Islamabad ofrece 8.000 d¨®lares a la mujer violada por orden de jueces tribales
La polic¨ªa busca a los autores de la violaci¨®n m¨²ltiple, perpetrada hace un mes
El Gobierno de Pakist¨¢n ha ofrecido un cheque de 500.000 rupias (unos 8.000 d¨®lares) a la mujer que fue violada cuatro veces por orden de jueces tribales como castigo a un pecado cometido por su hermano de 12 a?os, que se relacion¨® con una mujer de casta superior. Mientras tanto, la polic¨ªa busca a los autores de la violaci¨®n.
El Ejecutivo del presidente paquistan¨ª, el general Pervez Musharraf, pretende compensar as¨ª a la v¨ªctima, Mukhtar Mai, una maestra de 18 a?os, al tiempo que la ministra pakistan¨ª de Asuntos Femeninos, Attiya Anaytullah, ha prometido que se levantar¨¢ una escuela en su honor.
Adem¨¢s, la policia paquistan¨ª ha ordenado la b¨²squeda de los cuatro hombres que la violaron y ya ha detenido a ocho familiares de estos individuos como medida de presi¨®n para que se entreguen a las autoridades. En este sentido, la polic¨ªa ha reconocido ante el Tribunal Supremo de Pakist¨¢n que los sospechosos contin¨²an fugados.
Aunque los tribunales tribales son ilegales, siguiendo una tradici¨®n pakistan¨ª la mujer fue condenada hace un mes por tribunal popular o jirga de la regi¨®n paquistan¨ª de Punjab a que pagar por un "error" que en realidad hab¨ªa cometido su hermano de 12 a?os, quien manten¨ªa relaciones con una mujer de casta superior.
Una violaci¨®n cada dos horas
El hermano de 12 a?os, Abdul Shakoor, tampoco ha salido ileso en este caso. Cuando trascendi¨® su relaci¨®n con Salma Bibi, una mujer de 22 a?os de la tribu Mastoi, de casta superior, Abdul recibi¨® una paliza brutal a cargo de la familia de su presunta amante. Pero la familia no se dio por satisfecha con ese castigo y recurri¨® al tribunal.
La condena la cumplieron dos hermanos y un primo de Salma Bibi y uno de los miembros de la jirga la medianoche del 22 de junio, en una casa de barro, ambientada por los gritos y carcajadas de unas 500 personas reunidas en el exterior. "Les rogu¨¦ y supliqu¨¦, pero eran como animales", narra Mai. "Uno puso una pistola en mi cabeza mientras los otros me arrancaban la ropa".
La familia de Mukhtar Mai permaneci¨® una semana paralizada por el miedo y la impotencia. Pertenecen a la tribu Gujjar, y presentar una denuncia podr¨ªa haber reavivado las represalias de la tribu Mastoi, mucho m¨¢s influyente. El fin de semana pasado, una delegaci¨®n de abogados present¨® una queja formal ante la polic¨ªa de Meerwala, el pueblo paquistan¨ª donde ocurrieron los hechos.
En las zonas rurales, donde imperan este tipo de tribunales, la condena por la infidelidad femenina, real o imaginaria, es a menudo la muerte. Seg¨²n un informe citado por The Times, m¨¢s de 300 mujeres son asesinadas cada a?o en Pakist¨¢n en nombre del honor. Adem¨¢s, en este pa¨ªs se produce una violaci¨®n cada dos horas.
Firmas contra la lapidaci¨®n de Lawal
Amnist¨ªa Internacional (AI) ha entregado 310.00 nuevas firmas en la Embajada de Nigeria para solicitar la conmutaci¨®n de la pena de muerte por lapidaci¨®n que pesa sobre Amina Lawal. En total, la organizaci¨®n defensora de los derechos humanos ha conseguido 444.350 firmas y ha hecho un llamamiento para que se sigan enviando adhesiones a la p¨¢gina www.amnistiapornigeria.org.
Las nuevas firmas se han entregado en la embajada a mediod¨ªa y en esta ocasi¨®n no ido acompa?adas de ning¨²n acto simb¨®lico,. La vista del recurso de apelaci¨®n contra la sentencia, que se celebrar¨¢ en el Tribunal de Apelaci¨®n de la Sharia de Funtua, ha sufrido ya dos retrasos y el tribunal puede tardar varios d¨ªas en escuchar las alegaciones de la defensa.
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