Los alucinantes Louboutin plateados de Melania o el significado diplom¨¢tico de la altura
Los Trump son gigantes. Y la Primera Dama no piensa empeque?ecerse al lado de nadie.
Melania Trump es la primera Primera Dama de la historia que se mueve por el mundo con unos tacones de 120 mil¨ªmetros. Al principio resultaba chocante verla permanentemente subida a esos zancos, pero con el paso del tiempo nos hemos acostumbrado a esa estampa, igual que nos hemos acostumbrado a la, en principio chocante, idea de que su marido rija los destinos del pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo. Sin embargo, los vertiginosos tacones de Melania vuelven a llamar la atenci¨®n cuando la vemos junto a otras esposas de grandes mandatarios y podemos volver a colocar en contexto su extraordinaria altura. Esto ocurri¨® el pasado s¨¢bado en Biarritz, cuando los m¨¢ximos representantes del pa¨ªs anfitri¨®n de la cumbre del G7 salieron a dar la bienvenida a Donald y Melania Trump a una cena de gala. La diferencia con los Macron es evidente.
El actual presidente de la Rep¨²blica mide 1.77. Su esposa 1.69. Donald Trump mide 1.90 y su esposa casi 1.80. Brigitte Macron suele caminar siempre sobre tacones, que luce con caracter¨ªsticas minifaldas, pero la altura de sus zapatos palidece al lado de los de Melania, que la estadounidense de origen esloveno ha convertido en una especie de manifiesto t¨¢cito: el pasado s¨¢bado era pr¨¢cticamente imposible no reparar en los zapatos plateados elegidos por la primera dama estadounidense para su encuentro con la hom¨®loga francesa, que tuvo que subirse a un bordillo para poder comunicarse con ella de igual a igual.
?Intentan los Trump, al no disimular sus imponentes tama?os, ponerse ?por encima? de los Macron? Lo que est¨¢ claro es que no hay ning¨²n esfuerzo por parte de la pareja norteamericana en ponerse a la altura de los franceses, gesto que s¨ª sol¨ªan tener Michelle y Barack Obama. En uno los ¨²ltimos encuentros de los Obama con Carla Bruni y Nicol¨¢s Sarkozy, tanto Michelle como Carla, notoriamente m¨¢s altas ambas que el ex presidente de la Rep¨²blica Francesa se pon¨ªan zapato plano plano para evitar escenas humillantes.
Quiz¨¢ recuerde las mofas de las que fue objeto el ex presidente de la rep¨²blica de Francia cuando apareci¨® en la portada de la revista Paris Match junto a su esposa, la supermodelo Carla Bruni. Sarkozy mide 1.66 cent¨ªmetros. Carla Bruni 1.75. En esa portada, sin embargo, ambos parec¨ªan exactamente de la misma altura. La lectura subrepticia parec¨ªa clara: ?c¨®mo va a dejar un jefe de Estado que su mujer sea m¨¢s alta que ¨¦l? Donald Trump no tiene ese problema. En las fotos oficiales, ambos parecen de la misma altura. Y eso es gracias a un franc¨¦s llamado Christian Louboutin.
La elecci¨®n de Louboutin por parte de Melania tambi¨¦n tiene cierta miga, y no solo porque sea de la nacionalidad del pa¨ªs anfitri¨®n del G7.
El modelo elegido por la Primera Dama de EE.UU. no es el m¨¢s popular de la firma por motivos de confort. ¡°Recientemente me compr¨¦ los So Kate en tono nude porque son maravillosos, pero las estoy pasando verdaderamente canutas para conseguir estar c¨®moda con ellos siquiera unos minutos. Soy incapaz de caminar bien en ellos y el problema no tiene tanto que ver con los tacones en s¨ª sino con el espacio que reservan para el dedo gordo. Cada vez que los pongo siento un dolor horroroso en los dedos gordos. Dicho esto, los Pigalle son much¨ªsimo m¨¢s c¨®modos aunque tienen tambi¨¦n un tac¨®n de 120 mil¨ªmetros y el motivo es que el tac¨®n es ligeramente m¨¢s grueso y el espacio para el dedo gordo mucho m¨¢s amplio¡±. Lo cuenta una usuaria habitual de ¡°Louboutines¡± en un foro especializado.
Los m¨¢s esc¨¦pticos podr¨ªan decir que Melania no realiza ninguna proeza al ir siempre subida en estos zapatos. Que cuando la Primera Dama de EE.UU. se los pone se limita a bajar de coches oficiales o aviones, y hacer un pase¨ªllo por una pista de aterrizaje o hasta una localizaci¨®n en la que la esperan para un photocall. Pero una r¨¢pida consulta a los foros especializados hace comprender que incluso eso es extraordinariamente dif¨ªcil. La inclinaci¨®n del empeine, de cinco pulgadas, desaf¨ªa la f¨ªsica y hace que mantener el equilibrio sobre ellos, hasta en fase de reposo, sea un aut¨¦ntica haza?a.
No resbalar es el siguiente gran problema. La suela de los Loboutin es de un cuero rojo acharolado que tiene nula capacidad de agarre en superficies brillantes o escurridizas: incluso el asfalto pueden ser una aut¨¦ntica pesadilla. Muchas mujeres les a?aden a estos zapatos un material adherente a la suela para a?adirles alguna tracci¨®n. Pero a Melania no le hace falta. Es capaz de moverse con soltura¡ ?incluso sobre hierba!.
En alguno de los mencionados foros especializados, de hecho, ofrecen programas de entrenamiento para ser capaz de hacer lo que Melania hace: ¡°Para llevar zapatos sin plataformas de m¨¢s de 120 mil¨ªmetros es importante practicar, o incluso entrenarse. Se puede empezar con 75-80 mil¨ªmetros y despu¨¦s subir a 100. Llevarlos puestos el mayor tiempo posible, incluso en casa, en la cocina o en el jard¨ªn. No solo hay que entrenar el cuerpo, sino tambi¨¦n mentalmente: no hay tregua cuando una se las pone y tiene que estar dispuesto a ello. Al principio sentir¨¢s rigidez en los m¨²sculos, agujetas, dolores varios y despu¨¦s de pon¨¦rtelos necesitar¨¢s un masaje. Lo mejor es que despu¨¦s de acostumbrarte a ellos te costar¨¢ much¨ªsimo ponerte unos zapatos planos¡±. Tampoco es el caso de Melania, que como se puede ver, es capaz de pasar de un registro al otro con una facilidad pasmosa.
Los zapatos Louboutin hablan un lenguaje que no todo el mundo comprende, pero que entienden perfectamente cierto tipo de damas (y caballeros). A ellos se dirige Melania.
Una mujer que suele llevar zapatos de tac¨®n de m¨¢s de 500 euros comprende lo dif¨ªcil que es ir siempre subida sobre unos Louboutin. Brigitte Macron, que es francesa y est¨¢ acostumbrada a vestir lujo de la cabeza a los pies (su marca de cabecera es Louis Vuitton) sabe que Melania no solo la supera en altura: tambi¨¦n en destreza subida en el calzado femenino y franc¨¦s por excelencia.
?Exista una intenci¨®n diplom¨¢tica en este gesto? ?Es exagerado darle tanto significado a unos zapatos? A finales del siglo XVI, el Shah Abbas I, quien ten¨ªa la caballer¨ªa m¨¢s grande del mundo, fue en misi¨®n diplom¨¢tica a Rusia, Noruega, Alemania y Espa?a para encontrar aliados contra su mayor enemigo, el Imperio Otomano. ?l y todo sus hombres llevaban tacones: los usaban para aferrarse a los estribos de los caballos pero, colateralmente, les hac¨ªan parecer much¨ªsimo m¨¢s altos que el resto de hombres. Desde ese momento, los zapatos ¡°de estilo persa¡± se pusieron de moda entre los arist¨®cratas, que cre¨ªan que as¨ª ten¨ªan una apariencia m¨¢s viril y poderosa. Luis XIV de Francia, que med¨ªa 1,63, se pon¨ªa unos zapatos casi tan altos como los de Melania (10 cent¨ªmetros) para sentirse grande. Conviene no olvidar que los tacones altos se empezaron a usar por cuestiones puramente pol¨ªticas.
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