?Hasta qu¨¦ punto se puede llevar la contraria al jefe?
Defender una postura que consideramos positiva en el ambiente laboral puede pasarnos factura si no se dan las condiciones adecuadas: tener una propuesta bien formada y defenderla sin llevarlo al terreno personal puede ayudarnos a conseguir nuestros objetivos.
El ambiente laboral es, por lo general, un espacio encorsetado en el que cuesta comportarse con naturalidad, sobre todo con los jefes o personas con cargos intermedios. Adem¨¢s de saber mantener las formas o entender las din¨¢micas de funcionamiento internas, el trabajo es un lugar en el que se tiende a medir mucho las palabras, y en el que se nos ense?a a no exteriorizar todo lo que pensamos.
Pero, ?qu¨¦ ocurre cuando, debido a las necesidades del d¨ªa a d¨ªa o las tareas que nos han asignado, debemos contradecir a un superior? Bien sea porque nos han pedido opini¨®n o porque hemos observado alg¨²n error que hay que solventar, exponer nuestras ideas cuando suponen llevarle la contraria al jefe no resulta sencillo.
Pablo Ad¨¢n Mico, formador, consultor de liderazgo, y autor del libro SOS.Tengo un jefe t¨®xico, una aproximaci¨®n al lado oscuro del liderazgo, explica a S Moda que debemos tener en cuenta varias cuestiones antes de plantear este tipo de conversaciones: ¡°La primera y m¨¢s importante es que debes tener una propuesta bien planteada: en qu¨¦ consiste, qu¨¦ dato lo justifica y cu¨¢l es el beneficio que aportar¨ªa lo que planteas. Si as¨ª lo haces todo ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil¡±. Adem¨¢s, es conveniente tener analizados los pros y contras, y evitar un lenguaje que tenga connotaciones negativas: ¡°Debes actuar con humildad y esp¨ªritu de aportaci¨®n de valor. Nunca demostrar soberbia ni plantearlo como una cuesti¨®n personal o irrenunciable. Ah¨ª seguro que pierdes¡±, recuerda el experto en Marketing y Direcci¨®n Comercial. ¡°Llegado el momento evita decir frases como ¡®no estoy de acuerdo¡¯?o similares. Es una frase horrible que genera rechazo a casi cualquier persona que la escuche¡±.
Tratar con superiores poco proclives a admitir cambios en sus decisiones puede ocasionar un gran desgaste en los empleados y tener consecuencias indeseadas. Lidia Hern¨¢ndez, trabajadora de una consultora, particip¨® en un proyecto en el que constantemente ten¨ªa que estar negociando con su jefe distintos aspectos porque cre¨ªa que, aunque iban a conseguir un efecto inmediato positivo, a largo plazo ser¨ªan contraproducentes: ¡°Fue una sensaci¨®n muy desagradable porque mi jefe no recib¨ªa de buen agrado los comentarios. Es cierto que estaba sometido a mucha presi¨®n, necesitaba mostrar resultados r¨¢pidos y supongo que, de alguna forma, se sent¨ªa inseguro y por eso iba dando bandazos¡±, recuerda. ¡°Pero a m¨ª fue una situaci¨®n que me pas¨® factura. No solo por la tensi¨®n que se generaba, sino porque cuando m¨¢s adelante el proyecto fracas¨® y hubo que recolocarnos, yo fui quien me qued¨¦ fuera. Yo ten¨ªa bastante experiencia en ese ¨¢mbito y creo que las cosas que expon¨ªa ten¨ªan sentido, pero creo que no gust¨® que fuese tan insistente¡±.
En estas situaciones, Pablo Ad¨¢n aconseja ponerse en el lugar de la otra persona y analizar el contexto en el que se desenvuelve. Un ejercicio que nos ayudar¨¢ tambi¨¦n a identificar si realmente estamos ante un jefe al que merece la pena o no enfrentarse. Para ello, indica el experto, podemos hacernos algunas preguntas. ¡°?Est¨¢ sometido a presi¨®n externa o de sus superiores? ?Hay de por medio una situaci¨®n conflictiva por alg¨²n motivo? La empat¨ªa est¨¢, entre otras cosas, para comprender reacciones y comportamientos, aunque no necesariamente los justifiquemos¡±.
Otros aspectos claves para saber si estamos ante una persona receptiva ser¨ªa valorar ¡°el grado de autonom¨ªa que cede a su equipo¡±, su capacidad de escucha ¡ª¡±no me refiero a que deje hablar, sino que lo haga intentando comprender el planteamiento y sin hacer sentir inc¨®modo al que habla rehuyendo la mirada o haciendo otras cosas mientras¡±¡ª y que sea un jefe que no reprima propuestas. Es decir. ¡°que no las infravalore p¨²blicamente antes de ser capaz de analizar si la propuesta, o una parte de ella, puede ser v¨¢lida¡±, recuerda Ad¨¢n.?¡°Reprimir la opini¨®n es matar la creatividad y la capacidad de mejora de un equipo¡±.
Pero ?hasta qu¨¦ punto podemos ¡°apretar¡± y defender nuestro punto de vista? Los profesionales s¨ª ven positivo que quede constancia de nuestras reservas hacia una decisi¨®n, pero hay que saber poner l¨ªmites a nuestras observaciones. ¡°Debes evitar llegar al momento donde se imponga la autoridad como ¨²ltimo recurso¡±, recuerda Ad¨¢n. ¡°Es muy desagradable y te dejar¨¢ una sensaci¨®n desmotivadora y de impotencia¡±.
En proyectos en los que hemos estado muy implicados, que llevan nuestra firma o en los que ponemos nuestra imagen, es cuando m¨¢s se tiende a rebatir cambios sustanciales con los que no se est¨¢ de acuerdo. En estos casos, tal y como explica el especialista en liderazgo, hay que saber llegar a un equilibro y tratar de negociar: ¡°Ceder algo a cambio de algo. Si sabes plantearte previamente una estrategia de negociaci¨®n, adivinar¨¢s las cuestiones que son m¨¢s importantes para ¨¦l o ella y para ti, y ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil encontrar ese punto de equilibrio. Si llegas a ese punto piensa que tienes ya una victoria. Si no llegas, y te sientes mal con la situaci¨®n, aprende para la siguiente. Si se repite en m¨¢s ocasiones y no hay manera de avanzar, ve buscando otro jefe o un nuevo empleo¡±.
Por suerte, cada vez m¨¢s compa?¨ªas son conscientes de que contar con trabajadores que tengan un pensamiento cr¨ªtico es positivo para el desarrollo de la empresa. Entre otras cosas, contar con empleados que te hagan ver otros puntos de vista, promueve la creatividad, la innovaci¨®n y evita caer en el sesgo de confirmaci¨®n que hace que prestemos m¨¢s atenci¨®n a aquello que reafirma nuestras ideas. De hecho, los ¨²ltimos informes elaborados por el Foro Econ¨®mico Mundial (World Economic Forum) para analizar las necesidades del mercado de trabajo se?alan el pensamiento cr¨ªtico, junto a la capacidad de resolver problemas complejos, como una de las principales habilidades que deber¨¢n poseer los trabajadores del futuro.
¡°Hoy en d¨ªa, con las personas cada vez m¨¢s informadas y mejor formadas, el concepto de jefe como tal est¨¢ en v¨ªas de extinci¨®n¡±, explica Pablo Ad¨¢n. ¡°Los jefes que imponen criterios y no generan un adecuado ambiente de escucha y participaci¨®n de sus equipos evitan el progreso no solo de s¨ª mismos, sino de las personas a su cargo. Y, lo peor, de la propia organizaci¨®n¡±. Por ello, se apuesta m¨¢s por figuras capaces de ejercer un liderazgo positivo entre las personas de su equipo: ¡°El jefe lo es por su autoridad y jerarqu¨ªa. El l¨ªder lo es, adem¨¢s, por la capacidad y las habilidades de gesti¨®n de las personas. El liderazgo no es un cargo, es una actitud¡±.
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