El adi¨®s a The Vampire¡¯s Wife, la marca del vestido que sienta bien a todas las mujeres y que adora Kate Middleton

Viernes 24 de mayo, Mayfair, en el coraz¨®n de Londres. Cientos de mujeres comienzan a hacer cola a las nueve de la ma?ana frente a un local a pie de calle: por delante, cinco horas de espera hasta que abran las puertas de The Music Room, un lugar situado cerca de las ic¨®nicas Bond Street y Oxford Street, muy conocido por albergar ventas de muestrario para marcas internacionales de ropa de lujo. Esta vez la venta ten¨ªa un car¨¢cter especial: era, probablemente, la ¨²ltima oportunidad de las seguidoras de The Vampire¡¯s Wife para hacerse con uno de sus reconocibles vestidos. La marca hab¨ªa anunciado su cierre tan solo unos d¨ªas antes, en una decisi¨®n que no por predecible result¨® menos dolorosa para sus fans.

Cada una de estas mujeres guardaba una historia personal con la marca. Estaban, por ejemplo, una madre y su hija que hab¨ªan viajado casi 400 kil¨®metros desde Yorkshire para comprar un vestido de novia: iban a adquirirlo online pero de esta forma la compra se convert¨ªa en un recuerdo m¨¢s especial. Junto a ellas, una combinaci¨®n de fans leales de la firma, compradores habituales de muestrarios rebajados e incondicionales de la moda que se hab¨ªan enterado del evento unas horas antes por internet o en los medios. ¡°La sala estaba decorada con una mezcla de pr¨ºt-¨¤-porter, accesorios y recuerdos (tazas, l¨¢pices, bolsos, postales). Hubo una gran selecci¨®n de vestidos ic¨®nicos y prendas ¨²nicas que fueron extremadamente populares, incluidos estilos ic¨®nicos como Falconetti, Villanelle y Festival¡±, cuenta a S Moda Natalie Messer, Assistant Operations Manager en The Music Room. En los tres d¨ªas que dur¨® la venta se agot¨® todo: m¨¢s de 3.600 personas asistieron a este adi¨®s de la marca, que acab¨® siendo una especie de rito de despedida te?ido de nostalgia. ¡°Los compradores estaban tristes al ver desaparecer la marca e interactuaban con el personal, compartiendo historias de sus vestidos favoritos y sus recuerdos de usarlos¡±, recuerda Natalie Messer.

Tan solo tres d¨ªas antes, la marca comunicaba su cierre inmediato a trav¨¦s de Instagram y en su p¨¢gina web: ¡°Es el momento de decir adi¨®s¡±, public¨® Susie Cave, reconociendo que los problemas financieros que llevaban meses acech¨¢ndoles eran ya insalvables. En 2014 la modelo brit¨¢nica fund¨® The Vampire¡¯s Wife junto a su amigo Alex Adamson en su ciudad natal de Brighton, Inglaterra. En muy poco tiempo esta peque?a marca de moda capt¨® la atenci¨®n de artistas, actrices, m¨²sicas e iconos culturales del momento: Sienna Miller, Kate Moss, Florence Welch, Alexa Chung o Rachel Weisz y muchas de las mujeres m¨¢s prominentes de Reino Unido, a menudo vestidas de la marca por recomendaci¨®n de la experta en relaciones p¨²blicas londinenses Daisy Hoppen. ¡°Cada vez que te pon¨ªas uno de sus vestidos sent¨ªas que estaba hecho para ti¡±, declar¨® una vez a The Standard la actriz Greta Bellamacina, modelo frecuente de la marca. Y as¨ª la lista de seguidoras de la marca se hizo internacional. Kylie Minogue, Salma Hayek, Greta Gerwig y Dakota Johnson. Incluso llego a salir en la serie Killing Eve.

Claro que Susie Cave no era ninguna amateur en el mundo de la moda. Esposa del m¨²sico Nick Cave, ha pasado su vida en la industria, modelando para grandes casas de moda como Yves Saint Laurent, Christian Dior, John Galliano o Vivienne Westwood y trabajando ante el objetivo de fot¨®grafos consagrados como Nick Knight, Guy Bourdin y Dominique Issermann. Susie Cave gan¨® el premio a Mujer del A?o como mejor dise?adora en la edici¨®n brit¨¢nica de Harper¡¯s Bazaar de 2018, el mismo a?o en que British Vogue eligi¨® el modelo Falconetti de su marca, reconocible por sus mangas acampanadas y su etiqueta de 1.595 libras, como ¡°El Vestido (con may¨²sculas) de 2018¡å.

La marca alcanz¨® un nuevo hito al convertirse en favorita en la familia real brit¨¢nica. Cuando en 2020 Kate Middleton se puso por primera vez el famoso Falconetti en un tono esmeralda el frenes¨ª por la marca se dispar¨® en todo el mundo.

El dise?o lleva el nombre de la actriz francesa Maria Falconetti, y acab¨® con el revelador apodo de ¡°el vestido de la d¨¦cada¡±. La princesa de Gales decidi¨® volver a usarlo para su primer retrato oficial conjunto con el pr¨ªncipe Guillermo con motivo de su 40 cumplea?os: nada fecha el cuadro de manera m¨¢s obvia que el vestido del momento. Cave estaba, seg¨²n public¨® la prensa brit¨¢nica, ¡°extasiada y genuinamente orgullosa¡± en aquel momento.

Aquel vestido hab¨ªa alcanzado una fama tan grande en todo el mundo que pod¨ªa acabar devorando a la marca, lo que en parte sucedi¨® despu¨¦s. Seg¨²n la estilista Bay Garnett el ascenso de Cave como dise?adora de moda se debi¨® a ¡°su capacidad para filtrar lo mejor de lo vintage y convertirlo en prendas atemporales que cualquiera puede usar hoy. El [vestido Falconetti] retom¨® el momento del vestido Galaxy que tuvo Roland Mouret , donde un vestido se vuelve exponencial y tiene vida propia¡±, declar¨® a The Standard. ¡°Una vez que deja de parecer brillante y ¨²nico, la magia puede desaparecer¡±.

En Madrid tambi¨¦n se fragu¨® un importante fandom por Susie Cave, la marca y, m¨¢s concretamente, por el Falconetti. Uno de los primeros lugares donde se pudo comprar The Vampire¡¯s Wife fue Experience27, un espacio fundado en 2021 por Sarah Barney, que antes trabaj¨® en la industria de la moda en Nueva York durante dos d¨¦cadas para grandes empresas como Saks Fifth Avenue como directora visual de su tienda insignia en Nueva York. Sorprendida al ver ¡°tan pocas boutiques multimarca peque?as y especialmente pocas que vendieran dise?adores m¨¢s peque?os e independientes¡±, decidi¨® traer marcas como The Vampire¡¯s Wife a Espa?a. ¡°Era una marca incre¨ªble con una nueva perspectiva de la moda. En aquella ¨¦poca no hab¨ªa nada como los vestidos de Susie, que desprend¨ªan un atractivo y una sensualidad incre¨ªbles sin ser demasiado reveladores. Cuando conoc¨ª la marca, trabajaban con un showroom, y m¨¢s tarde se hicieron cargo de las ventas. Era un equipo peque?o y apasionado. Trabajar con ellos era encantador e ¨ªntimo¡±, recuerda Sarah Barney para S Moda. En su tienda de la calle Orellana, en el barrio de Justicia, agotaron ¡°todos los vestidos de The Vampire¡¯s Wife, pero el m¨¢s solicitado y vendido con diferencia fue el cl¨¢sico vestido Falconetti, y en nuestro caso, en el suave color dorado metalizado. La marca sab¨ªa c¨®mo cortar un vestido con una precisi¨®n inmaculada. Este estilo sentaba bien a mujeres de todas las formas y tallas: quedaba incre¨ªble a todas las mujeres que se lo pon¨ªan. La reacci¨®n de todas las clientas que se lo probaron fue que les sentaba de maravilla. Esto es muy poco frecuente en la moda de dise?o¡±, explica.

Pero el ¨¦xito inicial de The Vampire¡¯s Wife en Espa?a tuvo m¨¢s que ver con su capacidad de conquistar a mujeres muy diferentes. ¡°Desde j¨®venes de 20 a?os hasta mujeres de 80 compraban prendas de The Vampire¡¯s Wife. Ten¨ªamos vestidos, pr¨ºts-¨¤-porter y piezas especiales, como una selecci¨®n de capas. Los vestidos se compraban principalmente para asistir a bodas. Las prendas pr¨ºts-¨¤-porter se compraban para el d¨ªa a d¨ªa o para eventos m¨¢s informales. Estas prendas se confeccionaban siempre en 100% seda o terciopelo, por lo que siempre eran muy elevadas y pod¨ªan llevarse en muchas ocasiones¡±, cuenta Sarah Barney. ¡°Algunas clientas compraron m¨¢s de una vez de las colecciones, pero m¨¢s por las piezas de pr¨ºt-¨¤-porter que por los vestidos m¨¢s formales. Los precios oscilaban entre 500 y 2100 euros. Aunque pueda parecer que estos precios son altos, The Vampire¡¯s Wife era una marca de lujo, con materiales de primera calidad y una artesan¨ªa detallada y bien hecha. En el mundo del lujo, me pareci¨® que los precios eran bajos para el valor de cada pieza en comparaci¨®n con las marcas de dise?o de la competencia¡±.

Despu¨¦s de un par de temporadas, sin embargo, la tienda dej¨® de vender la marca. ¡°Unicamente por motivos econ¨®micos. Con el Brexit, las entregas desde el Reino Unido se hicieron extraordinariamente dif¨ªciles, con retrasos y costes aduaneros... El Brexit fue, y es, un factor muy importante a la hora de decidir si podemos vender una marca del Reino Unido¡±. Esto afecta a todas las peque?as marcas brit¨¢nicas y a los dise?adores independientes¡±, explica Sarah Barney. ¡°Las marcas m¨¢s grandes pudieron hacer una transici¨®n a tener almacenes con sede en la UE para evitar estos retrasos y costes adicionales, pero esa no es una soluci¨®n razonable para una marca peque?a. Al mismo tiempo, por nuestra parte, como peque?a empresa familiar, los costes del Brexit son dif¨ªciles de mantener. Los grandes almacenes y los principales sitios web de comercio electr¨®nico tambi¨¦n pueden absorber esos costes, mientras que las tiendas m¨¢s peque?as luchan con ello¡±, reconoce.

Con el Brexit, las entregas desde el Reino Unido se hicieron extraordinariamente dif¨ªciles, con retrasos y costes aduaneros. El Brexit fue, y es, un factor muy importante a la hora de decidir si podemos vender una marca¡±

En lo que respecta al ¡°fandom¡±, cuenta: ¡°Madrid definitivamente ten¨ªa fans de la marca. La gente estaba entusiasmada al verlo en la tienda. Y la ¨²nica vez que tuvimos una disputa entre clientas en nuestro espacio fue por el ¨²ltimo vestido de un estilo espec¨ªfico¡±.

En ese mismo momento, The Vampire¡¯s Wife apareci¨® en Madrid en otro espacio, Love is in the Air, especializado en firmas de novia e invitada internacionales y que recientemente se ha ampliado bajo un nuevo concepto: el alquiler. Isabel Ruiz, fundadora de la tienda, siempre est¨¢ buscando cosas diferentes, firmas de lujo de novia e invitada que no se encuentren f¨¢cilmente en Espa?a. Y as¨ª fue como, hace un par de a?os, ¡°no s¨¦ si porque estaba en Instagram o porque lo llevaba Kate Middleton, les escrib¨ª y fui a ver su showroom en Par¨ªs. Fue en un local ideal en Le Marais y all¨ª estaba Susie Cave, tan cool. Vi la colecci¨®n, me encant¨® y la traje. A mis clientas les gust¨® desde el primer momento: a todas, desde las extranjeras que vienen a la tienda hasta muchas madres de novia, no solamente gente del mundo de la moda o muy moderna tipo de 30 a 45 a?os sino tambi¨¦n a mujeres mayores. Les gustan los vestidos de The Vampire¡¯s Wife porque sientan muy bien, no son demasiado atrevidos ni espectaculares en el sentido sexy, y funcionan muy bien para eventos¡±, comparte la empresaria con SModa. El m¨¢s exitoso, a?ade, es de nuevo el vestido Falconetti de largo midi o hasta el tobillo, en rojo. A¨²n le queda uno en tienda, y otro plateado. Ahora que la tienda ha lanzado el servicio de alquiler, es posible acceder a uno de estos vestidos por unos d¨ªas y por una fracci¨®n del precio.

El crecimiento de la popularidad de la marca coincidi¨® con el auge de los sitios de alquiler de moda online, y empez¨® a cosechar mucho ¨¦xito en portales como My Wardrobe HQ o By Rotation, pero esta opci¨®n nunca estuvo entre los planes de The Vampire¡¯s Wife.

Lo recuerda para S Moda Eva Chen, fundadora de la plataforma de alquiler de ropa para eventos Borow ¡ªque provee de la log¨ªstica al alquiler en Love is in the Air¡ª. Hace un par de a?os esta empresaria intent¨® convencer a la marca de que dieran el paso a su sistema de alquiler y entrar as¨ª en el negocio de la moda circular. No les interes¨®, algo que en opini¨®n de Chen, no ayud¨® al bienestar de su negocio. ¡°Al no actualizarse mucho otros modelos de consumo han acabado por canibalizar su canal. Estamos viendo que las que se niegan nuevos modelos de consumo por proteger su marca acaban enfrent¨¢ndose a dificultades porque al final surgen plataformas peer to peer donde de usuario final a usuario final, entre ellas, se alquilan la ropa e incluso aparecen en sitios de segunda mano como Vinted Wallapop, etc. De todos esos canales la marca no se lleva nada. Cuando hay plataformas o modelos en los que se intenta integrar a la marca o al dise?ador y que haya sinergias en cuanto al producto y tambi¨¦n en cuanto al los ingresos creemos que es la manera m¨¢s inteligente para que las marcas puedan sentar un pie en la econom¨ªa circular y llevarse su parte. The Vampire¡¯s Wife no lo hizo en otros pa¨ªses donde el alquiler despunt¨® bastante y son prendas que funcionaron muy bien de particular a particular porque son prendas caras que por lo general la gente no quiere tener en su armario y usar de manera recurrente y lleg¨® un momento en el que poca gente quer¨ªa pagar el precio que ellos pon¨ªan de venta¡±.

Para Susie Cave, The Vampire¡¯s Wife no solo fue una apuesta empresarial sino tambi¨¦n una v¨ªa para procesar un doloroso duelo. En julio de 2015, poco despu¨¦s del lanzamiento de la marca, perdi¨® a su hijo Artur de 15 a?os tras un tr¨¢gico accidente. En el documental de Andrew Dominik de 2016 One More Time With Feeling, que sigui¨® a su marido Nick Cave y los Bad Seeds en la creaci¨®n de su ¨¢lbum n¨²mero 16, Susie explica: ¡°Desde todo lo que pas¨®, mi trabajo se ha convertido en algo diferente. Antes era algo que hac¨ªa porque lo disfrutaba, pero despu¨¦s se convirti¨® en una verdadera necesidad. Fue lo ¨²nico que me distrajo de todo¡±.

Mucho se ha escrito sobre el magnetismo de Susie Cave, pero probablemente nadie ha definido mejor su estilo como su marido, Nick Cave, en el documental 20.000 d¨ªas en la Tierra. El m¨²sico cuenta as¨ª c¨®mo conoci¨® a la que ser¨ªa su mujer: ¡°La primera vez que vi a Susie fue en el Victoria and Albert Museum, ella entr¨® y todas las cosas que me hab¨ªan obsesionado a lo largo de los a?os, las im¨¢genes de las estrellas de cine: Jenny Agutter en el estanque, Anita Ekberg en la fuente, Ally McGraw con sus medias negras; Barbara Eden y Elizabeth Montgomery y Abigail, de los cert¨¢menes de Miss Mundo; Greta Garbo y Jennifer Jones y las bailarinas de Bolshoi y las gimnastas rusas; El nacimiento de Venus de Botticelli y Fran?ois Boucher, las ni?as de la piscina Wangaratta tumbadas sobre el hormig¨®n caliente; todo lo que hab¨ªa escuchado, visto, le¨ªdo y sentido; Caroline Jones muriendo en los brazos de Elvis, Jackie O en el funeral, Campanilla atrapada en la puerta, las ¨²ltimas fotos de Bert Stern de Marilyn Monroe, el interminable goteo de datos er¨®ticos ¡ªlos grandes y los peque?os¡ª, todos se unieron en ese momento, chocando en una gran explosi¨®n y yo estaba absolutamente perdido por ella.¡±

Ahora, tras una serie de problemas financieros que han acabado por ser irresolubles, esta marca de est¨¦tica m¨ªstica, bohemia, elegante y absolutamente ¨²nica, como su creadora, cierra su negocio pero tambi¨¦n una era.