Los ¡®pelos punk¡¯ de M¨¢xima de Holanda o por qu¨¦ es muy raro que una reina vaya despeinada

El mundo ha tenido muy pocas ocasiones de dar muestras de su verdadero mal genio en p¨²blico a la Reina Isabel. Pero una de ellas se produjo en 2007, cuando la prestigiosa fot¨®grafa Annie Leibovitz acudi¨® a hacer un retrato oficial a la monarca al Palacio de Buckinham, y se atrevi¨® a pedirle que se quitase la tiara para tener un aspecto menos recargado. ¡°??Menos recargado?!¡±, le dijo con un tono muy poco amistoso su Majestad a Leibovitz: ¡°?Pero t¨² que te has cre¨ªdo que es esta tiara?¡±.

Lo que una reina se pone en la cabeza es siempre mucho m¨¢s que un adorno y esto no afecta solo a las joyas o adornos sino que tambi¨¦n es extensible al pelo. La cabeza es el lugar donde se expresan m¨¢s frecuentemente los s¨ªmbolos del poder de la Monarqu¨ªa, en forma de corona, s¨ª, pero tambi¨¦n de peinados, que son ¡°la corona que nunca se quitan¡±.

Por eso, el peinado con el que M¨¢xima de Holanda se present¨® ayer en el taller de empoderamiento femenino que tuvo lugar en la la sede central de Banco Holand¨¦s de Desarrollo, en La Haya, es un acontecimiento disrruptivo en la vida capilar de las Casas Reales europeas: esa melena alborotada, casi ¡®punk¡¯, es un gesto con cierto significado institucional.

Las reinas europeas que llevan m¨¢s tiempo ostentando su t¨ªtulo no cambian jam¨¢s su estilismo capilar porque con la estabilidad de sus cabezas proyectan la estabilidad de las instituciones a las que representan. No solo lo demuestra el caso de Isabel II, que lleva pein¨¢ndose exactamente de la misma forma desde que fue coronada en 1953 y que en los ¨²ltimos veinte a?os ha tenido el mismo peluquero (Ian Carmichael, estilista residente del hotel Dorchester de Londres) quien la visita dos veces por semana a palacio. Fabiola de Mora y Arag¨®n, reina de B¨¦lgica, fue fiel durante m¨¢s de 50 a?os siendo a su peinado, una media melena con las puntas vueltas, ligeramente cardada, creada por Willy Massaer. Tampoco la reina Sof¨ªa, que se ha mantenido absolutamente invariable en los ¨²ltimos sesenta a?os, ha cambiado jam¨¢s su peinado. Han tenido que ser la siguiente generaci¨®n de reinas, las que se han dado en llamar ¡°reinas j¨®venes¡± (Letizia de Espa?a, Matilde de B¨¦lgica y M¨¢xima de Holanda), las que se han atrevido a incorporar cierta coqueter¨ªa a sus elecciones de peluquer¨ªa.

De hecho esta ha sido una de las grandes innovaciones que Letizia Ortiz ha aportado a los usos y costumbres de las casas reales europeas: la de permitirse estilismos tambi¨¦n en la cabellera. Aquella coleta con burbujas que luci¨® en el 60 aniversario de la agencia Europa Press en 2017 o aquel tup¨¦ que se atus¨® para los premios ABC del mismo a?o eran excentricidades que ninguna reina moderna se hab¨ªa permitido antes.

M¨¢xima de Holanda suele ser fiel a una media melena rubia de coloraci¨®n perfecta o a recogidos rematados con dedicaci¨®n pero de vez en cuando tambi¨¦n se permite algunas rarezas como la de ayer, que llaman la atenci¨®n porque suponen una aut¨¦ntica innovaci¨®n. En la modernizaci¨®n de la instituci¨®n mon¨¢rquica, las j¨®venes reinas parecen haber empezado la casa por el tejado.