Juan Pablo II apela a la paz en un comienzo de milenio "amenazado por nubes tenebrosas"

El Papa ha implorado hoy la paz para el tercer milenio "amenazado por nubes tenebrosas", ha expresado su angustia por las guerras y la situaci¨®n de Oriente Medio, ha clamado que no se utilice el nombre de Dios para la intolerancia y la violencia y ha exigido una distribuci¨®n m¨¢s ecu¨¢nime de los bienes de la tierra.

Estas manifestaciones las ha hecho en su tradicional mensaje de Navidad, pronunciado desde el balc¨®n central de la bas¨ªlica de san Pedro del Vaticano ante varias decenas de miles de personas.

Juan Pablo II presentaba aspecto cansado, con la voz temblorosa en algunos momentos, sobre todo al principio y al final, ya que anoche ofici¨® la Misa del Gallo que se prolong¨® hasta primeras horas de la madrugada.

En una ma?ana fr¨ªa pero luminosa, Juan Pablo II ha dicho que en el alba del nuevo milenio "que comenz¨® con tantas esperanzas, pero que ahora aparece amenazado por nubes tenebrosas de violencia y de guerra", el anuncio del nacimiento de Jes¨²s tiene m¨¢s sentido que nunca, ya que El es la paz, el que devuelve la dignidad a las personas, el que cura a los heridos de la vida y el que da un nuevo sentido a la muerte.

"Hombres y mujeres del tercer milenio, vosotros que ten¨¦is hambre de justicia y de paz acoged el mensaje de Navidad", ha dicho el Pont¨ªfice, que ha subrayado que la paz hay que construirla en un mundo en el que pueblos y naciones conf¨ªan en una humanidad "no globalizada por intereses econ¨®micos" sino por el esfuerzo constante en favor de una convivencia m¨¢s justa y solidaria.

"Supliquemos a Cristo el don de la paz para los que sufren a causa de conflictos antiguos y modernos. Todos los d¨ªas siento en mi coraz¨®n los dram¨¢ticos problemas de Tierra Santa, cada d¨ªa pienso con preocupaci¨®n en cu¨¢ntos mueren de hambre y de fr¨ªo, d¨ªa tras d¨ªa me llega angustiado el grito de quienes en tantas partes del mundo piden una distribuci¨®n m¨¢s ecu¨¢nime de los recursos y un trabajo dignamente retribuido para todos", ha afirmado el Papa.

Juan Pablo II ha abogado por el di¨¢logo y la cooperaci¨®n entre las culturas y las religiones y, con una frase que no se cansa de pronunciar tras los atentados del 11 de septiembre en EE UU y la posterior guerra en Afganist¨¢n, insisti¨® en que "jam¨¢s" se puede utilizar el nombre santo de Dios para corroborar el odio.

"Jam¨¢s se puede utilizar a Dios para la intolerancia y la violencia", ha clamado el anciano Pont¨ªfice.

Recuerdo a los ni?os

El Papa Wojtyla ha subrayado que en Jes¨²s se dan todos los rasgos de todos los ni?os del mundo, sea cual fuere su raza o naci¨®n.

"Es el peque?o palestino y el peque?o israel¨ª, es el beb¨¦ estadounidense y el afgano, es el hijo del hutu y el hijo del tutsi", ha asegurado el Obispo de Roma, quien ha dirigido su pensamiento a todos los ni?os del mundo, denunciando con vigor que son muchos, "demasiados" los que nacen ya condenados a sufrir, sin culpa, las consecuencias de los conflictos inhumanos.

Juan Pablo II hizo un llamamiento para que salvemos a los ni?os, ya que ellos -dijo- son la esperanza de la humanidad.

Tambi¨¦n ha abogado por el progreso de la ciencia y la t¨¦cnica, pero ha exigido que nunca se usen esos grandes dones de Dios contra el respeto y la promoci¨®n de la dignidad humana.

El Papa ha conclu¨ªdo su mensaje pidiendo a Jes¨²s que lleve la paz a cada familia y ciudad, a cada naci¨®n y continente. "Ve especialmente all¨ª donde m¨¢s peligra la suerte de la humanidad, ven y no tardes", le suplic¨®.

Tras el mensaje ha impartido la bendici¨®n "Urbi et Orbi" (a Roma y a todo el mundo) en 60 idiomas.

En espa?ol ha dicho: "Feliz Navidad. Que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, en las familias y en todos los pueblos".

Centenares de espa?oles y latinoamericanos le han ovacionado con los tradicionales "Juan Pablo II te quiere todo el mundo" y "Viva el Papa".

Juan Pablo II ha pronunciado su discurso tras la misa de Navidad que ha oficiado en la bas¨ªlica el cardenal arcipreste de San Pedro, Virgilio Noe. Desde hace varios a?os el Pont¨ªfice no la celebra, para poder recuperar energ¨ªas tras la Misa del Gallo, que s¨ª la oficia, dura varias horas y para una personas de su edad supone un gran esfuerzo.