Tres de cada cuatro portadores del VIH en EE UU son resistentes a los medicamentos
Es la primera vez que un estudio demustra la facilidad del virus para mutarse y escapar a la acci¨®n de los c¨®cteles
M¨¢s de tres cuartas partes de los estadounidenses que reciben tratamiento para controlar el virus que causa la enfermedad del sida han desarrollado resistencia a uno o m¨¢s medicamentos, seg¨²n ha revelado un estudio.
La facilidad que tiene el virus para mutarse y escapar a la acci¨®n de los c¨®cteles - combinaciones de varios medicamentos que se emplean para combatirlo- ya era conocida, pero ¨¦sta es la primera vez que se demuestra en una investigaci¨®n a escala nacional y se conoce el alcance de esta resistencia.
La investigaci¨®n de la Universidad de California en San Diego, difundida el martes en Chicago en el Congreso de la Sociedad Americana de Microbiolog¨ªa, estudi¨® los casos de cerca de 2.000 pacientes de ambos sexos portadores del VIH en todo el pa¨ªs.
Seg¨²n este estudio, el 78% de estos pacientes porta una variante del virus VIH resistente a al menos una medicina, mientras que el 50% lo es a m¨¢s de un tipo de medicamento. "La prevalencia de los virus resistentes es incre¨ªblemente alta. Es espeluznante", ha se?alado el investigador Douglas Richman, que ha admitido que los datos hab¨ªan resultado "sorprendentes" para los propios expertos.
Menos beneficios
Del estudio se desprende que m¨¢s de un 64% de los pacientes portadores del VIH est¨¢n benefici¨¢ndose de las terapias en menor medida que hace dos o tres a?os. El prop¨®sito de estas terapias combinadas es reducir el nivel de virus presente en la sangre de los pacientes.
Una vez que el virus consigue "derrotar" la acci¨®n de los medicamentos y vuelve a alcanzar un determinado nivel en la sangre, los pacientes tienen que comenzar un nuevo ciclo con un nuevo c¨®ctel.
Desde que estos c¨®cteles (conocidos en ingl¨¦s por la abreviatura HAART, o Terapia Antiretroviral Altamente Activa) comenzaron a emplearse, en el a?o 1996, la mayor¨ªa de los pacientes ha cambiado de combinaci¨®n varias veces.
El problema, seg¨²n este estudio, es que los pacientes est¨¢n recibiendo menos beneficios de estas combinaciones de los que recib¨ªan antes. Hasta que no se creen nuevos tratamientos, o hasta que no se invente una vacuna que sea capaz de controlar el virus, los pacientes tienen menos opciones de contar con tratamientos que les ayuden a hacer una vida normal, seg¨²n los investigadores, que han indicado que la prevalencia del virus en la sangre se puede explicar por una "mala utilizaci¨®n" de los medicamentos.
Menos protecci¨®n
Otra conclusi¨®n del estudio es que el grupo de pacientes con mayores niveles de resistencia no son los de bajos recursos, tal y como se pensaba, sino el grupo que incluye a la poblaci¨®n de raza blanca, homosexual y de alto nivel educativo, es decir, los que cuentan con mejor acceso a los sistemas de salud y tienen m¨¢s oportunidades de cambiar de tratamiento.
Seg¨²n el documento, con cada uno de estos cambios se estar¨ªan incrementando las oportunidades de que se den mutaciones de VIH resistentes a las medicinas. Incluso los individuos reci¨¦n infectados, que todav¨ªa no han comenzado a utilizar ning¨²n c¨®ctel, muestran niveles de resistencia (uno de cada cinco porta virus resistentes, seg¨²n el estudio).
Leslie Hann, de la Fundaci¨®n para el Sida de San Francisco (California), ha manifestado que este estudio subraya la necesidad de dar a conocer al p¨²blico general las dificultades que implica seguir uno de estos tratamientos, y lo importante que es protegerse.
En ciudades como San Francisco, con una elevada poblaci¨®n homosexual, el n¨²mero de personas infectadas por sida est¨¢ aumentando, y las autoridades sanitarias est¨¢n alarmadas ante la escasa repercusi¨®n de las campa?as de publicidad que advierten de los estragos que causa la enfermedad.
Esto se debe, al menos en parte, a que muchos est¨¢n relajando sus costumbres sexuales y confiando en la eficacia de los tratamientos para poder hacer una vida normal durante mucho tiempo. Pero Hann espera que, gracias a estudios como este, la gente sea m¨¢s realista y vuelva a utilizar las medidas adecuadas de protecci¨®n.
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