver el caos que causaba¡±. Sea como fuere, la relaci¨®n de amistad entre los creativos pereci¨® para siempre cuando De Bascher se sum¨® a la ecuaci¨®n.

Este pasional episodio ser¨¢ uno de los centros dram¨¢ticos de la serie Becoming Karl Lagerfeld. El actor Daniel Br¨¹hl da vida al dise?ador de Hamburgo durante sus a?os de lucha para alcanzar la cima de la alta costura y convertirse en jefe de Chanel, con su relaci¨®n con Saint Laurent, De Bascher y Berg¨¦ como ejes de ese recorrido vital y profesional. Ni siquiera tras el fallecimiento de los dos primeros, Berg¨¦ y Lagerfeld ofrecieron una tregua a su largo enfrentamiento. ¡°Que su odio mutuo se hiciera p¨²blico solo acent¨²o el resentimiento entre ellos. En mis libros describo las atrocidades que se dijeron y fue muy cruel¡±, concluye Ottavi. ¡°Yves Saint Laurent fue un pionero e invent¨® piezas que pasar¨¢n a la historia de la moda, pero su genio se cerr¨® sobre ¨¦l como una trampa. Karl permaneci¨® conectado a los tiempos, se reinvent¨® e insufl¨® una nueva vida a Chanel, esa bella durmiente que ¨¦l logro modernizar. Cada uno ten¨ªa sus propios argumentos...¡±.